La protección solar es un componente fundamental de cualquier rutina de cuidado de la piel. No solo ayuda a prevenir quemaduras dolorosas y enrojecimiento, sino que también es una de nuestras principales defensas contra el envejecimiento prematuro y el cáncer de piel.
Pero, ¿has oído hablar de los términos ‘bloqueador solar‘ y ‘filtro solar‘ y te has preguntado cuál es la diferencia entre ambos?
Puede resultar confuso, sobre todo porque estos términos se usan a menudo de manera indistinta. Sin embargo, aunque ambos brindan protección contra los dañinos rayos ultravioleta del sol, existen algunas diferencias sutiles pero importantes que vale la pena conocer.
En este artículo, vamos a desglosar las diferencias básicas entre el filtro y el bloqueador solar, cómo funcionan y cuándo podrías preferir uno sobre el otro.
Así, la próxima vez que estés frente a la sección de protectores solares, podrás tomar una decisión informada que se adapte perfectamente a tus necesidades y tu estilo de vida.
¿Qué es un bloqueador solar?
Como su nombre indica, son productos que ‘bloquean’ la radiación UV del sol, actuando como un escudo en la superficie de la piel.
En términos científicos, los bloqueadores son productos de protección solar que contienen filtros minerales o físicos.
Sus ingredientes activos más comunes son el dióxido de titanio y el óxido de zinc.
Estos ingredientes físicos actúan reflejando y dispersando la radiación UV del sol antes de que pueda penetrar en la piel.
Piensa en ello como un espejo o una capa de pintura blanca que refleja la luz del sol. Por esta razón, los bloqueadores solares son a menudo visibles en la piel después de la aplicación y pueden dejar un residuo blanco o un tinte blanquecino, especialmente en las fórmulas que contienen una alta concentración de filtros minerales.
Son eficaces contra ambos tipos de radiación UV: UVA, que penetra profundamente en la piel y es el principal culpable del envejecimiento prematuro de la tez, y UVB, que quema las capas superficiales de la piel y juega un papel clave en el desarrollo del cáncer.
Tienes que saber que los bloqueadores solares comienzan a trabajar inmediatamente después de la aplicación, a diferencia de los filtros, que requieren un tiempo para ser absorbidos y empezar a funcionar.
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¿Qué es un filtro solar?
También conocidos como protectores solares químicos, son productos que contienen compuestos químicos que absorben los rayos UV antes de que estos puedan dañar la dermis. Funcionan convirtiendo la energía de los rayos UV en una forma menos dañina de energía, como el calor.
A diferencia de los bloqueadores, que permanecen en la superficie de la piel, los filtros solares deben ser absorbidos para funcionar de manera efectiva. Esto significa que necesitan ser aplicados al menos 20 a 30 minutos antes de la exposición al sol.
Contienen ingredientes activos como avobenzone, octinoxate, octisalate, y oxybenzone ¡seguro que te suenan! Aunque estos ingredientes son eficaces en la absorción de la radiación UV, han surgido preocupaciones en los últimos años sobre su seguridad.
Algunos estudios sugieren que estos ingredientes pueden ser absorbidos por el torrente sanguíneo y pueden tener efectos hormonales en el cuerpo. Además, algunos de ellos han sido asociados con daño a los arrecifes de coral cuando se usan en grandes cantidades.
Las formulaciones de filtros solares son generalmente más ligeras y menos visibles en la tez que los bloqueadores, lo que los hace más agradables de usar para algunas personas.
Sin embargo, pueden ser menos adecuados para aquellos con cutis sensible o alergias a ciertos ingredientes químicos.
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Comparación entre bloqueador y filtro solar
A pesar de que el bloqueador y el filtro tienen el objetivo común de proteger la piel de la dañina radiación ultravioleta, existen varias diferencias entre estos dos tipos de protección solar que vale la pena destacar:
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Modo de funcionamiento: Como mencionamos anteriormente, los bloqueadores solares funcionan reflejando o dispersando los rayos UV, mientras que los filtros los absorben y los transforman en una forma menos dañina de energía como es el calor.
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Componentes: Los bloqueadores contienen minerales como el óxido de zinc y dióxido de titanio que actúan como barreras físicas, mientras que los filtros contienen ingredientes químicos como el avobenzone o el octinoxate que absorben los rayos UV.
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Aplicación: Los bloqueadores suelen ser más espesos y pueden dejar una capa blanca sobre la cara, lo cual no siempre es estéticamente agradable, pero proporciona una barrera inmediata de protección. Los filtros son generalmente más ligeros, más fáciles de aplicar y menos visibles, pero necesitan ser absorbidos por la piel antes de ser efectivos, por lo que deben aplicarse con antelación.
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Sensibilidad de la piel: Los bloqueadores solares son generalmente más adecuados para pieles sensibles y personas con condiciones como el acné o la rosácea, ya que contienen menos ingredientes que pueden irritarla. Por otro lado, algunos filtros pueden contener ingredientes químicos que podrían ser problemáticos para las pieles sensibles, por no hablar de su perfil de seguridad.
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Impacto medioambiental: Algunos estudios sugieren que ciertos ingredientes químicos en los filtros pueden ser perjudiciales para los arrecifes de coral y la vida marina, mientras que los bloqueadores físicos son considerados generalmente más «reef-friendly».
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Cómo escoger entre un bloqueador y un filtro solar
La elección entre uno u otro depende de varios factores, principalmente tu tipo de piel, tus necesidades específicas de protección frente al sol y tus preferencias personales. Aquí te proporcionamos algunos consejos para ayudarte a tomar una decisión informada:
Tipo de piel
Si tienes cutis sensible, propensa a reacciones alérgicas o condiciones cutáneas como el acné o la rosácea, podrías preferir un bloqueador, ya que su fórmula a base de minerales es menos probable que irrite la dermis.
Los filtros, por otro lado, suelen ser más ligeros y menos visibles, lo cual puede ser una ventaja si tienes una piel grasa o si buscas un protector solar que se pueda usar bajo el maquillaje.
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Actividades al aire libre
Si planeas pasar mucho tiempo al aire libre, especialmente haciendo actividades que implican mucho sudor o contacto con el agua, un bloqueador solar puede ser la mejor opción debido a su resistencia al agua y a su capacidad para proporcionar protección inmediata.
Los filtros requieren de unos 15-30 minutos para absorberse antes de ofrecer protección completa, por lo que no son ideales si necesitas protección inmediata.
Impacto medioambiental
Si estás preocupado por el impacto medioambiental de los productos de protección solar, te interesará saber que algunos ingredientes en los filtros químicos han sido vinculados con daños a los arrecifes de coral y a la vida marina.
En este caso, podrías preferir un bloqueador, ya que sus ingredientes minerales son generalmente considerados más seguros para el medio ambiente.
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Necesidades específicas de protección solar
Algunas personas pueden necesitar un tipo específico de protección solar dependiendo de su situación. Por ejemplo, si tienes una piel muy clara o una historia de cáncer de piel en tu familia, es posible que necesites la protección más fuerte que proporciona un bloqueador.
Sin embargo, si sólo buscas una protección solar diaria para usar bajo el maquillaje, un filtro solar puede ser suficiente.
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Recuerda siempre leer las etiquetas y buscar productos que ofrezcan una protección de amplio espectro contra los rayos UVA y UVB, y que tengan un factor de protección solar (FPS) de al menos 30.
Independientemente de si eliges uno u otro, lo más importante es que te apliques el producto de manera generosa y regular para obtener la mejor protección posible.
¿Cada cuántas horas hay que aplicarlo? Te lo contamos en este artículo.
En resumen, aunque los bloqueadores y filtros solares tienen diferentes mecanismos de acción, ambos brindan una protección esencial contra los dañinos rayos UV del sol. La elección entre uno u otro depende de factores personales como tu tipo de piel, tus actividades y tus preocupaciones medioambientales.
Lo más importante es asegurarte de que tu elección ofrece protección de amplio espectro contra los rayos UVA y UVB y usarla de manera adecuada y regular para obtener la máxima protección. Recuerda, la mejor protección solar es la que realmente te pones.
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