Si tenemos en cuenta que las proteínas son macromoléculas compuestas principalmente por hidrógeno, oxígeno, nitrógeno y carbono (aunque la gran mayoría también contienen fósforo y azufre), estando formadas por la unión de varios aminoácidos mediante peptídicos; los aminoácidos son las unidades elementales constitutivas de estas macromoléculas.
Son conocidos como aminoácidos, y se dividen en dos tipos:
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Aminoácidos esenciales: fenilalanina, leucina, lisina, isoleucina, metionina, treonina, triptófano y valina.
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Aminoácidos no esenciales: ácido aspártico, alanina, cisteína, cistina, glicina, glutámico, hidroxiprolina, prolina, serina y tirosina.
Por tanto, la denominada como alanina es un aminoácido no esencial. Reciben este nombre no porque no sean esenciales ni fundamentales para nuestro organismo, sino porque nuestro organismo es capaz de sintetizarlos, y no necesitan ser consumidos diariamente a partir de la dieta.
¿Qué es la alanina?
Es uno de los aminoácidos no esenciales que forman las proteínas de los seres vivos. Sin embargo, se convierte en uno de los aminoácidos más importantes.
La alanina sintetizada por el organismo sale finalmente al torrente sanguíneo y es almacenada por el hígado, donde será metabolizada. Mediante un proceso de gluconeogénesis ésta se transforma en glucosa, siendo utilizada finalmente por el cerebro, músculo, piel, retina y médula renal, entre otros.
Funciones de la alanina
Fuente de energía
La alanina es utilizada como fuente de energía para el cerebro, el sistema nervioso y los músculos. De ahí su importancia como aminoácido no esencial.
Útil en la metabolización
Además de sus beneficios como fuente de energía natural, ayuda a metabolizar tanto los ácidos orgánicos como el azúcar.
Asimismo, tiende a estar involucrada tanto en el metabolismo de la vitamina B6 como del triptófano.
Control de la glucosa en sangre
Otra de sus funciones básicas interesantes pasa porque ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en sangre. Además, es útil en la estimulación de los diferentes anticuerpos que protegen el organismo.
Alimentos ricos en alanina
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Alimentos de origen vegetal: vegetales ricos en proteínas, legumbres, frutos secos y cereales.
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Alimentos de origen animal: huevos, carne de vaca, pescados, pollo y lácteos.
Consecuencias de la carencia de alanina
La carencia de alanina tiene determinadas consecuencias en nuestro organismo:
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Problemas de origen prostático.
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Predisposición a padecer infecciones.
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Alteración de la glucosa.
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Alteraciones nerviosas.
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Falta de concentración.
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Debilidad muscular.
Contraindicaciones de la alanina
Aquellas personas que padezcan una enfermedad renal o hepática no deben ingerir cantidades grandes de aminoácidos. Lo mejor es consultar siempre a tu médico.
Imagen | jlastras
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