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Cuáles son las contraindicaciones del kéfir y cuándo no es adecuado tomarlo

Con muchas cualidades, el kéfir no es una bebida probiótica exenta de riesgos. También posee determinadas contraindicaciones que puede impedirnos su consumo de forma segura.

Contraindicaciones del kéfir

El kéfir es una bebida natural maravillosa, la cual se obtiene a partir de la fermentación ácida, láctica y alcohólica de los distintos gránulos o nódulos que también reciben el mismo nombre, con algún líquido, principal y fundamentalmente leche, agua o bebida vegetal (conocidas también popular aunque erróneamente como «leches vegetales»).

Y, como cualquier otra bebida o alimento, posee determinadas contraindicaciones que deben ser tenidas en cuenta, en especial si deseas consumirla con regularidad, o bien incluso aunque sea puntualmente.

Principales contraindicaciones del kéfir

Un consumo excesivo de kéfir puede ocasionar problemas digestivos, e incluso aumentar y agravar las afecciones digestivas que ya podríamos estar sufriendo. Por ejemplo, puede causar gases o flatulencias, hinchazón abdominal y/o diarreas. Por ello, no es recomendable su consumo en caso de que tengas un estómago sensible.

Al contener bacterias y levaduras vivas que pueden interferir en el efecto de determinados medicamentos, no se aconseja el consumo de kéfir en personas que sigan un tratamiento médico a base de inmunodepresores, ya sea porque padezcan algún tipo de enfermedad autoinmune (como ocurre con la artritis reumatoide, por ejemplo), o porque te hayas sometido a un trasplante.

También es recomendable consultar al médico si en algún momento has tenido infecciones de candidiasis recurrente, puesto que quizá pueda existir en tu organismo cierta sensibilidad a las levaduras. Y es que no debemos olvidarnos que el kéfir, además de contener bacterias y otros microorganismos, también posee levaduras vivas.

¿Qué ocurre en mi cuerpo al empezar a tomar probióticos como el kéfir?

Cuando comenzamos a consumir kéfir o cualquier otro alimento o bebida con cualidades probióticas, suele ser bastante común sentir algunos síntomas digestivos y molestias estomacales diversos, como por ejemplo podría ser el caso de hinchazón abdominal, sensación de malestar abdominal, gases  y flatulencias, los cuales tienden a desaparecer en apenas unos pocos días.

No obstante, puede ser posible que estos síntomas no desaparezcan. De ser así, se aconseja consultar con tu médico, sobre todo si también sufres de otras molestias más intensas como dolor abdominal grave o deposiciones anormales.

Efectos adversos del kéfir

¿Qué más tengo que saber sobre el kéfir?

Se trata de un probiótico natural, lo que significa que es un alimento -en esta ocasión, más concretamente una bebida- que contiene bacterias vivas y otros microorganismos beneficiosos para la salud. Estos microorganismos, entre otras importantísimas funciones, ayudan a la hora de contribuir a un mejor equilibrio de la flora intestinal, motivo por el cual son útiles para potenciar y reforzar nuestro sistema inmunológico.

Pero sus cualidades no quedan aquí, ya que son muy beneficiosos a la hora de tratar determinadas afecciones y problemas digestivos, en especial episodios de diarrea aguda causada por gastroenteritis o la diarrea asociada al consumo de determinados fármacos, como es el caso de los antibióticos.

También se cree que el consumo de probióticos como el kéfir son muy útiles para mejorar los síntomas asociados a determinadas afecciones intestinales, como podría ser el caso de determinadas enfermedades inflamatorias intestinales (como la enfermedad de Crohn o el síndrome de intestino irritable).

Gracias a sus cualidades para reforzar el sistema inmunológico, el consumo de kéfir está especialmente aconsejado cuando sufrimos algún tipo de enfermedad infecciosa (como podría ser el caso de vaginitis o cistitis), resfriados o gripes.

Se trata, por tanto y como vemos, de un probiótico natural no exento de riesgos para la salud, aunque es cierto que sus cualidades y beneficios son mucho más destacadas e importantes. Por tanto, a no ser que exista algún tipo de contraindicación que impida su consumo, es una bebida segura siempre y cuando no sea consumida en exceso, generalmente bien tolerado por la mayor parte de las personas que los consumen.

No obstante, si continúas con dudas o prefieres estar más seguro/a, antes de empezar a ingerir kéfir te recomendamos consultar con tu médico de confianza, sobre todo si padeces algún tipo de enfermedad grave que pueda involucrar al sistema inmunitario, o sigues algún tipo de tratamiento médico en este sentido.

Este artículo se publica solo con fines informativos. No puede ni debe sustituir la consulta a un Nutricionista. Le aconsejamos consultar a su Nutricionista de confianza.

C.Pérez

Escribo sobre ciencia, salud y nutrición desde hace 11 años. ¡Ah! Y también papá a tiempo completo con 4 años de experiencia.

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Escribo sobre ciencia, salud y nutrición desde hace 11 años. ¡Ah! Y también papá a tiempo completo con 4 años de experiencia.

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