Es bastante probable que hoy día puedas encontrarlos en una grandísima diversidad de cafeterías, bares y restaurantes. Aunque en realidad nos encontramos ante un concepto que originalmente nación en los años 1960 en California, momento en el que existía un auténtico boom de personas que sentían la imperiosa necesidad de cuidar su cuerpo en los gimnasios y optando por bebidas energéticas y bajas tanto en calorías como en grasas.
Te estamos hablando de los smoothies, que se popularizaron a finales de la década de los años 60 en Estados Unidos, de la mano de la expansión de tiendas especializadas en productos naturales, así como de los vendedores de helados.
Un smoothie es un delicioso batido de fruta que en lugar de venderse como un batido de fruta en sí mismo se vende con la apelación de smoothie. Algo que en realidad no sería un error si tenemos en cuenta que tiende a poseer una consistencia algo más densa y espesa en comparación con los batidos. Es decir, se diferencia de los batidos en su cremosidad, siendo además muy habitual su preparación con trozos de fruta congelada. Dicho de otra forma más sencilla: un smoothie es un batido cremoso que se compone de fruta.
Al momento de prepararlo se le sueñe añadir leche, leche de soja o yogurt natural con el objetivo de enriquecer esta bebida en proteínas, aunque también hay quien lo elabora directamente combinando las frutas con jugo de manzana o con helado.
Actualmente es posible encontrar una amplia variedad de marcas que venden smoothies en las estanterías de los supermercados, pero como ya manifestó la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en el año 2009 el consumo de smoothies industriales no equivale en realidad al de comer fruta fresca, a pesar de que sus fabricantes aseguran que el producto equivaldría a una ración de fruta fresca.
Por tanto, la recomendación es evidentemente clara: opta siempre por elaborar o consumir smoothies con fruta fresca justo en el momento de tomarlo, ya sea en una cafetería o en cualquier otro establecimiento especializado en su preparación, o incluso hacerlo directamente en casa.
Beneficios que nos aporta el smoothie
El smoothie se convierte en una opción naturalmente sencilla de disfrutar de la mayoría de beneficios nutritivos que nos aporta la fruta. De hecho, como probablemente sabrás, la fruta congelada no tiende a perder cualidades cuando es congelada correctamente y en su momento oportuno.
Por tanto, nos encontramos ante una bebida llena de vitaminas y minerales, cuya composición dependerá evidentemente de la fruta que hayamos escogido para su elaboración. Así, por ejemplo, si elegimos las fresas nos encontraremos con una bebida llena de vitamina C y antioxidantes.
En esta ocasión no ocurre como con la mayoría de zumos y jugos de frutas, cuya fibra y la mayor parte comestible es retirada, y solo consumimos el líquido en sí. En el caso de los smoothies también consumimos la fibra de la fruta, y habitualmente la fruta utilizada por tanto es mucho menor que cuando elaboramos un simple zumo.
Algunos consejos útiles a la hora de hacer smoothies
La elaboración de un smoothie es en realidad muy sencilla, además de destacar por ser una bebida muy versátil, de manera que se puede preparar de muy diferentes formas y los ingredientes a utilizar en cada una de las recetas es igual de variada.
Para conseguir el smoothie perfecto es necesario poner primero en la batidora la fruta que hayamos escogido y batirla bien, para luego añadir leche fría (o alguna bebida vegetal, helado o yogurt natural) y continuar batiendo hasta que todos los ingredientes se integren durante algunos segundos hasta obtener una mezcla suave, cremosa y homogénea.
Por otro lado, es aconsejable servirlo siempre frío, aunque no es aconsejable echar hielo en el vaso al momento de beberlo, sino triturarlo antes cuando estamos batiendo la fruta, ya que en caso contrario el agua que resulte del hielo terminará por desvirtuar la bebida original y ésta perderá sabor.
Cómo hacer un sencillo smoothie de frutas
Como descubrirás a continuación, lo cierto es que la preparación de un smoothie de frutas es sumamente fácil y sencillo, más aún cuando se han vuelto tan populares que últimamente es muy común conseguir paquetitos o envases de fruta congelada en los frigoríficos de la mayoría de hipermercados y supermercados.
Por tanto, en realidad solo necesitamos escoger entre la fruta congelada con la que deseamos elaborar nuestro smoothie. ¡Y manos a la obra!. Toma nota.
Ingredientes:
- Un puñado de fruta congelada: fresas, frutos rojos, piña, mango… la que prefieras.
- Un vaso de zumo de manzana (es preferible que esté frío).
Elaboración del smoothie de frutas:
- Pon el zumo de manzana en el vaso de la batidora (si es posible, escoger una batidora ideal para smoothies, aunque la mayoría puede valer).
- Añade la fruta congelada que más te guste.
- Bátelo todo bien, hasta que la fruta se haya triturado por completo y obtengas una mezcla lo más homogénea posible.
- Sírvelo en un vaso y a disfrutar.
Como ves, no hemos añadido ningún endulzante porque en realidad el smoothie ya es lo suficientemente dulce, no solo por la fruta que hayas escogido para su elaboración, sino por el zumo de manzana en sí mismo, que suele ser dulce gracias al azúcar que ya posee la manzana.
Además, te comentamos que es preferible escoger batidoras especialmente desarrolladas para elaborar smoothies, porque éstas, cuando seleccionamos la opción, tienen la particularidad de batir la fruta primero lentamente, para triturar sus partes congeladas, para luego tornarse más rápido hasta acabar de mezclar la bebida del todo. Pero, como te hemos comentado, en realidad cualquier batidora con la suficiente potencia es suficiente.
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