Recientemente te hablábamos sobre el alga hiziki, una variedad de alga que crece en los mares de Asia en suelos rocosos, y muy consumida en la cocina japonesa, aunque es cierto que en nuestro país no se conoce tanto como otras especies más populares: nori, kombu, espirulina…
Desde un punto de vista nutricional es cierto que entre los diferentes beneficios de las algas marinas, destacan sobretodo por su gran poder remineralizante, al ser especialmente rica en minerales (como por ejemplo el calcio, magnesio, potasio, yodo, zinc, selenio, cobre y cobalto).
El alga dulce crece sobretodo en el Atlántico Norte, y pertenece al grupo de las denominadas como algas rojas. Miden entre 20 a 40 centímetros, su recolección se lleva a cabo sobretodo en los meses de verano, y su textura es generalmente suave.
Es habitual en las cocinas escocesas, noruegas y canadienses, donde es común utilizarla para la elaboración de deliciosas recetas.
Alto contenido en minerales
La alga dulse destaca precisamente por lo que destacan la mayoría de las algas marinas que se consumen: su alto contenido en minerales.
En este sentido destaca especialmente su alto contenido en hierro, un mineral que como de buen seguro sabrás, ayuda a prevenir o a tratar la anemia.
También posee magnesio y potasio, dos minerales interesantes a la hora de aliviar los síntomas típicos del estrés. Y yodo, calcio y fósforo.
Interesante presencia de vitaminas
Además de su altísimo contenido en minerales, también podemos encontrarnos con una gran diversidad de vitaminas, como por ejemplo la provitamina A, vitaminas del grupo B y vitamina C.
Beneficios de la alga dulse
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Alga remineralizante, gracias a su contenido en minerales como el yodo (útil para mantener la salud de la glándula tiroides) o hierro (ideal en el tratamiento o prevención de la anemia).
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Contenido en provitamina A, que fortalece la vista.
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Interesante efecto antiséptico.
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Ayuda a prevenir tumores del aparato genital femenino.
Imágenes | secretlondon123 / Akuppa
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