Si echas un vistazo a los dedos de tus pies, o al talón, es bastante probable que te encuentres alguna dureza o algún callo. Se convierten en una afección bastante común, sumamente normal y habitual. En el caso de los callos, por ejemplo, consisten básicamente en una zona de la piel en la que se produce una acumulación de queratina, la cual es sobre todo ocasionada por la compactación de células muertas inertes pertenecientes a la epidermis.
¿Y por qué se produce esta compactación? Aparecen especialmente como consecuencia de un rozamiento repetido y prolongado, ya sea por presión o por fricción en la piel. Por ello aparecen en la parte de arriba o en un lado de algunos de los dedos del pie, por el uso de calzado que no se ajusta bien. Y por ello se muestran como un un área de la piel gruesa y endurecida.
Aunque puedan ser considerados como un problema (sobre todo como un problema puramente estético), nos encontramos en realidad ante una reacción protectora de nuestra piel, ya que aparece en aquellas áreas de nuestro cuerpo que se han visto sometida a un exceso de presión o fricción. De ahí que no solo los podamos encontrar en los pies, sino también en las manos, especialmente en aquellas personas que trabajan diariamente con ellas (por ejemplo, en el caso de un carpintero, un albañil…).
Pero el uso de calzado inadecuado también es una de las causas habituales, en especial cuando se utiliza un zapato mal ajustado o incluso demasiado apretado. Por ello dependiendo del primer caso o del segundo, pueden surgir durezas en la planta del pie, o zonas engrosadas y durezas donde se ha producido cierta fricción.
Consejos útiles para evitar la aparición de callos y durezas en los pies
Utiliza un calzado adecuado
A la hora de evitar la aparición de molestos callos y durezas en los pies (ya sea en el talón, en los dedos de los pies o en la propia planta del pie), es fundamental el uso de calzado adecuado.
Pero para que el calzado cumpla con esta cualidad básica es importantísimo que se ajuste bien al pie, no siendo aconsejable el uso de zapatos grandes que no se adecúen a nuestra talla.
Consejos útiles: Cómo quitar los callos de pies y manos
Por otra parte, tampoco es recomendable usar zapatos demasiado ajustados, dado que también producirían fricción en determinadas zonas. Por tanto, la recomendación es simple: utilizar un calzado adecuado a nuestro tamaño de pie.
Cámbiate de zapatos de forma más habitual
Si habitual utilizas zapatos con tacón pronunciado, ya sea porque te lo ‘exigen’ en el trabajo o porque simplemente te gusta mucho utilizados, es aconsejable alternar zapatos de tacón por otros planos. Más aún, lo más recomendable es utilizar zapatos acordonados que cuenten con hornas mucho más amplias.
Aplícate crema hidratante o vaselina
Suele ser muy común preocuparnos de cuidar nuestra piel, aplicándonos cremas y lociones cada vez que nos duchamos diariamente, pero también es habitual olvidarnos de los pies, sobre los que no tendemos a preocuparnos tanto.
No obstante, una opción útil para prevenir la aparición de callos y durezas en los pies es aplicarte un poco de vaselina o crema hidratante por todo el pie, después del baño diario.
Cada vez que te duches…
Además de aplicarte vaselina o crema hidratante después de cada baño o ducha, también es importantísimo secarte bien los pies, sobre todo entre los dedos, ya que en caso contrario no solo favorecerás la formación de durezas y callos, sino que aumentará la sequedad de la piel.
Imágenes | ISTOCKPHOTO/THINKSTOCK
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