Suele ser muy habitual que además de comer mal (ya sea porque lo hacemos con prisas o porque simplemente no tenemos ganas), tendamos a saltarnos algunas comidas, siendo el desayuno una de las más comunes.
Lo cierto es que cada comida es fundamental e importante, y particularmente saltarse el desayuno es malo porque es lo primero que comemos después de un periodo de ayuno mientras dormimos, y además aportamos a nuestro organismo todos los nutrientes que necesita para funcionar de manera correcta a lo largo de la mañana.
Además, a diferencia de lo que tradicionalmente se piensa, ¿sabías que comer varias veces al día es la mejor forma para adelgazar, controlar el peso y también el apetito?.
Aunque se suele pensar que lo mejor es hacer 3 comidas al día, la realidad es que son 5. Repartidas las necesidades energéticas en estas comidas, nos encontramos con que el desayuno supone un 25%, la comida un 25%, la merienda un 15% y la cena un 25%:
1. Desayuno
Es la comida más importante del día, ya que mejora el balance de energía y de nutrientes que nuestro cuerpo necesita a lo largo del día, ayuda a aumentar el rendimiento físico, aumenta la capacidad de concentración y mejora la memoria.
Los mejores alimentos y productos para el desayuno son los lácteos (como la leche, yogur o queso), productos farináceos (como el pan y los cereales de desayuno) y una o dos piezas de fruta.
2. Almuerzo (o tentempié)
A media mañana, tomar un pequeño almuerzo es la mejor opción para no llegar con muchísima hambre a la siguiente comida, y sobretodo nos ayuda a disfrutar de un tiempo de relax durante el trabajo o el estudio.
Destacan por ejemplo opciones como un puñado de frutos secos, un pequeño bocadillo vegetal o una pieza de fruta, acompañados de un té, una infusión o un zumo natural.
3. Comida
Es el momento del día para compartir con la familia, sobretodo cuando comemos en casa.
Supone el 35% del reparto de calorías en el día, por lo que es una opción evidente para aportar a nuestro organismo los nutrientes que necesita para continuar la jornada.
Puedes optar por ensaladas variadas, carnes blancas o pescados, legumbres, cereales… Además, es importante acompañar con una pieza de fruta o un yogur.
4. Merienda
Ocurre al igual que el almuerzo o el tentempié, con la diferencia que la merienda es la penúltima comida del día, y supone un 15% del reparto calórico diario.
Se deben evitar productos como la bollería, golosinas y dulces (tan comunes en este momento de la jornada), y optar por una fruta, un yogur o un bocadillo vegetal.
5. Cena
Teniendo en cuenta que es la última comida que realizamos al día, y pocas horas después vamos a acostarnos, es necesario no comer en exceso y sobretodo evitar comidas muy pesadas y difícilmente digeribles, como por ejemplo los alimentos muy condimentos, grasos o fritos.
Sí son recomendables el arroz u otro tipo de pasta (aliñado con aceite de oliva), pollo o pescado a la plancha con verduras y de postre un yogur con fruta.
Imagen | CliffMuller
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