En primer lugar, como es de imaginar, no debemos olvidarnos que el desayuno es considerada por muchos como la comida más importante del día. Y esto es cierto, dado que se trata de la primera comida que tomamos luego de un largo periodo de ayuno (mientras dormimos).
De ahí que lo más aconsejable es que sea un desayuno saludable pero variado y sobretodo equilibrado, que contenga frutas, lácteos, farináceos como pan o alguna que otra bollería (no siempre) y nos aporte todos los nutrientes que necesitaremos a lo largo del día.
Tanto si somos jóvenes como algo más mayores, el desayuno es, como sabemos, una de las comidas más importantes del día. Pero, ¿qué beneficios tiene y cómo tomar un desayuno saludable?
Especialmente por una serie de motivos fundamentales: el desayuno nos brinda la energía necesaria para poder rendir correctamente a lo largo de todo el día (debe suponer entre el 20 y el 25% de las calorías ingeridas en la jornada), y nos ayuda a no sentirnos débiles ni a sentir hambre a lo largo de las horas siguientes.
Docenas de estudios han demostrado que un buen desayuno es fundamental para poder disfrutar de una buena salud, sobretodo porque mejora nuestro estado nutricional, y porque ayuda a realizar ingestas más altas de la mayor parte de los nutrientes que el organismo precisa.
¿Cómo debe ser un desayuno equilibrado?
Para que un desayuno sea denominado como un “desayuno equilibrado” (si se me permite la redundancia), en éste deben estar presentes los lácteos, frutas y cereales, especialmente si son cereales integrales.
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Como sabemos, los cereales proporcionan hidratos de carbono que aportan energía para nuestro cuerpo, vitaminas y minerales, y fibra; los lácteos contienen proteínas de calidad, vitaminas A y D y del grupo B ( principalmente riboflavina o B2) y calcio; y las frutas aportan igualmente hidratos de carbono y agua, así como fibra, vitaminas y minerales.
Tomar un buen desayuno, y ante todo cuando éste es equilibrado, ayudamos a realizar ingestas más altas de la mayor parte de los nutrientes que nuestro propio organismo necesita. Y si es variado mejor dado que estaremos disfrutando de una alimentación diversa y variada.
También es posible optar por desayunos veganos en caso de que seas una persona que sigue este tipo de alimentación o simplemente no consumas alimentos de origen animal. Por ejemplo, puedes sustituir la leche de origen animal (ya sea de vaca o de cabra) por las bebidas vegetales, como es el caso de la leche de avena, la leche de almendras o la leche de arroz, todas ellas opciones nutritivas y además deliciosas, bajas en grasas y ricas en nutrientes. En esta ocasión no aconsejamos la leche de soja, dado que aunque aparentemente se trate de una bebida natural saludable existen dudas al respecto.
¿Y qué pasa si una persona no desayuna?
Cuando una persona no desayuna, o bien come algo ligero con el objetivo de “salir corriendo”, no puede rendir ni obtener la energía que necesitará no sólo a lo largo del día, sino a lo largo de la mañana. Es más, debemos tener en cuenta algo evidente y sobre la que en realidad pocas personas caen: durante la noche, mientras dormimos, pasamos largas horas de ayuno en las que no aportamos ningún alimento a nuestro organismo. De ahí que el desayuno sea importantísimo no solo porque se convierta en definitiva en la primera comida del día, sino porque es la primera que hacemos después de haber precisamente pasado tantas horas ayunando.
No en vano, se ha demostrado que aquellos sujetos que no desayunan suelen seguir una dieta de peor calidad, rica en grasas y pobre en frutas y verduras.
¿Cuáles son los beneficios de desayunar bien cada mañana?
Es evidente que desayunar cada mañana, y sobre todo hacerlo de forma equilibrada y variada optando por alimentos sanos, es una buena forma de comenzar el día y de aportar a nuestro organismo todos aquellos nutrientes esenciales que tanto necesita desde que ponemos el pie en el suelo. Pero, ¿cuáles son esos beneficios?:
Mejora nuestro rendimiento físico e intelectual
Si no desayunamos nuestros niveles de glucosa en sangre descienden, produciéndose lo que médicamente se conoce como hipoglucemia. Como consecuencia de ello, nuestro organismo busca desesperadamente otras fuentes de energía, surgiendo la cetosis, que consiste en un estado metabólico que causa síntomas diversos como dolor de cabeza, debilidad y mareos.
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Por ello, si desayunamos cada día aportamos a nuestro organismo nutrientes esenciales para nuestro rendimiento no solo físico, sino intelectual, mejorando nuestra capacidad de concentración de forma realmente positiva.
Nos ayuda a comer más sano a lo largo del día
Como te comentábamos en una ocasión anterior, está demostrado que quienes no desayunan tienden a comer menos sano a lo largo del día. Esto ocurre al contrario para quienes sí desayunan, y sobre todo optan por un desayuno nutritivo y saludable: nos ayuda a gestionar de manera muchísimo más saludable el resto de comidas del día.
¿Por qué? Fundamentalmente porque se trata de una comida que nos sacia, de manera que tenderemos a consumir menos calorías a lo largo del día.
Mantiene nuestro metabolismo activo
Aunque no lo creas, ¿sabías que desayunar bien nos ayuda a no aumentar de peso? La respuesta la encontramos en que el desayuno mantiene nuestro metabolismo activo, de manera que evita la acumulación de grasas.
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