Como te comentábamos en un artículo anterior en el que te hablábamos sobre la importancia de la concentración en el estudio, cuando nos encontramos estudiando o en definitiva nos planteamos la posibilidad de estudiar (o incluso de aprender a estudiar), es cierto que nuestra capacidad de concentración simplemente es fundamental a la hora de entender aquello que estamos leyendo, y retener aquello que nos encontramos estudiando.
Para poder concentrarnos mejor, debemos siempre tener presente algunas cuestiones y circunstancias determinadas: mantener cierta rutina en el estudio, tener un lugar de estudio cotidiano y constante, contar con unas circunstancias ambientales que ayuden (poco ruido ambiental, temperatura agradable…), evitar las distracciones y disponer de todo el material necesario para el estudio en la mesa.
No obstante, a pesar de conseguir los elementos anteriores, si no estamos entusiasmados sobre aquello que estamos estudiando, y no nos mantenemos enérgicos, muy difícilmente nos concentraremos.
Cuáles son las principales causas de distracción de los estudiantes
Una opción especialmente útil es tener en cuenta cuáles son las principales –y habituales- causas de distracción en el estudiante, lo que en gran medida te ayudará a evitarlas para estudiar mejor y de manera mucho más efectiva:
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Malas condiciones ambientales: ruidos, poca o deficiente iluminación, temperatura de la habitación alta o muy baja…
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Mala planificación en el estudio: sobretodo se da cuando no se ha planificado con anterioridad qué se va a estudiar y durante cuánto tiempo, causando confusión.
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Ausencia de programación en el estudio: unido a la mala planificación, se da cuando no existe un horario definido, o bien no se ha llevado a cabo una buena distribución del tiempo.
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Grado de dificultad de los contenidos a estudiar: sobretodo cuando los contenidos a estudiar tienden a ser muy difíciles para el grado de madurez intelectual del estudiante.
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Problemas personales, sociales o familiares: sobretodo cuando crean nerviosismo y tensión en el estudiante, lo que le impide estudiar y concentrarse con normalidad.
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Cansancio físico o mental: ambos influyen decisivamente, ya que para conseguir una buena concentración es necesario que el estudiante se encuentre plenamente descansado, tanto de manera física como psíquica.
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Inexistencia de un buen método de estudio: cuando el estudiante no sabe estudiar, o bien no cuenta con una buena técnica de estudio. Puedes saber más sobre algunos métodos útiles, como el método Maddox.
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Falta de motivación: en especial cuando el estudiante no se encuentra motivado sobre el objetivo que pretende conseguir tras el estudio, ya sea porque lo hace obligado o porque tras varios suspensos ha perdido las ganas.
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Falta o poca fuerza de voluntad.
Entonces, ¿cómo podemos evitar la distracción al estudiar?
Como vemos, son muchísimas las causas que pueden influir de alguna u otra forma a la hora de que nos distraigamos cuando estamos estudiando. Desde algo tan sencillo y tan simple como podría ser el cansancio físico y/o mental, hasta tener poca fuerza de voluntad, ya sea porque lo que estudiamos no nos gusta, o porque simplemente no tenemos ganas de hacerlo en ese momento.
No te pierdas: Cómo evitar la pérdida de concentración
Evita estudiar cansado
Estudiar cansado es precisamente una de las principales causas de distracción, fundamentalmente por algo muy sencillo: el cansancio afecta negativamente tanto a nuestro rendimiento como a nuestra capacidad de concentración.
Por tanto, si estamos cansados lo mejor es descansar, y dejar el estudio para cualquier otro momento en el que hayamos recuperado las energías perdidas (hemos recargado pilas, vaya).
No estudies cuando estás preocupado/a
El cansancio no solo influye también de manera negativa en nuestra capacidad de concentración y de estudio. También lo hace nuestro estado de ánimo. Es decir, si por ejemplo estamos preocupados/as por algo en concreto, nos sentimos nerviosos por algo o simplemente estamos emocionalmente estresados, obviamente no obtendremos buenos resultados y solo conseguiremos perder el tiempo.
La solución es igual de sencilla: trata de calmarte y dejar los problemas a un lado. O, bien, trata mentalmente de solucionarlos y aparcarlos.
Escoge un sitio de estudio adecuado
Es otra de las causas más evidentes: no disponer de un lugar apropiado para poder estudiar como es debido. Por ejemplo, no es buena idea estudiar en una habitación con la televisión puesta o con el ordenador encendido mientras chateamos e intentamos estudiar.
Por tanto, lo mejor es escoger un lugar adecuado, y sobre todo, avisar a los demás que tengamos cerca de que por favor no nos molesten.
No utilices el teléfono móvil
Antes, hace algunos años, una causa habitual de distracción era estudiar con la televisión encendida, o tener la pantalla del ordenador encendida mientras chateábamos. Ahora esa distracción ha pasado al teléfono móvil, con todas y cada una de las aplicaciones que tenemos instaladas en él.
En este sentido, la solución es bastante simple: apaga el móvil y/o evita utilizarlo todo el tiempo que estés estudiando. Y, por supuesto, no lo tengas cerca (ni mucho menos en la misma mesa donde estés tratando de estudiar).
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