La denominada como la nutrición celular es un tipo de nutrición que se basa principalmente en suministrar al organismo los nutrientes esenciales que necesitamos cada día (vitaminas, minerales y aminoácidos), que no obtenemos de los alimentos y de la alimentación que sigamos diariamente.
Básicamente consiste en añadir estos nutrientes esenciales en la proporción y cantidad adecuados, de forma que no se conviertan en nutrientes perjudiciales para el cuerpo humano por un consumo excesivo.
No en vano, la propia nutrición celular comprende el conjunto de procesos mediante los que las células intercambian tanto materia como energía con su medio.
En este sentido, instituciones como el Instituto de Nutrición Celular Activa (I.N.C.A.), sostiene que investigaciones médicas llevadas a cabo en todo el mundo demuestran que tanto el aporte de cantidades óptimas de nutrientes como la corrección nutricional y alimentaria puede ser más que suficiente para mejorar determinados trastornos de la salud.
¿En qué consiste la nutrición celular?
Teniendo en cuenta que la nutrición celular se basa en el suministro de vitaminas, minerales y oligoelementos en proporción y cantidad adecuados, que nuestro organismo no obtiene de forma natural a partir de los alimentos, no hay duda que uno de sus principales objetivos es suministrar nutrientes naturales a cada persona según sus necesidades personales, consiguiendo el equilibrio orgánico que garantiza un estado de salud óptimo.
Dado que se puede correr el riesgo de excedernos en el consumo de estos nutrientes esenciales, es fundamental que el tratamiento indicado por la nutrición celular sea supervisada y controlada por un médico.
La nutrición celular sostiene que con los métodos de cultivo existentes actualmente, y con el periodo que transcurre entre su transporte y almacenamiento, finalmente se deterioran los nutrientes de los alimentos naturales, con lo que llegan a nuestras casas pero en cantidad de nutrientes inferiores.
Imagen | bradley j
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