A la hora de levantarnos por la mañana, se antoja muy importante fortalecer todo nuestro sistema inmunitario con el objetivo de estar menos expuestos a gripes y resfriados que tanto solemos coger debido al constante cambio de temperaturas.
En este sentido, cabe destacar que tenemos a nuestra disposición todo tipo de zumos y jugos que podremos tomar en cualquiera de nuestros desayunos y que encima resultan ser complemente deliciosos.
Un claro ejemplo de esto lo encontramos con el zumo de pomelo, que podremos preparar de una forma muy sencilla desde la cocina de nuestra casa si seguís todos los pasos que os vamos a relatar a través de las siguientes líneas, utilizando para su elaboración el maravilloso y exquisito pomelo, una fruta que puede tener tantos seguidores como detractores (por su sabor fuerte y ácido).
En cualquier caso no hay duda que, además, se trata de una fruta ideal para aumentar las defensas. Pero antes que nada, primero vamos a detallar con detenidamente sus beneficios principales.
Conoce los principales beneficios del zumo de pomelo (toronja)
Dentro del jugo de pomelo podemos encontrar infinidades de propiedades que debéis tener en cuenta a la hora de consumirlo. A y continuación haremos un breve repaso por todas ellas para que así todo quede mucho más claro.
- Posee antioxidantes y un alto contenido en vitamina C. Por lo que se trata de un zumo que resulta de lo más beneficioso para tratar procesos víricos como esas gripes o resfriados que tanto sufrimos durante el invierno.
- Mejora la digestión. Es justamente en su textura amarga donde se encierra otra de las grandes ventajas del pomelo. Gracias a esta propiedad, disfrutaremos de una mejor digestión tras cualquier comida mientras que al mismo tiempo estimula de forma considerable las funciones del hígado.
- Evita la retención de líquidos. Como ocurre con muchas frutas, el pomelo es un potente diurético ya que está compuesto casi en totalidad por agua. De hecho, son muchas personas que lo toman para eliminar edemas o simplemente para perder peso.
Dos recetas de zumo de pomelo. ¡Para chuparse los dedos!
Tras haber conocido algunas de las propiedades más notorias del zumo de pomelo, a continuación vamos a ir a lo que verdad importa. Que no es otra cosa que contaros cómo hacer realidad las siguientes recetas de zumo de pomelo que con la que os vais a chupar los dedos.
Cómo hacer un jugo de pomelo
Para esta primera receta vais a necesitar primero dos piezas de pomelo junto a unos 100 gramos de miel o azúcar moreno. Una vez lo tengamos todo, haremos lo siguiente:
- En primer lugar lavamos bien los pomelos bajo el frigorífico para después cortarlos por la mitad.
- Hacemos uso de un exprimidor manual o eléctrico para sacarle todo su jugo.
- Lo vertimos en un vaso normal y le añadimos un poco de miel o azúcar moreno. Podéis tomar este zumo tanto en ayunas como en cualquier almuerzo o merienda.
¿Y sabéis lo mejor de todo? ¡Que una ración de zumo de pomelo solo tiene 15 calorías!. Además, puedes añadir otros ingredientes para aportar aromas y sabores diferentes. Por ejemplo, un ramito de romero resultará delicioso.
Receta de zumo de pomelo, naranja y manzana
Si lo que estáis buscando un zumo que sirva para recargar las pilas y que al mismo tiempo, pues seguro que el siguiente hecho con pomelo, naranja y manzana os va a ser de gran utilidad. Aunque primero, vais a necesitar una pieza de cada una de estas frutas junto a un poco de stevia.
- Pelamos toda la fruta, incluso toda la parte exterior blanca ya que es la que resulta ser más amarga. La cortamos en trocitos.
- La introducimos dentro de una batidora o licuadora. A continuación lo pasamos todo por un colador.
- Finalmente, solo queda servir este jugo en un vaso al que podréis añadir un poco de stevia para endulzarlo un poco. Tras esto, solo queda que lo disfrutéis en cualquier de vuestros desayunos o meriendas.
Contraindicaciones del zumo de pomelo
Sin embargo, no todo van a ser buenas noticias. Y es que el pomelo también tiene una serie de contraindicaciones que no hay que olvidar del todo. Y a través de este último párrafo os las iremos resumiendo.
- No se debe consumir en exceso con ciertos antibióticos. Esto se debe a que los flavonoides presentes en los pomelos provocan que no se metabolice de forma correcta la composición de ciertos medicamentos.
- Puede provocar acidez. Sobre todo si se toma en grandes cantidades ya que el ácido del pomelo provoca cierta irritación en la mucosa gástrica que tan importante es para llevar a cabo una correcta digestión.
- Puede irritar nuestras vías urinarias. Un consumo exacerbado de zumo de pomelo hará que vayamos al baño con mucha más frecuencia, una situación que puede ir dañando nuestras vías urinarias de forma paulatina.
Propiedades del zumo de pomelo, en resumen
El zumo de pomelo aporta propiedades ideales dentro de una dieta equilibrada. Para evitar esta pérdida de propiedades nutricionales lo mejor es consumirlo rápidamente según lo hayamos exprimido:
- Alto contenido en vitamina C, una vitamina antioxidante que además previene gripes y resfriados.
- Estimula las principales funciones del hígado.
- Activa y mejora la digestión.
- Útil en la eliminación de líquidos.
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