La berenjena es una de esas hortalizas que se caracterizan por tener un sabor de lo más intenso y delicioso que seguro que encanta a más de uno. De hecho, desde hace un par de décadas se ha convertido en una excelente guarnición para todo tipo de carnes y pescados y también se puede cocinar al horno, frita o rebozada para así realzar su sabor.
Los orígenes del ‘solanum melongena’ se remontan a alrededor de dos mil años atrás, más concretamente en la región sudeste asiático donde crecía cerca de países como Birmania o la India. Los árabes fueron los primeros en comerciar con ella a través del norte de África en plena Edad Media. Siglos más tarde, la introdujeron por España donde se empezó a cultivar a lo largo de toda la costa Mediterránea.
Sin embargo, el consumo de la berenjena no tuvo siempre una gran aceptación. Debido a que a que se desconocía cocinar de manera correcta por aquel entonces, al final resultó ser un fruto que causaba todo tipo de problemas digestivos.
Aunque en la actualidad, su ingesta se ha estandarizado que es posible encontrarla tanto en la gastronomía mediterránea como en otras más exóticas como la japonesa.
Conoce los múltiples beneficios de la berenjena para la salud
En definitiva, la berenjena es una hortaliza que se puede utilizar en cualquier plato y que de hecho hay que tener muy en cuenta debido a la gran cantidad de beneficios que nos aporta para la salud. ¿Os gustaría conocer algunos de ellos? Pues a continuación haremos un extenso repaso para que así los conozcáis en profundidad:
La berenjena es hipocalórica
La berenjena es una de esas tantas hortalizas que apenas tiene calorías y también está libre de grasas. Por ello, podéis tomar esta verdura sin estar con el miedo de que vayáis a descuidar vuestra línea. De hecho, se suele recomendar su consumo a todas aquellas personas que tienen el colesterol alto (gracias a su alto contenido en terpenos) o sufren de obesidad.
De esta forma, lo mejor es optar por formas de cocción más sanas y saludables, evitando especialmente las frituras. Una buena opción, por ejemplo, es optar por las berenjenas al horno, deliciosas y muy nutritivas.
Muy rica en antioxidantes
Esta hortaliza es también una fuente inagotable en flavonoides, una serie de pigmentos que crean una especie de película protectora en las células y que nos van a ayudar a reforzar todo nuestro sistema inmunológico. Esta es una premisa a tener muy en cuenta en invierno, donde las bajas temperaturas están a la orden del día.
Así que si necesitáis fortalecer vuestras defensas, tomad berenjenas con el objetivo de manteneros alejados de gripes o resfriados.
Es una gran fuente de fósforo, hierro, potasio y calcio
Al igual que ocurre con cualquier hortaliza, la berenjena es también muy rica en minerales como pueden ser el hierro, fósforo y calcio. Todo estos son nutrientes esenciales para fortalecer todo nuestro organismo y también para mejorar todo nuestro sistema nervioso que va a tener una repercusión de lo más positiva en nuestro estado de ánimo.
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Inhibe las células cancerígenas del estómago
Otro de los grandes beneficios de las berenjenas es que son capaces de inhibir las células cancerígenas que se pueden acumulan por todo nuestro estómago e intestino, más concretamente en el colón. Por ello, se recomienda su consumo si queremos mitigar los síntomas de los tumores.
¿Cómo podemos tomar berenjena? Aquí algunas ideas
Otra de las ventajas de las berenjenas es que se pueden degustar de múltiples formas diferentes aparte de la más convencional (que es simple en rodajas a modo de acompañamiento) Y es que existen también otras opciones como las que describimos a continuación:
- Zumo de berenjena. Sin duda una potente bebida que debemos probar al menos un par de veces a la semana si sufrimos de retención de líquidos, sobrepeso o problemas hepáticos. Es de lo más diurética y encima nos ayuda a combatir el insomnio.
- Aceite de berenjena. El aceite hecho de esta hortaliza es una opción a tener muy en cuenta para tratar problemas reumáticos donde tan solo habrá que aplicar este líquido de berenjena bien frío sobre la zona afectada.
Propiedades de las berenjenas, en resumen
Como te hemos comentado, si tienes problemas hepáticos, la berenjena será sin ninguna duda tu mejor aliada. Pero, si no es así, tampoco dudes en incluirla en tu cesta de la compra de manera habitual. Pero, ¿cuáles son sus beneficios más importantes?
Tiene muy pocas calorías y es una excelente ayuda tanto para el hígado como para la vesícula, tal y como podremos ir viendo detalladamente a lo largo del presente artículo.
No en vano, su concentración calórica es bastante discreta, siendo de apenas 20 calorías por cada 100 gramos. Eso sí, debemos tener en cuenta que tanto por su composición como por su textura en sí, tiende a absorber mucho aceite, por lo que lo mejor es que optemos por hacerla rebozada, al horno o asada, antes que frita.
Aunque no es un alimento especialmente rico en minerales ni en vitaminas, es adecuado para facilitar las digestiones, al contar con unos componentes que favorecen la función biliar y hepática; exactamente los mismos que le confieren ese curioso sabor amargo.
Ayuda a disolver las grasas, a prevenir la arteriosclerosis y a reducir el colesterol, y es rica en antioxidantes gracias a su piel.
Su aceite, igualmente beneficiosa para nuestra salud
Su aceite puede ayudar a mejorar problemas reumáticos, aplicado en frío sobre la zona dolorida. A su vez, un poco de pulpa de berenjena machacada podría aliviar e hidratar una quemadura leve. Ni qué decir de su zumo, que es un excelente diurético y sirve, por ejemplo, de remedio para combatir el insomnio.
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