El huevo ha sido a lo largo de la historia uno de los alimentos más consumidos por el ser humano. Su consumo empezó justamente con la crianza de las primeras aves de granja en algunas zonas de la India y del sudeste asiático hacia el año 3.000 a.C.
En plena época romana se convirtió también en un alimento muy preciado ya que se utilizaba en multitud de aperitivos y en la Edad Media incluso llegó a convertirse en uno de los mejores trueques a la hora de intercambiar cualquier mercancía. Su repercusión en esta época fue tal, que incluso muchos pintores como Leonardo Da Vinci, usaban la yema de huevo para pintar sus obras.
En la actualidad, y debido a la gran demanda que existe, la producción de los huevos ha crecido de manera exponencial gracias al avance de la tecnología y a la implatación de la luz artificial en las grajas. De hecho, se ha conseguido incluso modificar genéticamente a las gallinas con el único objetivo de que están sean mucho más productivas a largo plazo.
¿Cuáles son los nutrientes principales del huevo?
Ahora que ya hemos conocido en profundidad un poco de la historia del huevo, a continuación vamos ahondar en sus principales nutrientes para que así todo quede mucho más claro y al mismo tiempo se disipen algunos mitos que existen alrededor de este alimento.
Rico en proteínas de alta calidad
La clara del huevo tiene una composición del 88% exclusivamente de proteínas, mientras que el 50% de la yema está hecha de agua junto a otras proteínas y lípidos. Ambos nutrientes nos aportan todos esos aminoácidos esenciales un correcto funcionamiento de todo nuestro metabolismo y una óptima distribución de todos los nutrientes a través del organismo.
Alto contenido en grasas insaturadas
Se ha demostrado que el huevo es también un alimento que tiene un alto índice de grasas insaturadas. Asimismo, también cabe destacar que contienen lecitina, un compuesto orgánico con el que es posible disolver las grasas que se producen en las venas y arterias, por lo que es un gran aliado para combatir el sobrepeso.
Aporta vitaminas A y D
Continuaremos este epígrafe para hablar de que el huevo es también una fuente inagotable de vitaminas A y D. La primera de ellas aporta los carotenos necesarios para un correcto funcionamiento del corazón, mientras que al mismo tiempo evita todo tipo de cánceres como el de boca, pulmón y estómago. Por su parte, la vitamina D refuerza también nuestro sistema inmunitario, previene la osteoporosis y contribuye a la formación y crecimiento de los huesos.
Contiene multitud de vitaminas
El huevo también aporta todo tipo de vitaminas entre las que destacan el magnesio y potasio, dos nutrientes esenciales para un correcto funcionamiento del cerebro y decirle adiós al estrés y la ansiedad. También es rico en fósforo, hierro, sodio y zinc, minerales esenciales para un desarrollo óptimo de nuestros músculos y huesos.
Composición nutricional de los huevos
- Calorías: un huevo pequeño aporta 69 calorías.
- Proteínas: 7,7 g.
- Grasas: 6,66 g.
- Agua: 44,8 g.
- Colesterol: 245 mg.
- Vitamina A: 136 mg.
- Vitamina E: 1,2 mg.
- Fósforo: 128,9 mg.
- Hierro: 1,2 mg.
- Magnesio: 7,3 mg.
- Sodio: 85 mg.
- Zinc: 1,3 mg
Aspectos a tener en cuenta a la hora de consumir huevos
Una vez conocidos en profundidad los valores nutricionales del huevo, procederemos a cerrar este artículo para hablaros algunos de los aspectos a tener en cuenta sobre tiene este alimento:
- Se debe evitar tomar crudo. Debido a que los huevos vienen directamente de un ave como la gallina, es normal que este contenga todo tipo de bacterias en su interior. Por ello, debemos evitar tomarlo crudo para así evitar contraer salmonelosis.
- Un huevo al día no es malo para la salud. Siempre hemos tenido la idea preconcebida que una ingesta masiva de huevos puede resultar peligroso para los niveles de colesterol en sangre. Pero esto no es del todo así. Si lo tomamos escalfado o pochado sin freírlos, podremos beneficiarnos de su alto contenido proteico y vitamínico sin riesgos reales para nuestra salud.
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