Aunque el café sea una de las bebidas más consumidas del mundo, estimándose que cada año se beben alrededor de 400.000 millones de tazas de café, no gusta a todas las personas. De hecho, mientras que algunas personas optan por no tomarlo precisamente porque no les gusta, otras simplemente no lo hacen porque son sensibles o muy sensibles a la cafeína (conoce más sobre los efectos de la cafeína en la salud); o porque su consumo está contraindicado.
En estos casos una buenísima solución, sobretodo para quienes disfrutaban del sabor de una buena taza de café y ahora simplemente no pueden consumirlo, es optar por los sustitutos del café, que en definitiva se convierten en excelentes alternativas saludables, con aroma y sabor parecidos pero sin cafeína.
Una alternativa interesantísima es la achicoria, dado que desde hace incluso muchísimos años ya se viene utilizando como sustituto, con sabor intenso y aspecto algo más claro, y que además aporta todas las cualidades, propiedades y beneficios que aporta la raíz de achicoria.
Ingredientes para hacer café de achicoria
- 1 puñado de raíces de achicoria (secas)
- Agua
¿Qué necesitas para hacer el café de achicoria?
Además de los ingredientes indicados en el apartado anterior, necesitas:
- 1 molinillo (por ejemplo, 1 molinillo de café)
- 1 cazo
- 2 tazas de agua
- 1 cuchara
- 1 colador
Pasos para hacer café de achicoria
- Una vez obtengas las raíces de achicoria, límpialas bien.
- Ponlas en la bandeja de horno, y tuéstalas a temperatura moderadamente caliente.
- Una vez tostadas déjalas enfriar.
- Con ayuda de un molinillo (que puede ser el molinillo de café), muele las raíces hasta que se conviertan en un polvo fino.
- Pon 1 o 2 cucharaditas de este polvo fino de raíz de achicoria en una taza.
- Ahora pon el equivalente a una taza de agua, y lleva a ebullición.
- Cuando empiece a hervir incorpora el agua a la taza donde has reservado el polvo fino de raíz de achicoria.
- Mezcla bien con ayuda de una cuchara, y deja reposar entre 5 a 10 minutos.
- Finalmente cuela, y vuelve a servir en una nueva taza.
Si lo deseas puedes endulzar al gusto y añadir leche, lo que se convertirá en un café de achicoria con leche.
Imágenes | Marina / Quinn Dombrowski
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