La protección de la piel es fundamental siempre que vayamos a salir a la calle, y no solo cuando tomamos el sol en la playa o en la piscina. En este sentido, el cáncer de piel se caracteriza por ser un tipo de cáncer en realidad de fácil prevención, siempre y cuando se sigan los consejos de protección y de prevención adecuados, fundamentalmente porque si no protegemos nuestra piel el riesgo de sufrir un cáncer cutáneo aumenta de manera considerable y peligrosa, dado que la exposición de forma prolongada y continuada a los rayos del sol se convierte en un riesgo de contraer este tipo de cáncer.
Entre los distintos y diferentes tipos de cáncer de piel, el melanoma se caracteriza por ser uno de los más graves, ya que se trata del causante de la mayoría de muertes relacionadas con el cáncer de piel, sobre todo por ser altamente invasivo, por presentar una gran capacidad de generar metástasis, y por su rápido crecimiento, de ahí que el único tratamiento médico efectivo sea la resección quirúrgica del tumor primario antes de que alcance un groso mayor de 1 milímetro.
¿Qué es el melanoma?
Con el nombre de melanoma se conoce a una serie de tumores melánicos o pigmentados, que generalmente se originan en la piel (son conocidos en este caso como melanoma cutáneo), aunque también pueden surgir en otras superficies del cuerpo, como por ejemplo en la capa coroides del interior de los ojos, o en la mucosa de la boca, de la vagina o del recto.
Se origina a partir de los melanocitos, las cuales son células responsables de la elaboración de un pigmento conocido con el nombre de melanina, responsable de nuestro color de piel, pelo y del iris de los ojos. Es decir, el melanoma aparece cuando las células melanocitos se convierten en malignas.
La prevención del melanoma: consejos útiles
Debemos tener en cuenta que el sol es el principal factor de riesgo para el desarrollo de un melanoma. Por tanto, es fundamental seguir una serie de consejos útiles y de medidas básicas cada vez que nos exponemos a los rayos solares.
Utiliza protector solar
El uso del protector solar es siempre de vital importancia, sobre todo cuando utilizamos un fotoprotector solar adecuado según nuestro fototipo de piel. Es fundamental aplicar el protector solar antes de la exposición al sol, así como renovarlo frecuentemente, especialmente si nos encontramos en la playa o en la piscina, y más aún después de cada baño.
Evita las horas de mayor intensidad
A lo largo del día existen determinadas horas en las que los rayos ultravioleta tienden a ser más agresivos, ya que inciden de forma más directa sobre nuestro cuerpo. Se debe evitar la exposición entre las 12h y las 16h, además de que la exposición solar siempre debe ser progresiva, más aún si son los primeros días en que comenzamos a tomar el sol en el año.
Sécate bien después del baño
Cada vez que salgas del agua del mar o de la piscina es importantísimo que te seques bien luego de cada baño. ¿Por qué? Fundamentalmente porque se produce lo que se conoce como efecto lupa de las gotas de agua, lo que favorece la aparición de las quemaduras solares, a la vez que disminuye la eficacia de los protectores solares (aún cuando éstos sean resistentes al agua).
Protégete los ojos y la cabeza
Aunque utilices un protector solar de forma adecuada, y lo renueves con frecuencia, tampoco podemos olvidarnos de nuestros ojos y de nuestra cabeza. Es fundamental utilizar gorras así como gafas de sol con cristales homologados, capaces de filtrar tanto los rayos UVA como los UVB.
Hidrátate de forma adecuada
A pesar de que, por sí mismo, no se trata de un consejo para la prevención del melanoma, debes hidratarte de forma adecuada y beber agua en abundancia y frecuentemente, ya que el sol deshidrata nuestro cuerpo con suma facilidad. En este sentido, debes vigilar especialmente a los niños y a las personas mayores, cuya necesidad de agua es aún más importante.
Mantén un especial cuidado con los niños
Es importantísimo no exponer a insolación directa a los niños menores de tres años, y evitar las horas más peligrosas del día. Incluso cuando vayas a la playa con los niños en las horas más débiles del día, es fundamental proteger su piel con un fotoprotector de alta protección. Además, cada vez que se bañen en el agua es fundamental protegerlos con una camiseta seca y opaca.
Imágenes | ISTOCKPHOTO/THINKSTOCK
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