Entre las plantas y hierbas medicinales depurativas más conocidas y populares que existen es bastante probable que el diente de león sea una de las más utilizadas. Y no precisamente porque esta delicada hierba apareciera como protagonista al comienzo de Ice Age, cuando dos rinocerontes se debatían entre quién de los dos se la iba a comer.
Sea como fuere, aunque muchos la consideran como una hierba incómoda y molesta porque crece con facilidad en muchos jardines, o en los bordillos de las carreteras, lo cierto es que nos encontramos ante una planta con interesantes beneficios medicinales y propiedades curativas.
Su nombre deriva de las pequeñas hojas recortadas que posee, aunque seguramente sea más fácilmente distinguible no por sus hojas, sino por su fruto, un aquenio que posee de un vilano con forma esférica y plumoso, que al soplarlo tiende a salir volando hasta desaparecer. Sus flores son también muy conocidas, al tener flores de color amarillo muy características.
Sobre sus distintos beneficios, se trata de una planta muy diurética con capacidad para ayudarnos a evitar o reducir la acumulación de líquidos (en especial la incómoda retención de líquidos), siendo a su vez útil para eliminar toxinas acumuladas en nuestro organismo. Por otro lado, se convierte en una excelente opción natural a la hora de depurar nuestro hígado, a la vez que es adecuada para favorecer y mejorar la digestión al aumentar la secreción de la bilis.
Una opción recomendada a la hora de disfrutar de sus distintas cualidades es optando por una infusión de diente de león, la cual es muy fácil de preparar ya que solo necesitamos calentar una taza de agua en un cazo hasta que llegue a ebullición, luego apagar el fuego y dejar en infusión una cucharadita de diente de león durante 5 minutos, colar, servir y beber.
Sin embargo, como ocurre con muchas plantas y hierbas con acción medicinal, no siempre es adecuado ni recomendable consumir diente de león, por lo que antes de tomarla es necesario conocer qué contraindicaciones posee. Te las desvelamos.
Cuándo no es recomendable tomar diente de león
No se aconseja el consumo de diente de león en los siguientes casos, situaciones y afecciones:
- Cálculos biliares: ya que el diente de león actúa como colagogo (es decir, estimula la vesícula biliar aumentando la producción de bilis), no es recomendado en personas con piedras o cálculos en la vesícula dado que puede causar molestos y dolorosos cólicos biliares.
- Piedras en los riñones: dado que los cálculos renales son causadas principalmente por oxalatos, las hojas de diente de león contienen una gran cantidad de oxalatos. Por ello no es adecuado su consumo en personas con piedras en los riñones.
- Acidez estomacal: al presentar la capacidad de aumentar los jugos gástricos, el diente de león no es en absoluto adecuado para personas con acidez de estómago o con reflujo.
- Úlcera de estómago: como ocurre con la acidez de estómago, en caso de úlceras estomacales tampoco se recomienda su consumo. El motivo es el mismo: aumenta los jugos gástricos.
- Alergia: no se recomienda el consumo de diente de león ni de productos con esta planta en personas que presenten alergia a la familia de las compuestas.
- Consumo de determinados medicamentos: no se recomienda su consumo en caso de personas que tomen medicamentos de litio o aquellos utilizados para aumentar las cantidades de potasio en el organismo. Tampoco es aconsejable ante el consumo de antibióticos, al disminuir su absorción.
Como vemos, aunque el diente de león sea una planta medicinal con increíbles beneficios y propiedades también presenta determinadas contraindicaciones, lo que significa que siempre debemos atender a sus efectos para conocer cuándo sería aconsejable o no su consumo regular.
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