Si te gusta el dulce, y los sabores dulces, es bastante probable que cada día utilices distintos azúcares con el fin de endulzar tus comidas o bebidas favoritas. Por ejemplo, es muy habitual el uso del azúcar blanco (también conocido como azúcar común) para endulzar bebidas como el café o el té, y también en la elaboración de postres en la cocina.
No obstante, ¿sabías que existen distintos tipos de azúcar? Así, sobre el consumo de azúcar, la propia Organización Mundial de la Salud ha advertido -y alertado- en muchas ocasiones respecto al elevado consumo de azúcares en la alimentación de muchos países; y lo que es aún peor, en la alimentación infantil, convirtiéndose en una causa directa de la peligrosa epidemia de obesidad y sobrepeso que afecta a muchos niños hoy en día.
Uno de los principales problemas del azúcar, sea cual sea el tipo o la variedad, es su elevado consumo, de manera que tendemos a superar la cantidad de azúcar recomendado como máximo por día. Por ejemplo, la OMS aconseja que la cantidad máxima diaria no debería superar el 10% de las calorías ingeridas (tanto en personas adultas como en niños), lo que significaría no consumir más de 12 cucharillas de azúcar por día.
Por ejemplo, para una dieta de 2.000 calorías se aconseja no superar los 50 gramos de azúcar por día. Sin embargo, ¿sabías que en Europa es habitual que el consumo diario alcance los 100 gramos de azúcar?. Las consecuencias son más que evidentes: sobrepeso, obesidad, enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2…
Por tanto, conocer cuáles son los distintos tipos de azúcar que podemos consumir cada día para endulzar nuestros alimentos y bebidas es fundamental, especialmente si nos interesa descubrir cuáles son las opciones más saludables. Aunque no hay duda que lo mejor es alejarnos del azúcar sea cual fuere la variedad, y vivir sin añadir azúcar a nuestra dieta.
Todos los tipos de azúcar
Lo cierto es que dependiendo del grado de refinado que tenga el azúcar podremos distinguir diferentes variedades de azúcar. ¿Y en qué consiste el refinado? Básicamente el refinado se trata del proceso de transformación tanto de la caña como de la remolacha en azúcar.
El refinado posee distintas etapas, en las que el producto es lavado, triturado, cocido, filtrado, evaporado y centrifugado. Con ello, es evidente que cuanto más refinado sea un azúcar mayor cantidad de vitaminas y minerales perderá. O, lo que es lo mismo, cuanto mayor es el refinado del azúcar menor será su aporte de nutrientes.
El azúcar blanco
El azúcar blanco consiste en un tipo de azúcar que, como te indicábamos, procede de la remolacha azucarera o de la caña de azúcar. Es un endulzante muy refinado, de manera que se obtiene una sacarosa sin nutrientes esenciales ni fibra (por ello se conoce que aporta solo calorías vacías). Es decir, es un producto refinado al cien por cien.
Tiene un sabor más neutro, con un poder endulzante bastante amplio. Sin embargo, dado que nuestro organismo necesita de algunos nutrientes para su metabolización, por lo que no solo aporta calorías vacías, sino que puede incluso «robarnos» nutrientes de nuestro cuerpo, pudiendo causar un déficit de vitaminas del grupo B y algunos minerales como el magnesio y el calcio.
El azúcar integral
Se trata, por así decirlo, de un tipo de azúcar «más natural», en comparación con el azúcar blanco, ya que es azúcar de caña que no ha sido refinado ni transformado, motivo por el que posee un color más oscuro y un aspecto más pegajoso.
Tiende a conservar todos sus nutrientes esenciales, motivo por el cual tiende a ser popularmente conocido como una «opción más saludable», en comparación con el azúcar blanco o refinado. Sin embargo, las cantidades son pequeñas y no compensa sus efectos en la salud, además de que tiende a pasar por el mismo proceso que el azúcar blanco, siendo su única diferencia que no son separados la melaza de los cristales.
Es habitual encontrarlo en tiendas ecológicas o herbolarios, porque aparentemente es vendido como una opción más sana. No obstante, el azúcar de caña integral es igual de poco recomendable que el azúcar blanco.
El azúcar moreno
Se trata de un azúcar de caña refinado, que se diferencia de la opción conocida como «integral» en que sí ha sido refinado, de manera que encontramos en él un 95% de sacarosa.
Desde un punto de vista nutritivo posee cantidades pequeñísimas -casi insignificantes- en vitaminas y minerales, y posee un color oscuro y una apariencia o textura pegajosas.
El azúcar mascabado
Nos encontramos ante otra variedad de azúcar que dependiendo de su grado de cocción puede ser azúcar mascabado moreno o rubio, muy utilizado para la elaboración de distintos postres y dulces. Por ejemplo, es muy común su uso para endulzar y azucarar postres populares como crepes o gofres.
Básicamente es un tipo de azúcar que proviene del refinado del sirope de remolacha.
El azúcar glas
No se trata de otro tipo de azúcar diferente, si lo comparamos con otras opciones como el azúcar moreno o el azúcar integral. Al contrario, básicamente consiste en azúcar blanco el cual es muy molido, obteniéndose un polvo muy fino.
Al igual que el azúcar mascabado es también usado en la elaboración de postres y dulces.
La panela o rapadura
La panela se trata de otro endulzante conocido, y muy popular sobre todo en algunos países como Colombia, Venezuela o México. Poco a poco también llega a nuestro país, donde está aumentando su consumo por ser -a su vez- igualmente conocido como otra «opción saludable».
Básicamente consiste en un azúcar de caña integral, de aspecto granuloso. Su particularidad es que es el jugo de caña secado. Es decir, es un tipo de azúcar que se somete a un proceso de secado antes de pasar por el proceso de purificación, convirtiéndose luego en azúcar moreno.
Destaca por ser un producto orgánico de origen cien por cien natural, que aporta más vitaminas y minerales en comparación con cualquier otro tipo de azúcar. Sin embargo, eso no significa que sea saludable, simplemente que es un endulzante que aporta algunos nutrientes. Por tanto, de utilizar algún endulzante es una opción más aconsejable.
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