Si te apasionan las judías tanto como a nosotros probablemente sepas que, en la mayoría de las ocasiones, es posible tomarlas tanto verdes como secas. Se convierten, de hecho, en un alimento sumamente versátil en la cocina. Tanto, que podemos encontrar una amplísima diversidad de recetas que nos brindan la posibilidad de disfrutarlas fácilmente en la cocina. Y, además, entre las diferentes variedades a elaborar, nos encontramos con la maravillosa judía mungo.
Se trata de una judía proveniente directamente de la India. Es conocida científicamente con el nombre de Vigna radiata, y es un tipo de legumbre que también es conocida con otros nombres, como: soja verde, poroto chino, loctao o poroto mung. No obstante, la denominación de soja verde no es en realidad adecuado, ya que no se encuentra emparentada con la soja. Incluso también es posible encontrarla en muchos herbolarios como «germinado de soja».
Además, a pesar de su diversidad de denominaciones, ¿sabías que se trata de una de las legumbres más nutritivas que existen? Además, destaca por su facilidad de digestión, algo que sin duda alguna es de agradecer.
Cuáles son los beneficios de la judía mungo
Como te comentábamos brevemente en las líneas anteriores, la judía mungo destaca por ser una de las leguminosas más fácilmente digestivas. Pero esta no es la única cualidad que encontramos en esta maravillosa y exquisita legumbre.
De hecho, es una excelente fuente de proteínas de buena calidad. Concretamente, 100 gramos de judías mungo aportan alrededor de 25 gramos de proteínas. En este sentido, gracias a que contiene una proteína de fácil digestión, suele digerirse mejor, y ocasionar una menor cantidad de incómodas y molestas flatulencias.
Mientras que aporta algo de hidratos de carbono (los cuales son carbohidratos complejos) y una baja cantidad de grasas, destaca a su vez por su contenido en fibra (alrededor de un 16% aproximadamente).
También es rica en minerales como el magnesio, fósforo, hierro y manganeso. A su vez, aporta potasio, por lo que ayuda a regular la presión arterial de forma totalmente natural. Y, entre su contenido en vitaminas, es reseñable su aporte en ácido fólico -conocida a su vez como vitamina B9-, esencial durante el embarazo al ayudar a prevenir la formación de defectos congénitos en el bebé.
¿Cómo podemos cocinar la judía mungo o soja verde?
Muchos nutricionistas y chef señalan a la judía mungo como un ingrediente realmente noble en la cocina, no solo por su sabor y textura (ciertamente delicados), sino por su amplísima versatilidad. Además, tiende a impregnarse casi a la perfección tanto con los sabores como con los aromas del resto de ingredientes incluidos en la receta. De ahí su importancia.
Por todo ello, se trata de una legumbre ideal para cocciones lentas, como por ejemplo en potajes, guisos y estofados. Además, si deseamos disfrutar de un plato aún más completo, es ideal acompañarla con verduras, cereales integrales y currys.
Cocción sencilla de la judía mungo
Lo cierto es que la judía mungo se puede preparar y cocinar de forma sencilla, de la misma manera que -por ejemplo- preparamos otras legumbres y judías. En esta ocasión vamos a explicarte cómo cocinarlas para reservarlas y así utilizarlas en cualquier otra elaboración. Toma nota:
- Lávalas bien antes de ponerlas en remojo. Luego, en una proporción de 2-3 veces el volumen seco de las judías mungo, déjalas en remojo durante 24 horas aproximadamente. Al día siguiente elimina el agua del remojo y vuelve a pasarlas bajo el chorro de agua.
- Para conseguir que las judías mungo sean aún más digestivas, disponlas en una cazuela junto con agua y lleva a hervir durante 3 minutos. Apágalas, tápalas y déjalas en remojo unas 2 horas más.
- Ahora es el momento de la cocción final. Para ello, añade un trozo de alga kombu, añade 2-3 veces su volumen en agua, y cocina a fuego lento en agua fresca. Es necesario añadir agua fría durante la cocción, de vez en cuando, de esta forma evitarás que se cuarteen.
Potaje de judía mungo
Ingredientes:
- 500 g de judías mungo
- 2 zanahorias
- 1 cebolla
- 1 puerro
- 100 g de espinacas
- 200 g de arroz basmati (crudo)
- 1 diente de ajo
- Aceite de oliva virgen extra
- 1 hoja de laurel
- Sal
Elaboración:
- Pon las judías mungo en un cazo con agua, y deja en remojo durante 12 horas aproximadamente.
- Pela la cebolla y pícala muy finamente. Lava el puerro, córtalo y pícalo también muy finamente. Pela también el diente de ajo y pícalo igualmente, finalmente. Pon aceite de oliva en una sartén al fuego y saltea la cebolla, el ajo y el puerro hasta que estén perfectamente dorados. Reserva.
- Pela la zanahoria y córtala en rodajas. En una cazuela con agua al fuego pon la zanahoria y las judías mungo previamente remojadas. Cocina con el agua hirviendo, a fuego lento, durante 1 hora.
- Mientras tanto, en otra cazuela, pon a hervir el arroz. Recuerda la máxima para cocinar el arroz basmati correctamente: limpia bien el almidón quetrae el arroz, lavándolo varias veces con agua fría. Luego, cuando el agua salga clara, deja reposar durante 10 minutos. Para terminar, cubre el arroz con el agua y cuece durante 15 minutos.
- ¡Listo! Escurre tanto las judías mungo como la zanahoria, y sirve en platos.
Como vemos, la preparación de la conocida como soja verde es en realidad sumamente sencilla y fácil. Tanto, que poco varía de los pasos a seguir para la elaboración de cualquier otra judía o legumbre.
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