Dentro de la gran familia de los estrógenos considerados como de origen vegetal, que reciben el nombre de fitoestrógenos, destacan las isoflavonas de soja, ya que ocupan un lugar ciertamente preponderante.
Estas moléculas son extraídas de las semillas de soja, y tal y como veremos a lo largo del presente artículo, pueden constituir un tratamiento natural durante la menopausia, ya que aporta interesantísimos beneficios y cualidades para la salud de la mujer, al actuar de forma parecida a como lo hacen los estrógenos femeninos, aunque de manera más suave y leve.
¿Qué son las isoflavonas de la soja?
Consiste en un grupo de sustancias vegetales provenientes del grano de la soja que poseen una estructura bastante parecida a los estrógenos humanos. Por este motivo, las isoflavonas actúan de manera similar a como estas hormonas actúan sobre el organismo.
Particularmente, las isoflavonas que encontramos en los granos de la soja son polifenoles con capacidad fitoestrogénica, de manera que pueden comportarse de forma parecida a los estrógenos femeninos, a pesar de que no son estrógenos. Y, además, sus efectos tienden a ser algo más leves.
¿Qué beneficios aportan?
Las isoflavonas de la soja se convierten en una alternativa totalmente natural para corregir el déficit de estrógenos observado en las mujeres tanto premenopáusicas como menopáusicas.
Esto es así, porque el aporte de isoflavonas disminuye de forma significativa los sofocos (que de por sí son uno de los principales síntomas de la menopausia), y otros trastornos asociados.
Su acción estrogénica es suave, gracias a que poseen una estructura química similar a la que poseen los estrógenos femeninos, actuando en los mismos lugares que éstos, de forma que ayudan a suplir su papel.
No en vano, no se han hecho muchos estudios al respecto que ayuden a comprobar científicamente los beneficios de las isoflavonas de soja, pero hace algunos años, se llevó a cabo el primer ensayo clínico con mujeres españolas.
En él, se incluyeron a 190 pacientes que recibieron 1 cápsula de isoflavona de soja por la mañana y por la tarde durante cuatro meses. Al finalizar la investigación, se comprobó una mejora ciertamente significativa del número de sofocos.
¿Por qué son tan interesantes para la mujer?
Entre otras interesantes cualidades, lo cierto es que las isoflavonas de la soja aporta propiedades únicas para la mujer, siendo especialmente útil su consumo durante el periodo de la menopausia.
¿Por qué? Fundamentalmente por sus beneficios fitoestrogénicos, cualidad que se traduce en que ayudan de manera positiva a la hora de reducir los síntomas postmenopáusicos (1), como por ejemplo podría ser el caso de aliviar los efectos del conocido como síndrome climatérico (conjunto de síntomas que siguen a la menopausia como bochornos y sofocos, cefalea, ansiedad y depresión).
Además, se ha constatado científicamente que las isoflavonas de la soja ayudan a reducir el riesgo de osteoporosis (el cual aumenta de forma elevada durante y después de la menopausia) al mejorar la absorción del calcio (2), y evita el incremento del peso.
En el caso particular de la menopausia, se ha demostrado que las isoflavonas de la soja son capaces de reducir sus síntomas, gracias a que compensan la disminución natural de estrógenos que se produce durante esta etapa.
Pero sus cualidades no quedan aquí, ya que también ayudan a reducir el riesgo de sufrir determinadas enfermedades y patologías cuyo riesgo (si se permite la redundancia) aumenta durante el periodo postmenopáusico: disminuye los niveles de colesterol LDL y colesterol total -previniendo por tanto la aparición de enfermedades cardiovasculares (3)-, favorece una mejor absorción del calcio y además mejora las defensas.
Dónde encontrar isoflavonas de la soja y cuándo tomarlas
Si estás interesada -o interesado- en aportar isoflavonas de la soja a tu dieta, en realidad es sumamente sencillo y fácil, ya que solo es necesario añadir a nuestra alimentación diaria tanto soja como alimentos provenientes de esta. Eso sí, se aconseja optar siempre por soja y alimentos derivados de la soja ecológicos (o en cuyo etiquetado se especifique que son alimentos no provenientes de agricultura transgénica).
Por ejemplo, puedes optar por granos de soja enteros cocidos y frescos, o bien por derivados como:
- Tofu: Conocido popularmente como el queso de soja, se prepara con semillas de soja, agua y algún coagulante o solidificante para que adquiera una apariencia de bloque similar al del queso (de ahí su nombre).
- Salsa de soja: Condimento producido por la fermentación de las semillas de la soja con hongos como Aspergillus oryza y/o Aspergillus sojae.
- Tamari: Condimento producido por la fermentación de las semillas de la soja con distintos hongos, similar a la salsa de soja, pero que se elabora exclusivamente con soja, agua y sal.
- Leche de soja: Su denominación correcta debería ser bebida vegetal de soja. Se trata de una bebida que se elabora a partir de remojar, moler y filtrar los granos de la soja.
- Miso: Pasta obtenida por la fermentación de las semillas de soja.
- Tempeh: Producto alimenticio proveniente de la fermentación de la soja con el hongo rhizopus. Habitualmente se presenta en forma de pastel.
Siempre y cuando el consumo de alimentos de soja y derivados no esté contraindicado (precisamente por su aporte en fitoestrógenos), puedes añadir este tipo de alimentos a tu dieta diaria. ¿Y cuándo está contraindicado? Por ejemplo, en caso de problemas con la tiroides (hipotiroidismo, tiroiditis autoinmune subaguda y bocio difuso), problemas con la fertilidad o en caso de embarazo y lactancia materna.
También es posible encontrar cápsulas de isoflavonas de soja en herbolarios y tiendas de dietética especializadas. No obstante, en estos casos se aconseja siempre su consumo bajo supervisión médica.
Imágenes | Shutterstock
Estudios médicos consultados:
- (1) Mark Messina (2014). Soy foods, isoflavones, and the health of postmenopausal women. The American Journal of Clinical Nutrition.
- (2011). Isoflavones: effects on bone health, Climacteric.
- (3) (2015). Supplementation of Soy Isoflavones Improved Sex Hormones, Blood Pressure, and Postmenopausal Symptoms. Journal of the American College of Nutrition.
Otras referencias consultadas:
- Potter SM, Baum JA, Teng H et al (1998). Soy protein and isoflavones: their effects on blood lipids and bone density in postmenopausal women. The American Journal of Clinical Nutrition.
- Nagata C, Takatsuka N, Kawakami N et al (2001). Soy product intake and hot flashes in Japanese women: results from a community-based prospective study. Am J Epidemiol.
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