Los probióticos son microorganismos vivos que ayudan de forma muy positiva a la hora de incrementar y mejorar nuestra flora intestinal, donde encontramos distintas bacterias «buenas» que nos ayudan a la hora de disfrutar de una buena salud, ya que una alteración o desequilibrio en ésta nos puede llegar a perjudicar seriamente. Entre los probióticos más interesantes, que podríamos incluir en nuestra alimentación cuando sea necesario, es el kéfir.
Se trata de un maravilloso probiótico de origen natural, consistente en una bebida fermentada elaborada a partir de nódulos o granos, la cual posee una estructura polisacárida en la que encontramos en asociación simbiótica diferentes bacterias saludables, como por ejemplo podría ser el caso de estreptococos lácticos, Lactobacilus acidophilus, Lactobacilus brevis y Lactobacilus desidiosus.
Se elabora mediante la fermentación alcohólica y ácido-láctica de determinadas levaduras que también encontramos en su composición, entre las que destacan la Candida kephir o Sacharomyces delbruckii, y los gránulos o nódulos de kéfir se combinan tradicionalmente con leche o agua. Sin embargo, ¿sabías que puedes sustituir estos dos ingredientes por tu bebida vegetal favorita? Efectivamente, también es posible hacer kéfir con leche vegetal, la que más nos guste.
Ingredientes
- 3 cucharadas soperas de nódulos de kéfir hidratados
- 1 litro de leche vegetal
En su elaboración puedes utilizar cualquier bebida de origen vegetal que te guste, ya sea leche de almendras, de avena, de arroz, de avellanas o de sésamo, entre muchas otras.
Cómo hacer kéfir de leche vegetal
- En un frasco o botella de vidrio que tenga boca ancha pon el litro de leche vegetal.
- Agrega las 3 cucharadas de nódulos de kéfir hidratados. Tapa el frasco con un lienzo o tul y con una banda elástica, y deja reposar durante un total de 48 horas, a una temperatura no superior a los 18 grados. Si hace demasiado calor (por ejemplo porque lo estás preparando en verano), puedes conservarlo en la nevera.
- Una vez hayan pasado las 48 horas, cuela los nódulos con la ayuda de un colador o una bolsa de tela. Guarda los nódulos en el frigorífico para su posterior uso.
Recuerda que no es aconsejable lavar los nódulos de kéfir seguidamente una vez hemos elaborado el probiótico en forma de bebida. Es más recomendable hacerlo cada 15 días, y siempre con agua fría y que no tenga cloro (esto es, agua purificada).
Beneficios del kéfir de leche vegetal y contraindicaciones
El kéfir de leche vegetal es una opción interesante para veganos, vegetarianos e intolerantes a la lactosa, ya que para su elaboración se utiliza leche vegetal (o bebida de origen vegetal) en lugar de leche común, como ocurre también con el igualmente popular kéfir de agua.
Es una bebida rica en probióticos, lo que significa que nos aporta una buenísima cantidad de bacterias «buenas», las cuales nos ayudan a mantener y reforzar las que ya se encuentran presentes en nuestro sistema digestivo e intestinal -probablemente recuerdes ahora a la denominada como flora intestinal, tan importante y en muchas ocasiones tan olvidada-.
Pero no solo aporta probióticos, también aporta magnesio, fósforo, calcio, hierro, zinc y manganeso, además de vitamina B12 y K2, además de biotina y distintas enzimas beneficiosas.
Por su riqueza en probióticos ayuda a reforzar y mejorarno solo nuestra salud intestinal al curar inflamaciones intestinales, sino el sistema inmunológico, aumentando nuestras defensas de forma totalmente natural. Además, mejora la digestión y refuerza nuestra densidad ósea.
Contraindicaciones del kéfir de leche vegetal
No se aconseja el consumo de cualquier variedad de kéfir (entre el que también se encuentra el kéfir de leche vegetal) en caso de estreñimiento, cólicos intestinales o abdominales, flatulencias y gases, hinchazón abdominal y diarrea. Especialmente si es la primera vez que lo consumes, ya que el intestino tiende a adaptarse a su composición, lo que en un comienzo puede causar cierto malestar intestinal.
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