Si existe un probiótico cuya popularidad ha aumentado enormemente en los últimos años ese es casi sin ninguna duda el kéfir, una maravillosa bebida fermentada que se elabora a partir de la fermentación láctica-alcohólica de los gránulos o nódulos de kéfir, habitualmente con un líquido, ya sea leche, agua o alguna bebida vegetal (también conocida popularmente como leche vegetal). Sin embargo, ¿sabías que también es posible elaborarlo con jugo de uva?.
Se trata de un maravilloso kéfir de zumo de uva, la cual tiende a elaborarse de forma similar a como elaboramos nuestro kéfir de agua, con una diferencia: tendemos a añadirle jugo de uvas fresco, lo que le brindará cierto toque dulce que ayudará a contrarrestar su particular sabor ácido (el cual puede hacer que no guste mucho a algunas personas).
Su preparación, como comprobarás en la receta que te comentamos a continuación, es en realidad muy sencilla. Solo necesitas disponer de los nódulos de kéfir hidratados, agua y zumo de uvas.
Receta de kéfir de zumo de uva
Ingredientes
- 3 cucharadas de gránulos de kéfir hidratados
- 1/2 litro de agua mineral
- 1/2 litro de zumo de uvas
Cómo hacer kéfir de zumo de uva
- En un recipiente o botella de vidrio de boca ancha pon el agua, el zumo de uva y los gránulos de kéfir. Tapa con la ayuda de un tul o lienzo y una banda elástica, y deja que repose durante 48 horas, a temperatura ambiente por debajo de los 16 grados, o bien en la nevera si la temperatura ambiente es mayor.
- Pasado este tiempo retira la tapa y cuela la bebida. Obtendrás una maravillosa bebida cuya apariencia y textura te recordará al que posee una copa de vino espumoso. Delicioso.
Respecto al zumo de uvas, puedes utilizar jugo de uvas muy concentrado, independientemente de que éstas sean uvas negras, blancas o rosadas. Todo dependerá del sabor que desees obtener al preparar la bebida (y también el color que finalmente tendrá). Eso sí, es aconsejable que el zumo de uva que vayamos a utilizar para su elaboración no contenga ningún conservante ni aditivo añadido.
También es recomendable tratar de utilizar zumo de uvas recién exprimidas, lo que nos aportará una cualidad añadida: la inclusión de la microflora nativa que encontraremos en la piel de las uvas, especialmente cuando éstas se encuentran frescas y han madurado orgánicamente. Por tanto, lo más útil es optar por jugo de uvas orgánico, a ser posible con uvas exprimidas recientemente.
¿Qué beneficios nos ofrece el kéfir de zumo de uva?
Como ocurre con otras bebidas de kéfir elaboradas con agua, leche o bebida vegetal, el kéfir de uva también aporta excelentes cualidades para la salud:
- Nos ayuda a regenerar nuestra flora intestinal: como de buen seguro sabrás, la flora intestinal puede verse alterada por determinadas infecciones, y también por el consumo de determinados fármacos (como por ejemplo es el caso de los antibióticos). En este sentido, la presencia de bacterias «buenas» en el kéfir de zumo de uva nos ayudará positivamente a la hora de regenerar esta flora, y reforzarla.
- Aumenta y refuerza nuestras defensas: al regenerar nuestra flora gracias a su riqueza en bacterias «buenas» y otros microorganismos vivos, nos ayuda a reforzar nuestro sistema inmunológico, y por tanto nuestras defensas.
- Interesante en caso de afecciones digestivas: su consumo, como probiótico, es especialmente interesante en caso de gastroenteritis y episodios de diarrea.
A pesar de todas estas cualidades, no se aconseja un consumo excesivo ni en grandes cantidades de kéfir de zumo de uva, ya que puede conllevar algunos riesgos no tan positivos para la salud. Si tienes dudas, te recomendamos preguntar a tu médico si puedes o no consumir esta bebida probiótica.
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