La hipocondría es una enfermedad que a diferencia de otras enfermedades o afecciones no está dada por síntomas -por así decirlo- reales, sino que el paciente tiene una preocupación exagerada por su salud.
Esto quiere decir que por cualquier cosa tal como un lunar, una mancha en su cuerpo o un cambio de color en su piel, aquel que padece hipocondría puede pensar que padece de una enfermedad terminal y saca enfermedades imaginarias con carencia objetiva y empírica.
Explicado de otra forma: la persona que padece hipocondría cree que sufre alguna enfermedad o patología grave, siempre de forma infundada. Es decir, siente preocupación y miedo acerca de una enfermedad que puede padecer en esos momentos, o que puede sufrir en un futuro.
La hipocondría normalmente se asocia con una ansiedad elevada, y los que la padecen meditan comúnmente sobre sus síntomas, sean reales o imaginarios, llegando a percatarse de signos funcionales que normalmente se escapan de la conciencia.
A continuación revisaremos si la hipocondría se puede curar, qué es, sus síntomas y tratamientos.
¿En qué consiste?
La hipocondría es una actitud que el individuo adopta ante las posibles enfermedades que puede poseer en cualquier momento de su vida. La persona hipocondriaca a menudo es sometida a un análisis minucioso y preocupado, hecho por sí mismo, podría llegar a decirse que incluso obsesivamente, de sus funciones fisiológicas básicas.
De hecho la característica esencial para que la hipocondría de lugar en un individuo es la preocupación y miedo a padecer una enfermedad grave, o mejor dicho, tener la convicción de poseer una enfermedad grave, a partir de la sensación corporal u otro signo que aparezca en el cuerpo.
Ejemplos de estos signos en los hipocondriacos podrían ser tales como lunares, pequeñas heridas, tos, incluso latidos del corazón, movimientos involuntarios o sensaciones físicas no muy claras.
Ante cualquier indicio “anormal” en el cuerpo, ellos sentirán que padecen una enfermedad, aunque los médicos les aseguren que no presenta enfermedad alguna, la preocupación por lo general vuelve de nuevo.
Incluso los individuos que sufren de hipocondría pueden llegar a formar fenómenos psicosomáticos, es decir, dar lugar a una lesión orgánica que es causada por un origen psicológico, además la hipocondría puede llegar a afectar a los miembros de una familia, haciendo que estos sientan estar enfermos por cualquier tipo de detalles o sensaciones en sus cuerpos.
Cuáles son sus signos y señales
Los principales signos y síntomas que aparecen en una persona que sufre de hipocondría se pueden enumerar a continuación:
- Preocupación exagerada por la salud, dando lugar a síntomas, reales o imaginarios.
- Miedo a padecer una enfermedad grave.
- Convicción de padecer una enfermedad grave.
- Depresión.
- Dolor real causado por razones psicológicas, el cual hace al paciente creer que está seriamente enfermo, lo cual crea un círculo vicioso.
- Observación de supuestos síntomas imaginarios que realmente nada tiene que ver con las enfermedades de las que cree padecer.
¿Se puede curar?
El uso de psicofármacos es frecuentemente usado en el inicio del tratamiento para controlar los síntomas ansiosos que padece el paciente, paralelamente, se puede y es recomendable utilizar una terapia psicológica cognitivo-conductual, en la que se busca la perdida de angustia y el miedo a las enfermedades que el hipocondriaco siente.
Se le dice al que padece de hipocondría no acudir más a las consultas del médico ni a las urgencias hospitalarias y que no hable de salud ni enfermedad, así mismo, se le dice a la familia que debe ayudar al paciente, indicándoles que sufre una enfermedad severa, mas no la que el indica poseer, si no la hipocondría, y que deben ayudarlo de la mejor forma posible.
El uso de oxigenoterapia hiperbárica ha demostrado hacer que los pacientes que sufren del trastorno hipocondriaco muestren mejoría. Sin embargo, los pacientes son los que llevan el ritmo y frecuencia de las sesiones.
Uno de los tratamientos básicos es perder el miedo a la enfermedad y a la muerte. Ya que el paciente siente una sensación desagradable e incontrolable a la idea de estar enfermo, se hacen situaciones imaginarias donde el paciente imagina estar en estados temidos y evitados, así el paciente se acerca a estas sin angustia ni miedo.
El paciente luego de este tratamiento puede comenzar a reinterpretar sus sensaciones corporales y sentir también aquellas que son agradables o neutras y su cuerpo deja de ser una fuente de dolor o temor y se puede convertir en un generador de placer y confianza.
Luego se trabaja para que el paciente pueda enfrentar con éxito otros problemas que aparecen en su vida cotidiana: toma de decisiones difíciles, cambio de trabajo, separaciones, muertes y otras situaciones que de no ser manejadas correctamente por el paciente puede llegar a caer de nuevo en depresión y por ende hipocondría.
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