Las leches vegetales son bebidas sanas y naturales especialmente útiles dentro de una dieta variada y equilibrada, y pueden convertirse en una opción excelente cuando se sufre de intolerancia a la lactosa (muy común a día de hoy y que impide el consumo habitual de leche de vaca que no ha sido tratada para retirar la lactosa, el azúcar de la leche la cual se descompone en glucosa y galactosa gracias a la acción de la enzima lactasa).
En relación a las citadas leches vegetales, una de sus principales ventajas es que siguiendo los consejos básicos de elaboración y contando con los ingredientes suficientes necesarios, podemos prepararlas fácilmente en casa y disfrutarlas al momento. Sin contar –claro está- sus diferentes cualidades nutricionales.
En el caso de la leche de avellanas, se trata de una bebida vegetal que aporta prácticamente los mismos beneficios que la leche de almendras.
Beneficios de la leche de avellanas
La leche de avellanas es una bebida de origen vegetal que se obtiene a partir de las avellanas crudas o tostadas. Precisamente a la hora de elaborarla, se debe evitar utilizar avellanas que hayan sido fritas o preparadas con sal.
Es una bebida especialmente rica en vitamina E, una vitamina esencial que destaca por sus cualidades antioxidantes, ayudando a reducir los efectos más negativos de los radicales libres.
Respecto a su contenido vitamínico también debemos destacar la presencia de ácido fólico, esencial no solo para mujeres embarazadas sino para aquellas que deseen quedarse en estado, dado que previene defectos tanto en la placenta como en el propio feto (se aconseja de hecho que 3 meses antes del embarazo tanto la mujer como el hombre comiencen a tomar ácido fólico cada día).
Es útil en caso de colesterol alto, principalmente por su riqueza en ácidos grasos saturados, de manera que tomar cada día un vaso de leche de avellanas junto con el seguimiento de una dieta equilibrada y baja en grasas ayudará de manera positiva a reducir los niveles altos de grasas en sangre.
En lo que se refiere a su contenido en minerales, podemos nombrar nutrientes tan importantes como el calcio (de ahí que esta bebida sea un buen sustituto de la leche de vaca) y magnesio.
¿Cómo hacer leche de avellanas?
Ingredientes
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200 gramos de avellanas crudas o tostadas
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1 litro y medio de agua mineral
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1 pizca de vainilla
Preparación
Si utilizas avellanas crudas es conveniente que durante toda la noche anterior las mantengas en remojo en agua (lo que ayudará a que sean más digestivas). Al día siguiente elimina el agua y reserva las avellanas.
Aclara bien las avellanas en agua.
Durante 5 minutos licua las avellanas hasta que se forme un líquido cremoso de apariencia o color blanco.
Cuela la bebida con ayuda de un colador o una gasa de algodón.
Si lo deseas, puedes añadir una pizca de vainilla y azúcar para añadir sabor.
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Imágenes | Anna Loverus / Vrangtante Brun
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