Si bien es cierto que el melocotón es una fruta deliciosa, originario de China, que podemos encontrar en diferentes épocas del año (enero, junio, julio, agosto y septiembre) y sorprende por su riqueza nutricional al contener una gran cantidad de vitaminas hidrosolubles, cuando esta fruta es desecada sus beneficios nutricionales aumentan.
En este caso nos encontramos con el melocotón desecado, una fruta seca que muy habitualmente tiende a ser confundida con los orejones de albaricoque, pero que en realidad es la opción seca o desecada del melocotón (una variedad diferente a la anterior, ya que el melocotón procede de la especie prunus persica, y el albaricoque de la especie prunus armeniaca).
Las frutas desecadas consisten en un proceso de desecación –natural o artificial- que permite secar la fruta reduciendo su contenido en agua drásticamente, mientras que aumenta su contenido en hidratos de carbono simples y en nutrientes esenciales.
Propiedades nutricionales del melocotón desecado
A diferencia de los beneficios del melocotón, desde un punto de vista nutricional no hay duda que el melocotón desecado destaca por su altísimo contenido en hidratos de carbono (en su variedad simple).
También aporta interesantes cantidades de vitaminas (provitamina A, vitamina B3 o niacina y en una menor cantidad vitamina C), minerales (potasio, hierro, calcio y magnesio), y fibra soluble e insoluble.
Como sabes, la provitamina A se convierte en vitamina A, la cual es fundamental para la visión, la piel, el cabello, los huesos y el sistema inmunológico. Mientras que el magnesio mejora la inmunidad y además aporta un efecto laxante suave.
Precisamente por su contenido en hidratos de carbono simples, debemos destacar la presencia de vitamina B3 o niacina, la cual ayuda en el mejor aprovechamiento de estos hidratos de carbono.
Beneficios del melocotón desecado
Al igual que los orejones de albaricoque, el melocotón desecado es una fruta ideal cuando –por ejemplo- necesitamos un aporte extra de energía, gracias a su altísimo contenido en azúcares.
Por tanto, su consumo está nutricionalmente recomendado en deportistas, especialmente cuando se practica ejercicio físico intenso de larga duración, recomendándose a deportistas, excursionistas y montañeros en general.
También aporta fibra, de forma que su consumo regular ayuda a aliviar o prevenir el estreñimiento al mejorar el tránsito intestinal, a la vez que es útil para reducir los niveles altos de colesterol.
Gracias a su alto contenido en hierro su consumo está indicado –y recomendado- en personas con anemia ferropénica, de manera que se aconseja comerlo junto con alimentos ricos en vitamina C.
Imagen | ratexla
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