La musaka es un plato tradicional griego, puramente mediterráneo, que combina diversos ingredientes. También se extiende por otros países de Medio Oriente, y la base general de su elaboración son las berenjenas, carne picada de cordero, tomate, cubierto de una salsa blanca (bechamel, normalmente) y horneado con queso que suele fundirse y estar tostado.
La palabra es de origen árabe y proviene de saqqaʿa, ‘congelar, volverse blanco’, pero llegó a los idiomas de Europa Occidental a través del griego.
Suele tener forma de pastel, algo parecido a la lasaña, pero el toque importante es el ingrediente estrella que no puede faltar: la berenjena. Se suele servir en una cazuelita de barro para preservar el calor, aunque puede tomarse fría si se quiere en épocas algo más calurosas.
Un plato de moussaka puede tener sobre 520 calorías por ración y 31 g de grasa, pero es un plato nutritivo que lleva ingredientes sanos y ligeros.
Cómo hacer musaka (pastel de berenjenas griego)
Hay diversas variedades, en función del país de origen, pero la versión griega es la más conocida por todos. Y en esta lo normal es realizarla con 3 capas.
En la inferior se sitúan algunas rebanadas de berenjenas que se fríen antes; en medio, la segunda capa se rellena con carne de cordero o ternera picada y tomate; y la capa superior es la que corresponde a la bechamel, con queso espolvoreado encima. Todo se cuece en el horno y se sirve.
En la propia Grecia la musaka puede incluir también otros ingredientes como calabacines, patatas o champiñones. Y durante la Cuaresma puede elaborarse sin carne y salsas, basándose sólo en vegetales, tomate y migajas de pan.
Cuando hablamos de otras versiones, como la serbia o la búlgara, entonces suele haber patatas en vez de berenjenas. Mientras que la capa superior suele ser una mezcla de leche o crema, y huevo.
La berenjena, ingrediente principal de la musaka
La berenjena contiene un 92% de agua en su composición. Cuenta con minerales y vitaminas, tales como el potasio, el fósforo, el calcio, el magnesio y el hierro, mientras que contiene vitaminas A, B1, B2, B3, C y folatos.
Ayuda a reducir el colesterol y a prevenir la arteriosclerosis. También reduce los niveles de glicemia, lo cual es beneficioso para los diabéticos.
Algunas recetas
Siempre depende del número de comensales e ingredientes que uno le quiera añadir o quitar. Pero la receta más clásica lleva:
Ingredientes
- 6 berenjenas.
- 300 gramos de carne de cordero picada.
- 150 gramos de queso rallado que pueda fundirse.
- Huevos frescos.
- Tomate, salsa o bien la prepararemos nosotros.
- Albahaca.
- Cebolla.
- Nuez moscada.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal y pimienta negra recién molida.
Preparación
- Lavamos, pelamos y cortamos las berenjenas. Las escaldaremos en agua hervida. Luego les pondremos sal y las freiremos en la sartén con aceite de oliva.
- Sofreiremos la cebolla en la paella e incorporaremos la carne picada. Dejamos que se hagan y se cocinen, mientras vamos echando sal y nuez moscada. También añadimos queso rallado a la mezcla.
- Montamos la musaka en capas en una bandeja que nos servirá, luego, para poder ponerla en el horno. Primero ponemos una capa de berenjenas cortada a tiras, luego el preparado de carne, el tomate, batiremos los huevos y los verteremos sobre la última capa.
- Finalmente, pondremos la bechamel y queso rallado. Luego lo meteremos en el horno durante una media hora aproximadamente hasta que esté dorado y servimos.
Diferencias entre la lasaña y la musaka
Son dos platos bastante parecidos, pero hay diferencias entre ambos. Como hemos indicado, la musaka tiene su origen en Grecia, mientras que la lasaña no tiene un origen claro aunque Italia podría ser el lugar donde nació.
La musaka se prepara con carne de cordero, la lasaña puede llevar carne de diversos tipos y sobre todo verduras distintas, mientras que la base de la musaka es la berenjena. La lasaña se realiza con láminas de pasta que se intercalan con la carne, más la salsa bechamel y algunas verduras.
Son parecidas en que también cuentan con diversas capas, llevan verduras e ingredientes muy mediterráneos, se realizan con bechamel (la musaka no siempre), con tomate, queso rallado y se dejan cocer en el horno hasta que el queso se derrite. Son platos que se toman muy bien y están en la dieta de muchas personas por su alto valor nutricional.
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