Si vives en el Mediterráneo, o sigues una dieta equilibrada y variada basada en la dieta mediterránea, es bastante probable que ya hayas podido disfrutar de todo el sabor de los mejores tomates frescos, de ese llamativo color rojizo y ese delicado poder refrescante, ideal en ensaladas, acompañado de aguacate o con una torta de pan untada con aceite de oliva virgen extra. En definitiva, ¿quién podría resistirse?.
Se trata de un alimento cuanto menos delicioso, que desde un punto de vista más popular es sobre todo conocido con los nombres de jitomate o tomatera, mientras que su nombre científico original es Solanum lycopersicum. Pertenece a la familia de las solanáceas, y en la cocina es común consumido fresco y entero, o bien en salsa, puré, zumo o incluso deshidratado (por ejemplo, los populares tomates secos).
Su llamativo color rojizo nos brinda una idea de los distintos compuestos y sustancias beneficiosas que encontramos tanto en su piel como en su interior, en su carne. De hecho, podemos mencionar la presencia del licopeno, un antioxidante natural que además de potenciar y proteger las diferentes funciones del aparato reproductor masculino, también es capaz de prevenir el riesgo de cáncer gastrointestinal y de próstata.
Tanto si habitualmente consumes tomate, como si hasta ahora no eras tan consumidor pero te animas a descubrir algunas de sus cualidades más importantes, siempre es bueno –e interesante- conocer algo más acerca de para qué es bueno:
1. Para prevenir enfermedades cardiovasculares
A la hora de prevenir enfermedades cardiovasculares, el tomate destaca precisamente por su altísimo contenido en licopeno. Se trata de una sustancia natural con cualidades y beneficios antioxidantes, que presenta la capacidad de no convertirse en vitamina A, y ejercer un efecto protector frente a las enfermedades cardiovasculares.
2. Para prevenir la hipertensión
Si tienes hipertensión arterial no hay duda que el tomate puede convertirse en un alimento ideal que no podría faltar en tu dieta. Y es que además de su contenido en licopeno, también aporta potasio, un mineral que ayuda a prevenir la retención de líquidos y cuyo déficit repercute de forma negativa en la tensión arterial alta.
3. Para eliminar las toxinas del organismo
Además de su contenido en licopeno, el tomate también aporta glutatión, un componente con beneficios antioxidantes, que ayuda a eliminar los radicales libres, y resulta especialmente adecuado en la eliminación de las toxinas de nuestro organismo, sobre todo los metales pesados.
4. Para prevenir el cáncer de próstata
Se ha demostrado científicamente que los hombres que consumen tomates con regularidad poseen un riesgo menor de padecer cáncer de próstata, a la vez que el tomate ejerce un papel protector frente a este tipo de tumor. Esta cualidad la encontramos precisamente en el tomate gracias a su contenido tanto en licopeno como en glutatión. Al parecer, según los estudios realizados, ambos componentes serían capaces de unirse al tejido de la próstata, reduciendo el daño del ADN del tejido prostático.
5. Para cicatrizar heridas
Aunque son muchísimos los beneficios internos que nos aporta el consumo regular de tomates, ¿sabías que también es un alimento que nos ayuda de forma muy positiva a la hora de curar heridas, rebajar la inflamación y favorecer la cicatrización natural de éstas?. Solo necesitas machacar una hoja de tomate y aplicarla en forma de emplasto.
Comentar