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Piernas perfectas sin medias

Conseguir unas piernas perfectas puede acabar siendo sencillo, si sabes cómo. No obstante, en ocasiones es posible que no sigas las recomendaciones ideales, o que mantengas algunos hábitos, aparentemente inofensivos, pero que pueden acabar arruinando cualquier intento de conseguir -y disfrutar- unas piernas hermosas.

Y es que como ya vimos en un anterior artículo, en el que te ofrecíamos información acerca de ejercicios y tratamientos para unas piernas perfectas, la realidad es que pocas mujeres conocen a ciencia cierta que, tanto la alimentación o dieta que sigan diariamente, como el mantenimiento de una adecuada y correcta hidratación, son fundamentales para prevenir problemas comunes en las piernas, desde flacidez a arrugas, pasando por el exceso de grasa en la zona de los glúteos y de los muslos…

Piernas perfectas sin medias

¿Sabes para qué sirven las medias realmente?

Las medias (o pantimedias) son útiles para añadir una capa semi transparente de seda, o de nylon, para suavizar las piernas y ayudar, de manera positiva, a la hora de ocultar las imperfecciones. Y aún cuando han pasado décadas desde que fueran utilizadas por primera vez, y se volvieran enormemente populares entre las mujeres de la época, no hay duda que todavía hoy continúan estando muy de moda.

Especialmente aquellas medias que presentan textura, color y poseen un diseño verdaderamente cuidado y bonito, puesto que ayudan a proporcionar una imagen mucho más elegante y casi perfecta.

De hecho, para muchas el uso de las medias se convierten inevitablemente en una de las primeras opciones que consideran al preparar cualquier atuendo, ya sea para salir de día o de noche, gracias principalmente a su enorme versatilidad.

Se convierten en un accesorio común en la ropa de cualquier mujer. Muchas las utilizan debajo de los vestidos o de las faldas cuando las piernas son visibles, en particular por diferentes razones de estilo, como combinar colores, disminuir la necesidad de depilarse o afeitarse, o para crear una apariencia de tono de piel mucho más uniformes.

Principales beneficios de utilizar medias

Aunque no lo creas, el uso regular de medias proporciona interesantes beneficios para la salud, por lo que su utilización diaria, o de manera regular, puede ser útil no solo para vestir más elegante, o estar más guapa. A continuación te resumimos algunas de sus principales cualidades:

  • Prevenir la sequedad de la piel. Dado que las medias, por el tejido con el que han sido confeccionadas, suelen estar siempre cerca o muy cerca de la piel, son eficaces para atrapar tanto los aceites naturales como la humedad. Esto es aún más beneficioso si cabe durante los meses de otoño e invierno, cuando hace más frío, dado que la piel tiende a secarse como consecuencia de la baja humedad. No obstante, precisamente por este motivo no es muy aconsejable utilizar medias durante los meses de verano o cuando el clima está muy húmedo (de hecho, es muy probable que a 35 grados de temperatura lo menos que te apetezca sea ponértelas). Y es que puede acabar provocando que el sudor quede atrapado en su tejido, generando incómodas rozaduras y un molesto mal olor.
  • Prevenir las venas varicosas. Las venas varicosas son unas arañas vasculares que se muestran a través de la piel. Aunque los médicos no saben realmente por qué se forman, se cree que son causados principalmente por la existencia de vasos sanguíneos dañados. A menudo, los especialistas aconsejan el uso de medias de compresión para ayudar a fortalecerlas, y para reducir el riesgo de que la sangre continúe acumulándose en las piernas. En este sentido, las medias de moda podrían funcionar como una versión un poco más ligera, dado que tienden a ser lo suficientemente apretadas como para detener la hinchazón. 
  • Proporcionar calor. Dado que lo más habitual es utilizar medias en épocas frías, aunque por lo general están fabricadas con una tela más bien delgada, son tremendamente efectivas a la hora de atrapar el calor. De ahí que sean sumamente útiles para usar a temperaturas frías propias de finales del otoño y del invierno. Y todo ello gracias a que la tela se encuentra muy cerca de la piel, pudiendo atrapar el calor casi tan bien como por ejemplo lo harían tus pantalones preferidos.
  • Ayudan a mejorar la apariencia de la piel. Muchas mujeres las utilizan con el fin de reducir la aparición de flacidez, imperfecciones… y cuando el color de la piel de las piernas está pálido. Dado que vienen en una amplia gama de colores, muchas prefieren optar por una que coincida con el tono de su piel, o bien alterar completamente la apariencia del color de sus piernas, para que coincida casi a la perfección con el atuendo que llevan puesto. De esta manera, pueden utilizar faldas cortas y vestidos sin preocuparse de no haberse depilado, afeitado o bronceado, dado que siempre dispondrán de una imagen tan elegante como perfecta.

No deben ser confundidas con las medias de compresión

Cuando hablamos de medias, evidentemente, no nos referimos a las conocidas como medias de compresión, sino a las que habitualmente utilizas como una prenda más de vestir, cuando sales a la calle.

Cómo conseguir unas piernas perfectas sin usar medias

Siempre es un buen momento para intentar practicar deporte. No obstante, en especial en aquellos momentos en los que hemos permanecido algunos meses inactivos o donde la actividad física ha sido menor, es normal que te preocupe el estado y la apariencia de tus piernas, especialmente después de haber permanecido un tiempo -durante el otoño y el invierno- “escondidas” debajo de tus pantalones y medias.

La celulitis, por ejemplo, se tiende a volver mucho más visible a medida que vamos cumpliendo años, en particular en las mujeres. De hecho, los expertos estiman que acabará afectando a la mayoría de las mujeres en algún momento de sus vidas, independientemente de su condición física, edad y complexión física. Y es que esos hoyuelos tan temidos pueden acabar empeorando cualquier bonito atuendo o vestido de verano.

Por suerte, dado que no vas a utilizar medias en pleno mes de verano, es perfectamente posible disfrutar de unas piernas perfectas sin medias. ¿Cómo? Solo es necesario saber cómo cuidarlas para recuperar ese envidiable aspecto que tenían hace apenas unos años…

1. Remoja las piernas y relájate

Independientemente de que te des una ducha o te bañes, utilices agua fría o caliente, lo cierto es que el mejor momento del día para relajarte es ese. Aunque si utilizas agua tibia conseguirás abrir los poros de la piel, y no solo del rostro, también del resto del cuerpo, lo que facilitará el siguiente paso, particularmente si lo aplicas a todo el cuerpo: la exfoliación.

No solo eso. El agua es ideal para aliviar las piernas cansadas, ya sea en caso de que te encuentres literalmente agotada después de un día de duro trabajo, como consecuencia de una mala circulación sanguínea, o luego de haber practicado un poco de ejercicio físico. Si realizas estiramientos suaves mientras te encuentras en la ayuda, y además usas agua tibia, conseguirás aliviar muchos de los dolores musculares.

Eso sí, en caso de que sufras de mala circulación sanguínea, es posible que sientas algunos síntomas relacionados, y de manera regular, como dolor frecuente, entumecimiento, calambres y un incómodo y molesto hormigueo. Si te ocurre con frecuencia, la hidroterapia puede convertirse en una opción como tratamiento casi excelente.

Consejos para piernas perfectas

Por otro lado, sumergir durante 20-25 minutos en agua tibia las piernas, o los pies, te ayudará a que los vasos sanguíneos se expandan, permitiendo que la circulación sanguínea se recupere y continúe. Luego, una vez pasado este tiempo, sustituir el agua tibia por agua fría te ayudará a estrecharlos y tonificarlos.

No te pierdas: Mejores cremas efecto medias

2. Exfoliación corporal

Como probablemente sepas, la exfoliación no es solo un proceso de cuidado de la piel específico para el rostro. También existe la exfoliación corporal, que consiste en su utilización en otras zonas del cuerpo.

En este sentido, y una vez que hayas conseguido que los poros estén abiertos después de haberte bañado o duchado con agua tibia, la exfoliación suave será muchísimo más efectiva.

Aplícate un exfoliante corporal suave por las piernas, siempre con movimientos circulares y sin presionar mucho, para evitar daños innecesarios. Luego, retírate el exfoliante con la ayuda de un poco de agua tibia.Esto proporciona excelentes beneficios, puesto que si te exfolias las piernas al menos una vez por semana (al igual que, por ejemplo, haces con la piel del rostro), conseguirás eliminar las células muertas, revelar una piel perfectamente nueva y brillante, y además, evitará la formación de los dolorosos, molestos e incómodos vellos encarnados. Y es que cada vez que exfolias la capa superficial de la piel se reduce el riesgo de que crezca un pelo debajo de esa capa, o hacia adentro.

Un consejo: En caso de que tengas en mente depilarte inmediatamente, recuerda que no es recomendable exfoliarte justo antes de hacerlo. Al contrario, lo ideal es hacerlo al menos el día antes, o un par de días antes.

Cómo hacer un exfoliante casero para las piernas con sal

Aunque en el mercado existen una amplia variedad de exfoliantes corporales que puedes utilizar en las piernas, es posible que te apetezca optar por alguno que prepares fácilmente en casa. Si es así, lo cierto es que la sal se puede convertir en el ingrediente estrella.

Eso sí, lo más recomendable a la hora de hacerlo es optar por sal marina sin refinar, en lugar de la sal de mesa común, dado que puede acabar siendo demasiado abrasiva con la piel. 

Ingredientes: 2 tazas de sal marina sin refinar, ¾ de taza de aceite de oliva virgen extra o aceite de coco, 10 gotas de aceite esencial de lavanda.

Elaboración: En un recipiente de vidrio, perfectamente limpio y seco, pon la sal marina, el aceite vegetal de tu elección (recuerda que puede ser aceite de oliva virgen extra o aceite de coco) y el aceite esencial de lavanda. Cierra el recipiente, y agítalo bien hasta que todos los ingredientes estén bien combinados

Cómo usarlo: Solo tienes que masajearte suavemente la piel con este exfoliante, aplicándolo con movimientos circulares, cuando estés en la ducha. Para retirarlo, enjuágate con agua tibia. Eso sí, si lo utilizas en la ducha debes tener especial cuidado, puesto que puede hacer que la ducha se vuelva bastante resbaladiza.

Cómo hacer un exfoliante casero de azúcar para las piernas

En sustitución de la sal, el azúcar también puede convertirse en un ingrediente natural excelente para la elaboración de un exfoliante corporal suave, ideal para usar en las piernas.

Ingredientes: 1 taza de azúcar blanca o morena orgánica, ½ taza de aceite de oliva o aceite de coco, 10 gotas de aceite esencial de lavanda.

Elaboración: En un recipiente o tarro de cristal pequeño, de boca ancha, coloca el azúcar de tu elección, el aceite de oliva o de coco y las gotas de aceite esencial de lavanda. Cierra, mezcla todos los ingredientes y guárdalo hasta el momento que lo vayas a usar.

Cómo usarlo: Solo tienes que utilizar 1 cucharada según necesites cada vez que te encuentres en la ducha, y desees exfoliarte la piel de las piernas. Para ello, frótate la piel con esta maravillosa mezcla natural y, posteriormente, enjuágate con agua tibia. Conseguirás dejar la piel como la seda, y además prevendrás la piel seca.

Cómo hacer un exfoliante casero de café, ideal para las piernas

Aunque es probable que tengas azúcar y sal en casa, puede ocurrir que ya las hayas probado, y prefieras optar por otro exfoliante casero y natural. En este caso puedes utilizar el café, que grasas a la textura arenosa de los posos de café se convierte en un excelente exfoliante, útil para eliminar con suavidad las células muertas, rejuvenecer la piel y aumentar la circulación. Además, es enormemente útil para evitar o reducir al máximo la formación de la celulitis.

Ingredientes: ½ taza de café recién molido fresco, ½ taza de azúcar moreno, ½ taza de aceite de coco derretido y 1 cucharadita de extracto de vainilla.

Elaboración: En un cuenco mezcla el café recién molido con el azúcar moreno. Si el aceite de coco está sólido, derrítelo en el microondas calentándolo durante 15 a 20 segundos. Una vez esté en estado líquido, añádelo a la mezcla anterior y agrega el extracto de vainilla. Mezcla bien hasta que todo esté combinado. Si lo deseas, puedes guardarlo en un recipiente de cristal limpio que puedas cerrar de forma hermética.

Cómo usarlo: Solo tienes que frotar con suavidad la mezcla sobre la zona de la piel que desees tratar. Aunque la puedes usar en todo el cuerpo, es recomendable evitar el área alrededor de los ojos. Una vez aplicado mediante movimientos circulares, déjalo actuar durante algunos minutos. Finalmente, retira con agua tibia. Como ocurre con la receta de exfoliante de sal, debes tener cuidado si te lo aplicas en la ducha, puesto que el aceite puede hacer que el suelo esté bastante resbaladizo.

3. El momento de eliminar el vello: la depilación es mucho más adecuada

Si deseas disfrutar de unas piernas verdaderamente lisas y suaves, posiblemente sepas que, a la hora de eliminar el vello que crece en esta zona del cuerpo, el afeitado no se convierta precisamente en la mejor opción. Al contrario, hace que el pelo vuelva a salir más rápidamente a los pocos días, y además, el riesgo de irritación, escozor y otras incómodas molestias es muchísimo mayor.

Por tanto, la depilación con cera destaca por ser la mejor opción, especialmente para deshacerse del vello de las piernas. ¿Lo ideal? Acudir a la consulta de un especialista, para disfrutar con ello de una atención experta y obtener el mejor resultado posible. En caso de no ser posible, solo tienes que acudir al supermercado, o a tu tienda de belleza preferida, y elegir tu propio kit de depilación (particularmente si ya cuentas con experiencia en depilarte).

La cera dura, por ejemplo, es útil para áreas grandes como por ejemplo es el caso de las piernas, dado que ofrece la posibilidad de controlar la extensión, y además, es sumamente sencilla y práctica de usar. Además, no se requiere el uso de tiras de muselina.

Cómo aplicarte la cera de depilación: Solo tienes que calentar la cera dura, por ejemplo en una cacerola al fuego, y asegurarte de que las piernas están secas. Aplícate la cera en capas gruesas, con cuidado de no quemarte, y espera hasta que se vuelva firme. Una vez haya adquirido esta textura, tira con cuidado de no lastimarte. Disfrutarás de una piel suave en poco tiempo. Eso sí, no te olvides de utilizar una loción para después de la depilación, útil para cerrar los poros, calmarla, limpiarla e hidratarla.

En caso de que no desees depilarte, puedes optar por la depilación láser. Se convierte en una opción duradera de depilación que daña o destruye el folículo piloso, para evitar que el vello vuelva a crecer de raíz. Pero es necesario que el procedimiento sea llevado a cabo por un especialista con experiencia, puesto que aunque el folículo esté dañado, si no ha sido destruido durante el proceso, el cabello puede volver a crecer de nuevo. De ahí que nos encontremos originalmente ante una depilación a largo plazo, y no permanente como se creía en un principio.

Durante el procedimiento, el especialista dirige un láser de luz hacia el pigmento en los vellos individuales. Esta luz viaja por el tallo del cabello, hasta el folículo piloso. Luego, el calor de la luz láser lo destruye, de manera que el vello no puede volver a crecer. Dado que el cabello sigue un ciclo de crecimiento determinado, es necesario aplicar el procedimiento en varias ocasiones a lo largo de los meses sucesivos, puesto que el vello que ha sido retirado recientemente, y que está en fase de reposo, no será visible para el técnico, por lo que no podrá ser eliminado.

Cómo hacer una cera depilatoria casera fácilmente

A diferencia de la cera dura que habitualmente encuentras disponible en el supermercado, la cera suave es una opción excelente para zonas grandes del cuerpo, como por ejemplo podría ser el caso de los brazos y de las piernas. Contiene una serie de ingredientes similares a los que se utilizan para la elaboración de la cera dura, con la diferencia de que para su eliminación requiere tiras de cera o paños suaves.

Ingredientes: ¼ taza de miel, 1 taza de azúcar blanca y 1 cucharada de jugo de limón recién exprimido.

Elaboración: Parte el limón por la mitad y exprímelo para obtener su jugo. Pon el azúcar en una cacerola a fuego medio, y derrítelo con paciencia. Una vez que el azúcar se haya caramelizado, agrega el jugo de limón, lentamente, y posteriormente la miel líquida. Remueve, hasta que quede una consistencia de masa. En caso de que observes que la cera se ha vuelto demasiado espesa, puedes optar por añadir una pequeña cantidad de agua, y remover en consecuencia.

Cómo usarla: Sin esperar a que se enfríe, para evitar que se espese, solo tendrás que aplicártela con cuidado sobre las piernas para retirarla a los pocos segundos. Eso sí, en caso de que se espese podrás derretirla en una cacerola al fuego, de la misma manera que lo haces habitualmente con la cera dura.

Cómo hacer una cera depilatoria casera fácilmente

Cómo hacer una cera depilatoria con azúcar

Si prefieres optar por otra preparación casera en la que se utiliza otro ingrediente, en lugar de la miel, la cera depilatoria de azúcar es una opción útil y adecuada, que se ha convertido en una opción popular de depilación casera en los últimos años.

Ingredientes: 2 tazas de azúcar, 2 cucharadas de agua, ¼ taza de jugo de limón recién exprimido y 1 cucharadita de sal.

Elaboración: En una cacerola a fuego medio-alto pon el azúcar granulada, la sal y el agua. Parte el limón por la mitad y exprímelo hasta obtener su jugo. Luego añádelo a la cacerola. Remueve hasta combinar todos los ingredientes. Deja que la mezcla continúe cocinándose hasta que obtenga un color y una textura caramelizada. Una vez haya adquirido esta consistencia, transfiérelo a un recipiente y déjalo que se enfríe antes de utilizar.

Cómo usarlo: Solo tienes que aplicarte un poco de cera en la zona de las piernas que desees depilarte, por ejemplo con la ayuda de los dedos, y pasados unos segundos solo tendrás que retirarla  modo de tirones.

4. Aplícate tu loción favorita

Mientras la piel aún está húmeda, puede convertirse en el momento ideal para aplicarte tu loción favorita, dado que el agua ayudará de forma muy positiva a la hora de retener la humedad. Eso sí, lo más recomendable es utilizar una loción ligera, aunque esto al final dependerá del nivel de hidratación que necesites o prefieras.

Muchas de las lociones que puedas encontrar en las tiendas contienen ingredientes con cualidades calmantes, como por ejemplo podría ser el caso de la alantoína o el áloe vera. Además, proporcionarán un agradable aroma gracias a su contenido en aceite de lavanda, o aceite de árbol del té.

No obstante, los aceites de ducha, en ocasiones, pueden ser suficientes para mantener correctamente equilibrados los niveles de humedad. Y es que pueden convertirse en un paso más allá en la hidratación, en especial si los comparamos con los geles y jabones de ducha normales. Ayudan a proporcionar cierta espuma y a retener la humedad presente en la piel, manteniéndola verdaderamente suave.

Cómo hacer una loción ligera ideal para las piernas

Como ocurre con los exfoliantes naturales, la realidad es que también puedes aprender a elaborar tu propia loción casera, ideal tanto para aplicar sobre las piernas como sobre cualquier parte del cuerpo. ¿Cómo puedes hacerlo? Es muy fácil, a continuación te indicamos qué ingredientes necesitas y los pasos para elaborarlo.

Ingredientes: ½ taza de manteca de karité, ½ taza de aceite de almendras dulces o de aguacate, 10 gotas de aceite esencial de lavanda y 3 gotas de aceite esencial del árbol del té.

Elaboración: Pon agua en una cacerola grande, y cuando empiece a hervir coloca encima un recipiente de vidrio resistente al calor (pero que alcance la mitad del agua). A fuego medio, derrite la manteca de karité. Luego añade el aceite de almendras dulces, o de aguacate, y retira del fuego. Viértelo en un cuenco, y deja que se enfríe un poco hasta que adquiera una textura sólida (pero no dura); tardará entre 15 a 20 minutos, sobre todo si prefieres reservarlo en el congelador o en la nevera. Una vez esté firme, añade los aceites esenciales, y con la ayuda de una batidora pequeña de mano -la misma que utilizas para espumar la leche del café-, bate la mezcla. Vierte la mezcla en un recipiente de cristal, ciérrala y consérvala a temperatura ambiente.

Cómo usarla: Solo tendrás que aplicarte esta maravillosa loción sobre la piel de las piernas, y también sobre el resto del cuerpo.

5. El momento de la hidratación

Además de aplicarte tu loción favorita, el paso final es el de la hidratación. Y es que, ¿de qué sirve habernos mimado tanto las piernas, si luego no le proporcionamos el cuidado hidratante que tanto necesitan? Lo cierto es que lo más común es preocuparse en hidratarlas únicamente en aquellos momentos del año cuando se hace estrictamente necesario, como por ejemplo podrían ser los días de verano.

Y es que los humectantes corporales se convierten en la clave para conseguir mantener las piernas hidratadas no solo durante el verano, sino también durante el otoño y el invierno.

Si deseas conseguir una hidratación perfecta, a la par que profunda, puedes optar por una crema hidratante, o loción hidratante, que contenga algún aceite natural o algún tipo de manteca natural (como la manteca de karité). Ayudará a proporcionar humedad, y a disfrutar de un brillo más saludable. Eso sí, para obtener el mejor resultado posible, es recomendable aplicarlo masajeándolo sobre la piel, lo que ayudará a su vez a mejorar la circulación sanguínea.

No obstante, si no tienes demasiado tiempo o vas con prisa, puedes optar por algún aerosol hidratante. Es ideal para ser absorbido rápidamente en la piel, pero sin dejar ningún tipo de residuo.

Cómo hacer una crema hidratante casera para las piernas

Si por el contrario te encantan las recetas de belleza caseras, puedes optar preparar por ti misma una maravillosa crema hidratante en casa, ideal no solo para las piernas, sino incluso para cualquier parte del cuerpo.

Ingredientes: 2 cucharadas de manteca de karité, 2 cucharadas de manteca de cacao, 2 cucharadas de aceite de almendras dulces, ¼ taza de aceite de coco y ½ cucharadita de aceite esencial de vainilla.

Elaboración: Coloca la manteca de cacao en una cacerola con aproximadamente 5 centímetros de agua. Calienta el agua a fuego medio-bajo, y deja que la manteca de cacao se derrita poco a poco. Una vez derretida, añádela a un procesador de alimentos junto con la manteca de karité, el aceite de almendras dulces y el aceite de coco. Mezcla durante unos 10-15 segundos. Pasado este tiempo para el procesador. Raspe los lados, y continúa mezclando hasta que la mezcla se vuelva líquida. Finalmente, vierte esta maravillosa y aromática mezcla en un recipiente de vidrio, y deja reposar. 

Cómo usarlo: Solo tienes que aplicarte la crema hidratante sobre la piel después de bañarte. Será ideal para conseguir unas piernas suaves y sedosas.

6. Ponte en movimiento y haz ejercicio físico

El ejercicio físico regular, practicado diariamente o al menos cada dos o tres días, se convierte en una opción excelente para tonificar los músculos de las piernas. Pero sus beneficios no acaban aquí, ya que además de evitar -y prevenir- la formación de la celulitis, conseguirás que la circulación sanguínea mejore enormemente. 

Lo cierto es que cualquier ejercicio aeróbico puede ser de utilidad en este sentido. Desde caminar a trotar, o incluso practicar baile. Existen muchísimos entrenamientos posibles que se ajustarán a las necesidades personales y preferencias específicas de cada cual.

Y si deseas practicarlos en casa, no te olvides de algunos de los ejercicios siguientes, sobre los que ya te hemos hablado en otras ocasiones:

  • Sentadillas. Se convierten en uno de los ejercicios más populares en este sentido, no solo porque son especialmente útiles, sino porque son enormemente fáciles y sencillos de practicar y de realizar en casa, no necesitándose ningún tipo de equipo o material para ello. Por ejemplo, ayudan a reforzar las piernas y los glúteos, mantienen tanto los huesos como las articulaciones en perfecto estado, y además mejoran la movilidad de la parte inferior de nuestro cuerpo. Para realizarlas solo tienes que situarte en una posición cómoda, echando la parte trasera hacia atrás sin doblar las rodillas, las cuales deben quedar paralelas a los pies sin curvarse, y mirando recto hacia adelante, sin curvar la espalda. Si lo deseas, para ganar en estabilidad puedes levantar los brazos. Desciende la cadera hasta la altura de las rodillas. Respida, haciendo una leve pausa, y luego vuelve a la posición original de inicio. Repítelo las veces que desees.
  • Estocadas. Se trata de otro ejercicio físico muy completo, en el que se incluyen no solo los glúteos y los cuádriceps, también los gemelos, abductores, lumbares y abdominales. Para realizarlo solo tienes que situarte erguido con los brazos colgando de los lados. Da un paso al frente con una única pierna, colocándola en posición de zancada, al mismo tiempo que estiras el brazo contrario. Ahora empuja hacia atrás, volviendo a la posición inicial.
  • La bicicleta estática. Es un ejercicio en el que se fortalecen las piernas y los gemelos fácilmente. ¿Y cómo se realiza? Es muy sencillo. Solo tienes que colocar una esterilla en el suelo, donde puedas acostarte cómodamente. Recuéstate, con la espalda pegada al suelo y mirando hacia arriba. Levanta las piernas, dejándolas rectas, y luego haz movimientos como si estuvieras practicando con la bicicleta.

7. No te olvides de tus pies

Aunque el objetivo principal es el de intentar conseguir unas piernas perfectas, no debes olvidarte de otro elemento fundamental: los pies. Al igual que haces con las piernas, puedes exfoliarlos e hidratarlos. Además, debes mantener un especial cuidado de las uñas, cortándolas y limándolas adecuadamente. A continuación te ofrecemos algunos consejos básicos muy útiles:

  • El momento de la pedicura. Lo ideal es tomarse tiempo para una cita regular de pedicura, de al menos una vez al mes. De esta forma, serán tratados por un experto o experta en belleza, y disfrutarás de una imagen aún más profesional y cuidada si cabe.
  • Cuidado con cortar mal la uña. Debes asegurarte de contornear la uña a la forma del dedo del pie. Lo más aconsejable es evitar cortarla en línea recta, ya que podrías correr el riesgo de tener unas molestas e incómodas esquinas que, cuando la uña crezca, sobresaldrán y podrían dañar los dedos adyacentes. Tampoco es recomendable cortarlas profundamente, dado que puede ocasionar traumatismos y la dolorosa formación de uñas encarnadas en los dedos de los pies.
  • Cuida tus cutícalas. Cuidar las uñas de los pies es solo una parte más de la rutina de cuidado que debes seguir para disfrutar de unos pies perfectos, sanos y saludables. El aceite de vitamina E, por ejemplo, se convierte en una opción maravillosamente excelente cuando lo aplicas sobre las uñas y las cutículas. ¿Lo mejor? Buscar a un podólogo para que corte las cutículas correctamente, evitando así daños y molestias innecesarias.
  • Hidrátalos. ¿A que posiblemente nunca te has hidratado la piel de los pies como por ejemplo lo has hecho con el resto del cuerpo? Es cierto, se convierten en uno de los grandes olvidados. Por lo que hay que intentar ponerle remedio desde ya mismo. Para ello, trata de hidratarlos dos o tres veces por semana, aplicándote la crema hidratante inmediatamente después de bañarte o ducharte, y también antes de acostarte.
  • Mantén los hongos a raya. Es fundamental dejar que las uñas respiren entre los tratamientos de pedicuras, retirando el esmalte por completo entre cada aplicación. Además, si eres aficionada -o nadadora habitual- en el gimnasio, podrías correr el riesgo de contraer una incómoda infección por hongos. Recuerda que a los hongos les encantan las condiciones húmedas y cálidas, por lo que siempre que practiques deporte o después de un día de calor con el calzado y los calcetines puestos, trata de lavarlos bien, y secarlos debidamente, después de haberlos enjuagado. Sin olvidarte de los dedos de los pies. Además, como recomiendan muchos expertos, una aplicación de aceite de árbol del té después de cada actividad física ayudará a mantener las infecciones fúngicas a raya.

Eso sí, también es fundamental saber cuándo deberías ir a un profesional, especialmente si observas algún símtoma extraño o algún problema en los pies. ¿Y en qué debes fijarte? Toma nota:

  • Hongos en las uñas. Conocida médicamente con el nombre de onicomicosis, es una infección de crecimiento lento que puede afectar tanto a la uña como a la piel situada debajo de ella. En la mayoría de las ocasiones este tipo de infecciones generalmente son causadas por el mismo tipo de hongos que causan el conocido como pie de atleta. Existen algunos factores de riesgo relacionados, como la tendencia a tener los pies sudorosos (hiperhidrosis), infecciones fúngicas frecuentes, traumas en la uña o calzado que brinda un ambiente húmedo, cálido y oscuro (donde los hongos pueden prosperar muchísimo más fácilmente). Los síntomas más comunes suelen ser la decoloración debajo de la uña, engrosamiento de ésta, un aumento de la queratina debajo de la uña, y posibilidad de separación del lecho ungueal de la parte afectada.
  • Uñas encarnadas. Ocurren cuando el borde de una de las uñas del pie, lo más habitual es que el dedo afectado sea siempre el dedo gordo del pie, crece dentro de la piel al lado. Lo más común es que surjan como consecuencia de recortar las uñas demasiado cortas, infecciones micóticas o utilizar un calzado o calcetines mal ajustados. Generalmente suelen ser bastante dolorosas, ocasionando a su vez hinchazón y un riesgo mayor de infectarse, lo que puede también provocar enrojecimiento, más dolor, un aumento de la hinchazón y secreción.

C.Pérez

Escribo sobre ciencia, salud y nutrición desde hace 11 años. ¡Ah! Y también papá a tiempo completo con 4 años de experiencia.

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