En este artículo encontrarás:
- ¿Qué es exactamente un body milk o leche corporal?
- ¿Y qué es una crema hidratante?
- ¿Qué beneficios proporciona el uso del body milk o leche corporal?
- ¿Cuáles son las principales diferencias entre el body milk y la crema hidratante?
- ¿Cuándo aplicarse el body mik o leche corporal y cómo hacerlo correctamente?
- Otros consejos útiles que te serán de ayuda a la hora de utilizar body milk o leche corporal
Hoy en día es posible encontrarnos en el mercado con una enorme variedad de distintos productos concebidos para el cuidado de la piel, que pueden proporcionar hidratación, nutrición y una buena cantidad de ingredientes y principios activos sumamente interesantes en este sentido.
Un buen ejemplo lo encontramos en el body milk, un producto denominado también bajo el nombre de leche corporal. Eso sí, aún cuando popularmente la podamos encontrar en las tiendas bajo esta denominación, no significa que en su composición tenga leche (o cualquier otro lácteo) como ingrediente principal. Esa denominación se debe fundamentalmente a su textura y apariencia, la cual, efectivamente, recuerda mucho a los lácteos.
Como probablemente sepas, el uso de lociones corporales, como por ejemplo podría ser el caso del body milk, forma una parte esencial de los regímenes más básicos relacionados con el cuidado de la piel. Proporcionan excelentes cualidades y beneficios para la salud, y como cualquier otro producto utilizado con este fin, se aplican externamente sobre la piel para suavizar, hidratar y perfumar la piel. Pero, ¿qué es realmente un body milk o leche corporal? ¿Para qué sirve o se utiliza? Y, sobre todo, ¿en qué se diferencia con la crema corporal?
¿Qué es exactamente un body milk o leche corporal?
El body milk, o leche corporal, consiste en un producto de consistencia más líquida y fluida, y por lo tanto mucho menos viscosa, que puede utilizarse sobre el cuerpo con el fin de hidratar y suavizar la piel. De hecho, tienden a proporcionar una hidratación profunda sobre la piel, de ahí que puedan formar parte de la rutina de cuidado de la piel prácticamente de forma diaria.
Debido a su enorme poder hidratante, suelen estar muy recomendadas para personas que tengan la piel seca o muy seca, sensibles o demasiado dañadas, aunque lo cierto es que también son excelentes para quienes tienen la piel normal (o incluso grasa). Y no deben ser confundidas con las cremas hidratantes, sobre cuyas diferencias hablaremos en un futuro apartado.
¿Y qué es una crema hidratante?
La crema hidratante actúa rehidratando la capa superior de las células de la piel, sellando la humedad, aumentando a su vez el nivel de humedad de la capa más externa de la epidermis, ayudando de forma muy positiva a la hora de evitar que la piel se seque. Además, si contienen algún tipo de protector solar, también ayudará a proteger la piel contra el daño solar.
Pero sus beneficios no quedan aquí. También altera el equilibrio natural de la piel de agua, proteínas y lípidos, ayudándola a retener mejor el agua y a mantener la piel debidamente hidratada. Son esenciales y necesarias no solo para las pieles secas, sino incluso también para las pieles grasas. Eso sí, lo más aconsejable siempre es utilizar solo aquellas cremas hidratantes formuladas específicamente para nuestro tipo de piel.
Por otro lado, no se deben confundir las cremas hidratantes faciales con las corporales. Debido a los rasgos individuales de la piel facial, en comparación con la corporal, las cremas hidratantes están formuladas específicamente para ser utilizadas de manera individual en ambas partes del cuerpo, sirviendo así con propósitos muy diversos, más allá de la simple suavización e hidratación. En definitiva, la crema facial y la crema corporal son dos tipos diferentes de productos.
Así, mientras que las cremas faciales generalmente suelen centrarse más en las arrugas, las líneas finas de expresión, la hidratación, las manchas oscuras, el exceso de grasa y los poros, las cremas corporales suelen tratar las arañas vasculares, celulitis y proporcionar a su vez cualidades reafirmantes. Las faciales suelen contener ingredientes activos mucho más especializados, de ahí que su precio suela ser más elevado, y las corporales tienden a tener una textura más pesada, con ingredientes emolientes más espesos útiles para hidratar y proteger.
Pero a diferencia de las leches corporales, que no necesariamente están formuladas para determinados tipos de piel, el uso de la crema hidratante sí debe ajustarse a cada tipo de piel, por lo que es fundamental asegurarse de escoger -y utilizar- una crema hidratante que realmente funcione para la piel.
Descubre: Mejores body milk o leche corporal
¿Qué beneficios proporciona el uso del body milk o leche corporal?
Aplicado con regularidad, el body milk o leche corporal proporciona interesantes beneficios para la piel:
- Ayuda a mantener la piel debidamente hidratada. Independientemente del clima en el que vivamos (ya sea seco, caliente, húmedo o ventoso), es muy común que la piel llegue a irritarse o secarse. De hecho, no importa que nuestra piel sea grasa para que, en determinados momentos del año, puedan formarse algunos parches secos. La piel, la cual habitualmente puede estar expuesta a determinados productos químicos, o al agua, requiere de un mayor cuidado, y es cuando el uso de la leche corporal se vuelve simplemente crucial. El body milk ayuda por tanto a evitar esta incómoda sequedad, manteniendo tanto el cuerpo como las manos hidratadas no solo durante los meses de verano, sino también durante el invierno.
- Es útil en determinadas zonas del cuerpo. Aunque tengamos la piel grasa o seca, es muy común tener la piel áspera en determinadas zonas del cuepo, como por ejemplo sucede habitualmente con las rodillas o los codos. La leche corporal, utilizada diariamente, puede ayudar a que se vuelva más suave y flexible.
- Ayuda a que la piel brille y se vuelva más suave. La aplicación regular (a ser posible diariamente) ayuda a que la piel brille, rejuveneciendo los tejidos subyacentes. Además, la piel se volverá más suave al estar debidamente hidratada.
- Interesante factor antienvejecimiento. Las lociones corporales, como es el caso de la leche corporal, tienen la capacidad de alterar la formación de las arrugas, dado que muchas de estos productos consisten en distintos componentes con cualidades antienvejecimiento, como la queratina, la cual es esencial para conservar el estado más juvenil de la piel. Por lo tanto, para mantener el aspecto lo más saludable, fresco y juvenil posible, basta con aplicar el body milk diariamente sobre la piel.
¿Cuáles son las principales diferencias entre el body milk y la crema hidratante?
Es habitual confundir el body milk o leche corporal con la crema hidratante, dado que es común que ambos productos se utilicen sobre la piel con la finalidad de hidratarla. No obstante, podemos encontrarnos sendas diferencias no solo en su composición o formulación, sino sobre todo en su textura y apariencia.
Si bien es cierto que ambas se utilizan para hidratar la piel, y en su composición contienen agua y aceite, la leche corporal posee una mayor cantidad de agua, lo que ofrece la posibilidad que su textura sea muchísimo más ligera y fluida, permitiendo así no solo que su aplicación sea sencilla, sino que es en definitiva perfecta para prácticamente cualquier ocasión.
Contienen un mayor porcentaje de agua purificada, por lo que su textura es mucho más ligera. Gracias a esa textura fluida, se puede aplicar fácilmente por prácticamente todo el cuerpo, siendo más fáciles de esparcir sobre un área grande del cuerpo, aunque es muy común aplicarla sobre todo en la zona de las piernas.
La leche corporal es mucho más ligera y menos aceitosa, en comparación con las cremas hidratantes, de ahí que las personas con la piel normal probablemente solo necesiten utilizar este tipo de loción para mantener su piel debidamente hidratada. Por este motivo, es común que las encontremos almacenadas en botellas y envases largos que facilitan su utilización.
La crema hidratante, sin embargo, contiene una mayor cantidad de aceite, motivo por el cual tiende a ser más viscosa y espesa. Contienen un mayor porcentaje de aceite, en comparación con la cantidad de agua, por lo que son especialmente útiles en caso de tener la piel seca, gracias a la protección adicional que proporcionan. De ahí que únicamente las podamos encontrar disponibles en frascos.
De hecho, las cremas poseen la consistencia ideal para ser aplicadas en determinadas zonas específicas del cuerpo, como por ejemplo podría ser el caso de la cara, los talones y los codos.
¿Cuándo aplicarse el body mik o leche corporal y cómo hacerlo correctamente?
Quizá te preguntes si la humectación después de la ducha es en realidad imprescindible o no, pero la respuesta, tal y como aconsejan la mayoría de expertos en belleza, debe ser afirmativa. ¿El motivo? La piel posee la mayor cantidad de humedad cuando está húmeda, y la mayoría los humectantes suelen funcionar muchísimo mejor cuando la piel ya está hidratada.
Después de la ducha o el baño, el agua tiende a evaporarse rápidamente de la piel, lo que puede hacer que la piel se seque. Y como sabes, sobre todo si la sufres, la piel seca no es en absoluto agradable, ya que además de ser molesta, puede causar una incómoda picazón, y exacerbar aún más si cabe la apariencia de las principales señales tempranas del envejecimiento natural de la piel, lo que incluye no solo líneas finas de expresión, sino también arrugas.
Por tanto, lo más adecuado es aplicarse la leche corporal o body milk después de una ducha o de un baño, mientras la piel todavía se encuentra ligeramente húmeda. Y, además, intentar hacerlo casi prácticamente cada día, lo que significa que debes integrar este paso en tu rutina diaria -y nocturna- de cuidado de la piel.
Por otro lado, dado que el clima puede influir en que la piel se torne seca, y que además ocurra con demasiada rapidez, es fundamental seguir una rutina de hidratación regular, y empezar cuanto antes, particularmente si ya has empezado a notar que la piel tiende a secarse más de lo habitual, lo que podría acabar siendo una señal de que no te estás hidratando lo suficiente; o, al menos, que no lo estás haciendo de la manera correcta.
Para maximizar los beneficios de la leche corporal, lo fundamental es seguir los pasos que te indicamos a continuación:
- Coloca una pequeña cantidad de leche corporal en la palma de la mano.
- Frota la loción entre las palmas de la mano durante algunos segundos, lo que ayudará a calentarla un poco.
- Con la ayuda de ambas manos masajéate la leche corporal en un área pequeña de la piel, siempre con movimientos circulares suaves.
- Repite los pasos anteriores según sea necesario, con el fin de cubrir todo el cuerpo con el body milk. Eso sí, en función de lo seca que puedas tener la piel, quizá sea necesario utilizar una mayor cantidad, siendo un poco más generosa en aquellas zonas de la piel más secas, como las rodillas o los codos.
No te pierdas: Qué es el Body Milk y cuándo usarlo
Otros consejos útiles que te serán de ayuda a la hora de utilizar body milk o leche corporal
Como te hemos comentado, una opción excelente, sobre todo tremendamente útil para maximizar los beneficios y cualidades de la leche corporal, es aplicarla después de la ducha, cuando todavía se encuentra ligeramente húmeda. Sin embargo, la ducha o el baño no son los únicos momentos en los que el body milk podría ser útil.
Por ejemplo, antes de irte a la cama puede convertirse en otro momento ideal para utilizar la leche corporal, o body milk. ¿El motivo? Mientras dormimos, la piel suele perder humedad, por lo que aplicarte una loción corporal justo antes de acostarte no solo proporcionará la hidratación que necesitas, sino que dejará la piel tan suave como lisa.
Antes de hacer ejercicio físico puede ser otra opción muy interesante, dado que prepararás la piel de antemano con un producto humectante ligero, y no comedogénico. Además, si el clima es particularmente frío, esto puede ayudar a la hora de reducir la sequedad que podría empezar a aparecer después de haber finalizado la sesión de entrenamiento.
Después del afeitado y de la depilación son otros dos momentos únicos en los que podrías utilizar leche corporal. En el caso particular del afeitado, debemos tener en cuenta que además de eliminar el vello corporal que no deseas, también eliminar la capa superior de las células de la superficie de la piel, de la misma forma que lo haría un exfoliante. Para ayudar a proteger la piel recién expuesta y calmar cualquier tipo de irritación causada por la maquinilla de afeitar, aplicarse body milk después del afeitado puede ayudar muchísimo. En este sentido, incluso, hay personas que optan por utilizar leche desmaquillante, que se caracteriza por ser muy refrescante.
Comentar