No hay duda que el zumo de naranjas se convierte en una de las bebidas por excelencia en el desayuno de muchos españoles, sobre todo cuando nos encontramos en plena temporada (esto es, de noviembre a junio). Algunos lo acompañan con un buen café -lo que puede convertirse en una auténtica bomba de relojería para nuestros intestinos-, y otros simplemente se lo toman solo, junto a una tostada con mantequilla y mermelada.
Partiendo de una ocasión anterior en la que te comentábamos que es mejor comer las naranjas enteras en lugar de zumo, muchos nutricionistas defienden desde hace tiempo las ventajas que tiene consumir frutas enteras por encima de ingerirlas en forma de jugo.
Los motivos, como ya hemos visto (y que te aconsejamos conocer leyendo la nota citada en las líneas anteriores, especialmente si tiendes a consumir zumo de naranja muy a menudo), tienen que ver fundamentalmente con: el aporte de fibra que es muchísimo menor -casi nulo-, la absorción de sus azúcares que se absorberán de forma más rápida, la cantidad de alimento ingerido que será mucho mayor.
Pero el zumo de naranjas también posee una contraindicación aún si cabe más importante, y que tiene relación con el hábito de muchos españoles: ¿sabías que no es tan adecuado tomarlo en ayunas, como probablemente has hecho en alguna ocasión?. Te explicamos por qué.
Las principales contraindicaciones del zumo de naranja (o por qué no es adecuado tomarlo en ayunas)
Dependiendo de la fruta que consumamos, es cierto que algunas poseen un mayor efecto sobre nuestro sistema digestivo que otros. Así, por ejemplo, mientras que unos poseen un efecto colerético y aumentan la secreción de bilis fluidificándola, otros poseen un efecto colagogo evidentemente contrario; es decir, tienden a estimular el vaciamiento de la vesícula biliar.
En el caso tanto de las naranjas como de obviamente el zumo de naranjas tomado en ayunas, tiende a causar este mismo efecto. Es decir, puede ocasionar un vaciamiento brusco de la vesícula biliar, lo que puede acompañarse de síntomas relativamente molestos como malestar estomacal, hinchazón, pesadez abdominal y náuseas.
Por este motivo también hay muchas personas que temen consumir el jugo de naranjas en ayunas, y lo evitan, a pesar de que este tipo de molestias no son graves y son en realidad resultado de una acción verdaderamente beneficiosa para nuestro organismo.
No obstante, como veremos a continuación, no se recomienda el consumo de zumo de naranjas en caso de colelitiasis, ya que se corre el riesgo de que éste desencadene un doloroso cólico.
No es adecuado en caso de colelitiasis
Aunque médicamente es conocido con el nombre de colelitiasis, popularmente es conocido por muchas personas con la denominación de cálculos biliares (o simplemente piedras en la vesícula biliar).
Sus causas son en realidad variadas, aunque en la mayoría de las ocasiones se debe al consumo excesivo de grasas. Pero no es la única: también puede surgir como consecuencia de sobrepeso y sedentarismo, diabetes, cirrosis hepáticas, infecciones de los conductos biliares y ser mujer (ya que poseen más posibilidades que los hombres).
En el caso de sufrir colelitiasis o haberla sufrido en algún momento anterior, no es recomendable consumir cítricos en ayunas, y mucho menos su jugo. Es decir, con el estómago vacío, ya que al ocasionar un vaciamiento de la vesícula biliar puede terminar por desencadenar un doloroso cólico.
Además, no debemos olvidarnos que el ácido cítrico actúa como acidificante, siendo un precursor de los oxalatos urinarios.
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