El café es, junto con el té, una de las bebidas más consumidas del mundo. Cada día, aunque no lo creas, se sirven millones de tazas de café. Y como muestra pongamos el ejemplo de nuestro país: en España se toman cada año 14.000 millones de tazas de café de acuerdo a datos ofrecidos por la OIC (Organización Internacional del Café, principal organización del mundo dedicada exclusivamente al café).
De acuerdo al ‘Informe de Café y Té sobre Hábitos de consumo en España’, los españoles prefieren tomar café por la mañana y preferiblemente entre semana. Y dependiendo del momento del día cuando lo toman tienden a tomarlo solo (después de comer) o con leche (por la mañana y por la tarde). Pero ojo, ya que cada mañana solemos cometer un error: tomar café en ayunas, lo que es poco recomendable para nuestro bienestar digestivo.
Además, se convierte en la bebida por excelencia para compartir con amigos, familiares y compañeros de trabajo, ya que un 78% de los españoles tienden a tomarlo en compañía en lugar de tomarlo solos.
Sobre los motivos por los que una persona tiende a tomar café, en realidad la gran mayoría lo hacen simplemente porque les gusta. Mientras que apenas un 11% lo toman con el objetivo de mantenerse despierto.
Sea como fuere, no hay duda que muchas son las cualidades de tomar café solo: es una bebida útil para mantenernos activos al ser un buen estimulante. Pero no solo nos aporta estos beneficios. También destaca por su contenido en antioxidantes naturales que nos protegen frente a las enfermedades en las que el estrés oxidativo de las células se encuentra inflamado (actuando especialmente contra los radicales libres).
Por otro lado, ayuda en la prevención de la diabetes mellitus (también conocida como diabetes tipo II), dado que ayuda a evitar la resistencia a la insulina y mejora el control metabólico de la glucosa.
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Pero lejos de aportarnos muchísimos beneficios y propiedades, también es una bebida que posee sus contraindicaciones, como en definitiva ocurre con prácticamente cualquier tipo de alimento o bebida. Por ejemplo, no se aconseja su consumo en caso de hipertensión arterial, enfermedades del corazón al aumentar el riesgo de arritmias o taquicardias, osteoporosis, insomnio o trastornos de ansiedad y ante el consumo de suplementos de hierro.
¿Y qué ocurre con enfermedades o afecciones digestivas tan comunes y como por ejemplo es el caso de la gastritis o las úlceras de estómago?.
La gastritis
La gastritis consiste en una irritación de la mucosa gástrica ocasionada por muy diversas causas. Las más comunes tienen relación con el mantenimiento de hábitos alimenticios poco adecuados o saludables, el abuso de determinados medicamentos (como los antiinflamatorios no esteroideos) o la infección por Helicobacter Pylori.
Aparece igualmente como consecuencia de tomar demasiado alcohol o comer alimentos picantes. Incluso el consumo regular de tabaco se encuentra entre otra de las causas habituales.
También existe un tipo de gastritis más relacionada con el estrés y con trastornos de la ansiedad, conocida popularmente con el nombre de gastritis emocional o nerviosa.
Entre los síntomas más comunes de la gastritis podemos mencionar el dolor abdominal, especialmente en el estómago, la aparición de incómodos gases, malestar estomacal en general y acidez de estómago acompañado de ardor y sensación de estar casi siempre lleno.
La úlcera de estómago (o úlcera gástrica)
La conocida como úlcera de estómago (también denominada médicamente como úlcera gástrica o úlcera péptica de estómago) consiste en una herida profunda situada en una zona de la mucosa del estómago.
Actualmente se cree que una de las principales causas que ocasionan la aparición de una úlcera gástrica es debido a la infección con la bacteria Helicobacter pylori, la cual ocasiona una inflamación que termina por mermar la protección de la mucosa frente a los propios ácidos del estómago.
También el consumo de algunos medicamentos como es el caso de los antiinflamatorios no esteroideos pueden influir en la aparición de una úlcera, de la misma forma que ocurre con la gastritis.
Sus síntomas tienden a ser en realidad más variados que los que ocasiona la gastritis, pero por lo general se siente como una presión o dolor en la región del epigastrio que puede trasladarse al bajo vientre o a la espalda, el cual se siente sobre todo por la noche y cuando se tiene el estómago vacío.
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¿Por qué no está aconsejado el consumo de café ante estas dos afecciones digestivas?
Anteriormente a la identificación de la bacteria Helicobacter pylori como una de las causas que provoca la aparición de las úlceras pépticas, el café se asociaba al desarrollo de úlceras de estómago. Una creencia que aún sigue muy vigente en muchas personas, pero que desde un punto de vista médico en cierto sentido ha perdido el interés como un factor causal posible.
No obstante, no debemos olvidarnos que el café es una bebida irritante del sistema digestivo. Además, aumenta la producción de ácido en nuestro estómago, de ahí que sea una bebida específicamente no recomendada ni aconsejada en caso de gastritis.
Es decir, si bien es cierto que el café no provoca la úlcera péptica (no teniendo influencia en su desarrollo), sí se trata de una bebida contraindicada tras el diagnóstico de esta afección digestiva. Lo mismo ocurre con la gastritis.
¿Y qué ocurre con el café descafeinado?
A diferencia de lo que erróneamente se piensa, la realidad es que no es únicamente la cafeína la que tiende a aumentar la producción de ácido en nuestro estómago cada vez que tomamos una taza de café. Se trata de un efecto que también lo producen otras sustancias que forman parte de esta bebida.
De ahí que en realidad sea un error tomar café descafeinado en sustitución del café cuando tenemos gastritis o úlceras, dado que seguirá produciendo el mismo efecto, solo que su contenido en cafeína será más bajo y no tendrá las mismas cualidades estimulantes.
Eso sí, también contendrá cafeína: concretamente, una taza de café descafeinado contiene entre 3 y 11 gramos de cafeína, por lo que en definitiva cualquier cantidad de cafeína provocará más irritación.
Es más, el café descafeinado es muy ácido por lo que causará una mayor irritación en el revestimiento de nuestro estómago.
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