Es bastante probable que al echar un vistazo a la carta de postres de alguno de los restaurantes que has visitado, hayas encontrado un postre escrito de muy diferentes formas: parfait, parfoi… Aunque lo cierto es que, en realidad, su nombre correcto es simplemente parfait.
Si te pareció curioso y lo pediste, probablemente te encontraste ante un postre que te sorprendió, no solo por forma de presentación, textura y aroma, sino también por su increíble sabor, y por tratarse –en definitiva- de un postre poco común y diferente. De hecho, es bastante habitual que se confunda con el bavaroise (postre cremoso que se sirve frío pero elaborado a base de huevos, gelatina y nata montada).
Nos encontramos, como casi habrás podido sospechar, ante un postre de origen francés que fue elaborado por vez primera en el año 1894. Originalmente, la palabra ‘parfait’ se puede traducir como ‘perfecto’, y es el nombre escogido por el inventor de este peculiar postre helado, probablemente porque descubrió que la combinación de sus ingredientes debían ser exactos y precisos.
¿En qué consiste el parfait?
Básicamente, el parfait es un postre helado, que se suele presentar en forma de bloque o lámina algo gruesa, cuya principal característica es su textura y cremosidad, ambas condiciones conseguidas gracias a la integración de alguna sustancia con alto contenido en grasa, como pueden ser la nata o la crema de leche.
Aunque es un postre helado, se diferencia sobre todo en los helados en sí mismos en que al contener una mayor cantidad de crema de leche o de nata, el postre no tiende a cristalizarse, convirtiéndose así en un plato con textura similar al de una crema.
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Ahondando un poco más, podríamos definirlo como un postre o sorbete de crema semi frío, que se elabora como indicábamos a base de crema de leche o de nata. De hecho, en Francia es común su elaboración con crema batida y/o con merengue italiano, y habitualmente se sirve congelado.
Es común que se elabore en el mismo molde, dado que no requiere ningún tipo de cocción y simplemente debe congelarse una vez se han combinado todos sus ingredientes en las cantidades precisas e indicadas.
No obstante, debemos diferenciar entre el parfait original francés y el que tradicionalmente se elabora en Estados Unidos, donde es común que nos encontremos con un postre servido en vasos alargados, consistiendo en una combinación de helado y frutas que se disponen en forma de capas visibles.
¿Cómo se hace el parfait?
El parfait típicamente francés se elabora con la combinación de dos o más ingredientes (habitualmente leche y nata para montar), al que se le añade azúcar y finalmente un toque de sabor especial; entre esos toques comunes podemos mencionar el chocolate caliente, café, licor o praliné.
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Te proponemos en esta ocasión una receta básica de parfait, que elaboraremos únicamente a base de nata para montar, azúcar y huevo. ¿La clave? Muy sencilla: que escojas entre tu ingrediente preferido para combinar con este delicioso postre en el momento de la preparación. ¿Los mejores? Puedes optar por frutas (los higos son la elección más tradicional), licor o simplemente una salsa de chocolate caliente a servir por encima.
Ingredientes necesarios:
- 500 ml. de nata para montar (debe ser de al menos 35% de materia grasa)
- 100 gr. de azúcar
- 4 huevos
Elaboración del parfait:
En primer lugar debemos proceder a batir los huevos conjuntamente con el azúcar para conseguir que éstos se monten. Para ello ponemos los huevos en el cuenco para batir junto con el azúcar y batimos hasta que los huevos se monten y doblen su volumen.
Este es el momento para añadir tu ingrediente estrella preferido. Por ejemplo, si son frutas como higos o fresas, puedes lavarlos bien y partirlos en trozos chiquititos.
Monta la nata y añádela poco a poco, con cuidado de que la crema de huevo y azúcar no se baje.
Si lo deseas puedes poner la crema en un único molde grande o en moldes o recipientes individuales. Ahora resérvalo en el congelador. Cuando pase una hora revuelve la crema para romper los cristales de hielo que se hayan formado y vuelve a congelar de nuevo.
¡Listo! Ya puedes servir acompañando el postre con, por ejemplo, un poco de chocolate caliente por encima, que se cristalizará al entrar en contacto con el parfait helado.
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