El sarro o también denominado como cálculo dental es la acumulación de alimentos y todo tipo de residuos a través de todos los rincones de nuestra dentadura.
Esto puede provocar que aparezcan todo tipo de manchas amarillentas, algo que se puede tratar justamente con tres métodos caseros que os iremos desgranando a continuación. Gracias a ellos, todos tus dientes recuperarán su esmalte original sin necesidad de pisar el dentista.
¿Qué es el sarro?
El conocido popularmente como sarro, y médicamente como tártaro o cálculo dental, consiste en la placa bacteriana la cual se ha finalmente endurecido sobre los dientes, como consecuencia precisamente del depósito de minerales sobre la citada placa bacteriana.
De hecho, lo más común es que se forme tanto en el borde de las encías como debajo de ellas, pudiendo además causar una irritación de los distintos tejidos gingivales. A la larga puede causar caries y enfermedades de las encías.
Bicarbonato de sodio
El bicarbonato de sodio es uno de los mejores dentífricos naturales que existen. Cada vez son más las personas que lo usan para mantener sus dientes mucho más limpios y blancos, evitando así que aparezcan manchas indeseadas provocadas por el tabaco o el consumo excesivo de vino o refrescos gaseosos.
Así mismo, esta mezcla también es un gran aliado para deshacerse del sarro. Y para ello, habrá que hacer tener en cuenta los siguientes pasos a seguir.
En primer lugar, hay que coger una cucharada de bicarbonato de sodio (10 g) junto a otra cucharadita de sal (5 g). A continuación, cogemos un recipiente que nos permita mezclar estos dos ingredientes que iremos mojando en nuestro cepillo de dientes con un poquito de agua tibia.
Tras esto, solo habrá que cepillarse como si estuviésemos usando una pasta convencional. Aunque se recomienda hacer más fuerza en aquellas zonas donde el sarro esté más presente. Con repetir este proceso durante dos veces al día durante la mañana y la noche será más que suficiente para deshacerse del cálculo dental.
Semillas de sésamo
Cualquier tipo de alimento también ofrece amplias soluciones para tratar el sarro. Es el caso por ejemplo de las semillas de sésamos con las que puedes llevar a cabo una simple pero efectiva técnica a la hora de disfrutar de unos dientes más sanos y brillantes.
Para esta ocasión solo es necesario coger un buen puñado de semillas de sésamo, introducirlas en tu boca para finalmente masticarlas durante dos largos minutos. Intenta no tragártelas en ningún momento. El siguiente paso a seguir es coger un cepillo completamente seco y frotarlo por todas las piezas dentales con sumo cuidado.
Para finalizar, tan solo hay que enjuagar bien toda la boca con una buena cantidad de agua y repetir el proceso un par de veces a la semana. Seguro que pasado un tiempo empezarás a ver los resultados.
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Las frutas y fresas en particular
Las frutas también pueden ayudar enormemente a deshacerse del sarro de una forma limpia y natural. Por ejemplo, en primer lugar están tanto las peras o manzanas que puedes consumir de manera diaria para disfrutar de unas encías más sanas. Aunque desde Natursan te aconsejamos que las tomes sin pelar ya que la propia piel de estas actúa como un cepillo natural ayudando a deshacernos de las imperfecciones o restos de comida que tanto se acumulan entre nuestros dientes.
Por otro lado, hay una fruta en particular que nos va a ayudar más en este aspecto. En esta ocasión nos referimos a las fresas, que se pueden preparar de la siguiente manera para que así el sarro pase a mejor vida.
Lo primero que hay que hacer es cortarla en multitud de rebanadas finas. A continuación, cogemos todos estos trocitos de fresa y literalmente los refregamos durante siete minutos por todas las cavidades bucales. A continuación, tan solo hay que coger un poco de agua tibia y limpiar bien la boca. Se recomienda repetir este proceso de manera diaria y antes de ir a dormir. Seguro que así disfrutaréis de unos dientes sanos, relucientes y sin una pizca de sarro.
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