Aunque no lo creas, existen una gran cantidad de alimentos que pueden consumirse tranquilamente aunque estén pasados de fecha. Es decir, a pesar de que la fecha de caducidad se haya cumplido y hayan transcurrido desde entonces algunos días, semanas o incluso meses. Básicamente, en su gran mayoría son aquellos alimentos y productos alimenticios que poseen lo que se conoce como fecha de consumo preferente, y no de caducidad. Pero, ¿cuáles son? ¿Es seguro, entonces, consumirlos aunque la fecha de caducidad o de consumo preferente se haya cumplido?.
Existen determinados alimentos sobre los que tenemos que tener un especial cuidado, y mantener cierta precaución en lo que a la fecha óptima de consumo se refiere. Son, en su gran mayoría, aquellos que por lo general poseen una determinada fecha de caducidad, lo que significa que dentro de ese periodo dicho alimento se puede consumir con seguridad. Sin embargo, una vez pasado de fecha, pueden convertirse en un auténtico peligro para la salud, especialmente si se trata de un alimento perecedero. Por tanto, debemos prestar especial atención a alimentos como las carnes y pescados frescos, lácteos, huevos y verduras.
En el caso particular de las carnes y pescados frescos comprados en la pescadería o en la carnicería, es evidente que no llevarán una fecha de caducidad impresa en el envase. Por tanto, debemos tener cierta precaución y consumirlos siempre antes de 2 días en el caso del pescado, y 3 en el caso de la carne.
No ocurre lo mismo con los alimentos que poseen una fecha de consumo preferente. Esta fecha indica el tiempo en el que el producto alimenticio conservará bien sus diferentes cualidades organolépticas (esto es, olor, textura, sabor, etc.), por lo que pasado de fecha su consumo no supondrá un riesgo para la salud. Solo podría ocurrir que sus propiedades se encuentren alteradas, y su textura o sabor hayan cambiado un poco.
¿Qué alimentos se pueden comer caducados y sin peligro?
Como te indicábamos al comienzo, en realidad existen una amplia diversidad de alimentos que pueden comerse con seguridad, sin peligro y sin riesgos, aunque observemos en su etiquetado que se han pasado de fecha. Obviamente, como también comentábamos, debemos diferenciar entre los que poseen una fecha de caducidad y los que tienen una fecha de consumo preferente. Así, si existe una fecha de caducidad debe respetarse siempre, y desechar el alimento cuando ésta se haya cumplido. Mientras que, en el caso de consumo preferente, podemos consumirlo aunque hayan pasado días o algunas semanas.
¿Y cuáles son esos alimentos? Toma nota:
- Yogures: A diferencia de otros lácteos, los yogures poseen desde el mes de marzo una fecha de consumo preferente. Dado que los fermentos vivos presentes en la composición del yogur actúan y lo acidifican, si han estado bien refrigerados su consumo después de la fecha no es peligroso. Solo puede ocurrir que de sabor estén algo más ácidos.
- Mermeladas y conservas: Por su elevado contenido en azúcar, no es tan fácil el crecimiento de patógenos en ellas, especialmente si se mantienen bien conservadas. Las mermeladas de frutas suelen durar entre 3 a 6 meses, y las conservas pueden llegar hasta el año.
- Miel: Ocurre lo mismo que con las mermeladas. Por su elevado contenido en azúcar, suele mantenerse en perfecto estado aunque pasen meses sin haberla consumido. Solo puede ocurrir que se haya cristalizado. Esto no significa que esté en mal estado. Para devolverla a su estado líquido solo tienes que introducir el frasco de miel (siempre que sea de cristal) en el horno unos pocos minutos, o bien calentarla al baño maría.
- Conservas de pescado: Siempre que se encuentren bien almacenadas, pueden consumirse con seguridad.
- Otros alimentos: Siempre y cuando el almacenamiento sea el adecuado, existen otros alimentos que pueden consumirse pasados de fecha. Es el caso de pastas secas, legumbres y frutos secos. Y, también, algunos productos menos saludables como las patatas fritas, bollos y galletas, y los refrescos.
Alimentos que no caducan nunca, nunca
Aunque el sabor o el aroma de algunos alimentos pueden verse afectados y empeorar o cambiar cuando se ha pasado la fecha de consumo preferente, existen otros que no caducan nunca. De hecho, probablemente te sorprenda descubrir que siquiera poseen una fecha de caducidad o de consumo preferente en su envasado.
Es el caso de la sal de cocina y el azúcar, además del vinagre, las bebidas alcohólicas o los productos de confitería.
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