Aunque hasta el año la ley vigente hasta ese momento (de 2003) obligaba a los fabricantes de yogures a marcar una fecha de caducidad máxima de 28 días desde su elaboración, no recomendando su consumo después de dicha fecha, finalmente se produjo un cambio en la normativa tras su derogación, de manera que ahora los fabricantes de yogures pueden establecer una fecha de consumo preferente adecuada, no siendo obligatorio la inclusión –además- de la fecha de caducidad.
Y es que, ¿cuántas veces no nos habremos encontrado con un yogur olvidado en la nevera, ya pasado de fecha? Y, es más, ¿de esas veces a que probablemente todas nos hemos preguntado si en realidad sería seguro para nuestra salud consumirlo o no?. Lo cierto es que comer un yogur caducado puede suponer muchas dudas, especialmente entre quienes dudan sobre si puede ser un riesgo no.
No obstante, antes de responder a la pregunta de si podemos o no comer un yogur caducado, debemos conocer la diferencia existente entre la fecha de consumo preferente y la fecha de caducidad, dado que es evidente que no son lo mismo aunque tendamos habitualmente a confundirlas.
En el caso de fecha de consumo preferente de un alimento nos encontramos con que es la fecha indicada por el fabricante de consumo recomendado, durante la cual el producto no pierde sus propiedades organolépticas (sabor, textura, aroma…). Esto se traduce en que pasada esta fecha es posible que pierda algunas de sus características, pero el producto sería adecuado para el consumo. Esta fecha se establece en función de una serie de evidencias y criterios científicos.
Llegados a este punto, si nos encontramos con un yogur caducado en la nevera es bastante posible que nos asalte la duda de si podremos o no consumirlo con seguridad. Como manifiestan muchos nutricionistas y expertos en microbiología, un yogur que solo contenga leche puede ser perfectamente comestible trascurridos unos meses tras su fecha de caducidad, siempre y cuando la tapa se mantenga correctamente sellada y no haya permanecido refrigerado durante muchas horas.
¿Por qué? Fundamentalmente debido a que con el paso del tiempo la fermentación del yogur crece aumentando a su vez la acidez presente en el medio, de manera que la capacidad de que pudiera crecer un microorganismo contaminante decrece a la vez que aumenta la acidez. Eso sí, debemos tener en cuenta que al aumentar la acidez es posible que su sabor no nos guste tanto. Por tanto, es posible comer con seguridad un yogur que lleve días o algunas semanas caducado.
En cualquier caso, aunque comer un yogur caducado no suponga un riesgo para la salud, es evidente que debemos prestar atención a su apariencia: si presenta un olor y/o un sabor raro, o incluso encontramos moho en el yogur, son pruebas más que claras que no es apto pra consumirlo.
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