Más que un régimen alimenticio o para adelgazar, podríamos decir que la dieta macrobiótica se caracteriza más bien por ser una filosofía de vida, al estar basada en la Medicina China y en el Budismo Zen, en los que la salud es sinónimo de equilibrio entre dos principios: el yin (femenio, frío y oscuro) y el yang (masculino, caliente y luminoso), los cuales se encuentran presentes en toda la naturaleza.
Por tanto, atendiendo a la filosofía de la dieta macrobiótica, existe una ausencia de enfermedad cuando los principios de yin y yang se encuentran en perfecto equilibrio, lográndose mediante una alimentación equilibrada y el seguimiento de una vida relajada, basada en la serenidad espiritual, en la relajación y en la práctica de la meditación. Defiende, por ello, que existe una relación absoluta entre nuestro estado de ánimo y la alimentación.
El equilibrio entre los alimentos yin y yang
La alimentación o dieta macrobiótica clasifica a los diferentes alimentos en dos categorías principales: yin (alimentos considerados como pasivos) y yang (los alimentos activos).
Por lo indicado en las líneas anteriores, debe existir cierto equilibrio entre estos dos grupos de alimentos, como objetivo a la hora de lograr tanto el bienestar físico como espiritual, y en definitiva la propia salud.
Debemos diferenciar no solo los alimentos yin y yang, sino aquellos que tienden a no ser tan saludables al contener un exceso de yin o un exceso de yang.
Con todo ello, una dieta equilibrada debería consistir en un 50% de cereales, un 25% de verduras, un 10% de legumbres y un 5% de frutas, mariscos y sopas.
Alimentos yin
Nos encontramos con alimentos tales como las frutas, verduras de hoja, semillas, malta, tofu, tempe, zumos de frutas y verduras naturales y mermelada sin azúcar.
No obstante, como contrapartida nos encontramos con aquellos alimentos que presentan un exceso de yin, como son: azúcar, dulces y pasteles, alcohol, té, café y especias.
Alimentos yang
Son alimentos tales como los cereales integrales, pastas y harinas integrales, verduras de raíz, legumbres, pescados y mariscos, queso fresco, sal, shoyu y miso.
Entre los alimentos con exceso de yang, podemos mencionar las carnes, aves, quesos duros y salados y los huevos.
Imagen | suavehouse113
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