Cuando una persona se plantea seguir una dieta equilibrada y sobretodo saludable, una de las cuestiones que más tiende a preguntarse es qué diferencias existen entre el azúcar blanco y el azúcar moreno, puesto que el azúcar blanco se caracteriza por ser un elemento muy presente en la cocina diaria en muchos países como el endulzante de elección por excelencia.
Se trata, por ejemplo, de un endulzante muy utilizado a la hora de tomar café con leche, leche sola, en muchos postres, e incluso para endulzar salsas de tomate.
Sin embargo, lo que muy pocas personas saben es que el azúcar blanco únicamente aporta calorías vacías, de forma que es sumamente rico en calorías, y sin embargo no aporta ningún valor nutricional a nuestra alimentación.
Teniendo en cuenta que la mayor parte del azúcar moreno que se vende en la actualidad no es más que azúcar blanco refinado al que se le ha añadido extracto de melaza, conocer las diferencias entre el azúcar blanco y el azúcar moreno tal y como éste es entendido (el original, por así decirlo), seguramente optarás por este último a tenor de los diferentes valores nutricionales que aporta.
¿Qué es el azúcar blanco? ¿Y el azúcar moreno?
El azúcar blanco es un producto que se extrae a partir tanto de la caña de azúcar como de la remolacha azucarera. Para su elaboración es sometido a un proceso de purificación química conocido con el nombre de sulfitación.
Sin embargo, el azúcar moreno consiste en una mezcla de azúcar blanco con melazas de caña. En este punto debemos diferenciar entre el azúcar moreno en sí mismo, con el considerado como azúcar moreno de caña integral, el cual directamente sí se obtiene de los jugos de la caña de azúcar.
La principal diferencia es que el azúcar moreno no es sometido a un proceso de refinación, sino que solo es cristalizado y centrifugado, en el que los cristales de azúcar blanco son mezclados con melaza de caña, envolviendo así a cada cristal.
Diferencias principales entre el azúcar blanco y el azúcar moreno
El azúcar blanco se caracteriza por ser el producto que se extrae de la caña de azúcar y de la remolacha azucarera, que luego es refinado. Es considerado como el azúcar más puro, precisamente porque posee alrededor de un 99% de sacarosa y es fruto de un proceso de refinamiento.
Sin embargo, el azúcar moreno se obtiene por la cristalización del juego de caña de azúcar, pero que no es procesado ni refinado. De ahí que sea popularmente conocido como el azúcar integral.
Aunque es cierto que el proceso de refinado es una práctica habitual en muchos alimentos (como el pan, el arroz o la pasta), lo cierto es que con este proceso de refinamiento se eliminan la mayoría de los nutrientes que sí aporta el azúcar moreno en su versión no refinada (esto es, la más pura).
Por un lado, el azúcar moreno sin refinar aporta vitaminas del grupo B, además de minerales como el potasio (320 mg.), calcio (85 mg.), sodio (40 mg.) y magnesio (23 mg.). En lo que se refiere a su contenido calórico, 100 gramos de parte comestible aportan unas aproximadamente 390 calorías.
A pesar que 100 gramos de azúcar blanco aportan casi 400 calorías (una cifra bastante cercana a la del azúcar moreno), lo cierto es que la diferencia principal estriba en su nulo aporte nutricional.
¿Es el azúcar moreno más sano que el azúcar blanco? ¿Son lo mismo?
Aunque es cierto que, hoy por hoy, muchas personas tienden a considerar al azúcar moreno como una opción endulzante más saludable que el azúcar blanco, debido fundamentalmente a su contenido y aporte nutricional (en vitaminas del grupo B, minerales como el hierro o el magnesio), y a que tiende a ser una variedad de azúcar menos procesada, lo cierto es que en realidad no hay muchas diferencias.
Es cierto que, desde un punto de vista nutritivo, el azúcar moreno sin refinar aporta minerales (potasio, hierro, sodio, magnesio y calcio) y vitaminas (principalmente del grupo B), a la vez que el azúcar blanco solo aporta calorías vacías (esto es, aporta calorías y ningún nutriente).
Pero esto no significa que el azúcar moreno tienda a ser más sano que el azúcar blanco. Al contrario, se convierte en un problema, ya que al considerar que es más saludable terminamos añadiéndolo a nuestra dieta diaria como una opción «saludable», cuando en realidad es solo saludable en apariencia: no puede ser considerado como una fuente de estos nutrientes, ya que habitualmente se consume en cantidades pequeñas, y su contenido en azúcar es prácticamente similar al azúcar blanco.
Es decir, mientras que el azúcar blanco (o normal) posee entre un 99% a un 100% de sacarosa, el azúcar moreno posee entre un 85% a un 95%. Lo que se traduce en algo muy sencillo: no existen pruebas que demuestren que el azúcar moreno sea más saludable que el azúcar blanco.
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