Con el paso de los años, según vamos cumpliendo años y va pasando el tiempo, es normal que de vez en cuando puedan olvidársenos las cosas. Incluso lo que hayamos hecho en el día de ayer, a pesar de que realmente no tengamos ningún tipo de problema de memoria.
Conocemos como memoria fotográfica a la capacidad de recordar las cosas que hemos visto u oído con un nivel de detalle ciertamente muy preciso. No obstante, se tratan de recuerdos que se encuentran sujetos a la misma clase de fluctuaciones que otros recuerdos, dado que en ellos influyen el paso del tiempo, la atención que se haya prestado al mismo y el tiempo de exposición. Todo ello influye en su retención o no.
Como manifiestan muchos expertos, nuestra memoria funciona principalmente a través de la asociación de recuerdos, sobretodo visuales. Por otra parte, las diferentes circunstancias ambientales determinan la información que recordaremos. Por ejemplo, cuantas menos distracciones reclamen nuestra atención más fácil nos será focalizarnos en aquello que queremos o deseamos recordar.
Evidentemente, seguir un descanso óptimo y una dieta equilibrada y correcta son fundamentales para disfrutar de un funcionamiento óptimo de nuestra memoria. Y precisamente, la alimentación que sigamos dice muchísimo.
Para conseguir que el cerebro funcione mejor es aconsejable seguir los siguientes hábitos saludables:
-
Desayuna: por algo es la comida más importante del día. Y es que si desayunas diariamente estarás aportando a tu organismo glucosa y los nutrientes necesarios para realizar tus actividades mañaneras. De hecho, si tu nivel de azúcar baja por la mañana porque no has desayunado (o no lo has hecho correctamente) te podrá provocar problemas y pérdidas de concentración.
-
Come varias veces al día: es recomendable comer cinco o seis veces al día. No solo te ayudará a no aumentar de peso, sino que además te ayudará a estar más alerta.
-
Come frutos secos: son muy ricos en grasas beneficiosas para el cerebro. Destacan las nueces, las almendras, las castañas y las avellanas.
-
Opta por verduras y vegetales: también son ricas en omega 3. Destacan las espinacas, brócoli, coles, pepinos y la lechuga.
-
Opta por los mejores alimentos para el cerebro: existen determinados alimentos para el cerebro que no pueden faltar en nuestra dieta. Destacan las ciruelas pasas, el plátano, los copos de avena, las pipas de girasol y sobretodo los pescados azules.
Imagen | Alpha
Comentar