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El arte de la exfoliación: Una guía completa para revelar tu mejor piel

Exfoliar la piel adecuadamente es una rutina de belleza e higiene tan habitual como imprescindible, pero sobre todo cuando lo haces de forma correcta. Te explicamos cómo.

¿Alguna vez te has preguntado por qué tu rostro no está tan radiante como debería, a pesar de seguir una rutina de cuidado de la piel al pie de la letra? ¿Sabías que la respuesta podría estar en un paso que mucha gente pasa por alto, pero que puede marcar una gran diferencia? Hoy vamos a hablar de la exfoliación.

La exfoliación es una de las formas más eficaces de mantener la tez suave, luminosa y con aspecto saludable.

No solo ayuda a deshacerte de las células muertas que pueden provocar un aspecto opaco, sino que también puede mejorar la textura y facilitar la absorción de otros productos cosméticos.

Pero aquí está el quid de la cuestión: no todos los exfoliantes son iguales, y la forma en que exfolias puede tener un gran impacto en los resultados que obtienes.

De hecho, si no lo haces correctamente, puedes terminar haciendo más mal que bien.

Entonces, ¿cómo puedes estar segura de que estás exfoliando tu piel de la forma correcta? ¡No te preocupes! Estamos aquí para guiarte a través de todo el proceso, desde cómo elegir el exfoliante adecuado para tu tipo de piel hasta cómo aplicarlo correctamente.

¡Si estás lista para darle a tu rostro el trato que se merece, sigue leyendo!

como exfoliar el rostro correctamente

¿Qué es la exfoliación y por qué es importante?

Empecemos por el principio: ¿qué es exactamente la exfoliación? En términos simples, es el proceso de eliminar las células muertas que se acumulan en la superficie de tu rostro.

Esto se puede hacer principalmente de dos maneras: la exfoliación física, que implica frotar suavemente tu piel con un producto granulado o una herramienta; y la exfoliación química, que utiliza ácidos y enzimas para disolver las células.

Este paso, si se hace de forma regular, trae muchos beneficios.

Primero, al eliminar las células muertas, dejas espacio para que las nuevas células de la piel crezcan, lo que puede hacer que tu cutis se vea más fresco y radiante.

Además, puede ayudar a mejorar la textura, reducir la apariencia de los poros y ayudar a prevenir los brotes de acné.

¿Sabías que la exfoliación también puede hacer que tus otros productos cosméticos funcionen mejor? Esto se debe a que los productos pueden penetrar más profundamente en tu dermis una vez que la capa de células muertas ha sido eliminada.

También es esencial para estimular la circulación sanguínea, lo que puede ayudar a darle a tu piel un brillo saludable. Y si eso no fuera suficiente, también puede ayudar a aumentar la producción de colágeno, el cual es la proteína que ayuda a mantener tu rostro firme y juvenil.

Es importante destacar que, aunque los beneficios de la exfoliación son numerosos, es un proceso que debe ser hecho con cuidado. La exfoliación excesiva o el uso del tipo incorrecto de exfoliante puede causar irritación y daños.

Por eso es tan crucial entender cómo exfoliar de manera correcta.

Identificación de tu tipo de piel

Para exfoliar correctamente tu rostro, primero debes identificar tu tipo de piel. ¿Por qué? Para seleccionar los productos más adecuados para ti y evitar irritaciones o daños. Así que vamos a descubrirlo:

  • Seca: Si notas una sensación tirante, áspera al tacto o descamaciones, lo más probable es que tengas sequedad. Este tipo necesita exfoliantes que no solo eliminen las células muertas sino que también hidraten y sean muy suaves.

  • Grasa: Si tienes brillo excesivo, poros visibles y propensión a puntos negros y granitos, probablemente tengas exceso de grasa. Un exfoliante químico con ingredientes como el ácido salicílico, que puede penetrar en los poros y ayudar a reducir el exceso de sebo, puede ser una buena elección. También te encantarán estas opciones.

  • Mixta: Si tu cara parece seca en algunas áreas (como las mejillas) y grasa en otras (como la zona T, que incluye la frente, nariz y barbilla), tienes piel mixta. Puedes necesitar un enfoque más personalizado para la exfoliación, utilizando diferentes productos en diferentes áreas de tu rostro.

  • Sensible: Si tu cutis se irrita o se enrojece con facilidad, tienes problemas de sensibilidad. Los exfoliantes más suaves, como los que contienen enzimas de frutas, pueden ser una buena opción para ti.

Una vez que hayas identificado tu tipo de piel, estarás en una mejor posición para seleccionar el exfoliante adecuado y desarrollar tu rutina de exfoliación, lo que nos lleva a nuestro siguiente punto…

Te enseñamos a hacer: Peeling casero para exfoliar de forma natural

Cómo exfoliar tu rostro correctamente

exfoliar la piel correctamente

Ya conoces lo esencial sobre la exfoliación y has identificado tu cutis. Ahora, llega el momento de poner todo ese conocimiento en práctica.

En esta sección, te guiaré paso a paso en el proceso de exfoliación de tu rostro para que lo hagas de forma efectiva y segura. ¿Estás lista? ¡Vamos a ello!

¿Cuándo exfoliar?

Quizás te estés preguntando, «¿en qué momento de mi rutina debería incorporar la exfoliación?» Esta es una buena pregunta, y la respuesta puede variar dependiendo de tu rutina personal y el tipo de exfoliante que estés utilizando.

En general, debe hacerse después de limpiar tu rostro y antes de aplicar tus serums y cremas

Empieza por limpiar tu rostro para eliminar el maquillaje, el aceite y las impurezas. Esto preparará tu cutis para la exfoliación. 

Una vez tu cara esté limpia, procede a exfoliar (a continuación te explicamos cómo hacerlo). Y después ya puedes continuar con la mascarilla (si te toca, pero muy recomendado), el tónico, el serum, la crema, protector solar, etc. 

En cuanto al mejor momento del día para hacerlo, ¿deberías hacerlo por la mañana para empezar el día con una piel fresca y radiante? ¿O es mejor hacerlo por la noche para eliminar todas las impurezas acumuladas durante el día?

La respuesta puede depender en gran medida del tipo de exfoliante que estés utilizando y de tu rutina personal. Sin embargo, en general, la mayoría de los dermatólogos suelen recomendar la exfoliación por la noche por varias razones:

  1. Recuperación de la piel: Durante la noche, mientras duermes, tu dermis pasa por un proceso de regeneración y recuperación. Al exfoliar antes de acostarte, te aseguras de que tu cara esté lo más limpia posible para este proceso, lo que puede maximizar los beneficios de la exfoliación.

  2. Sensibilidad al sol: Los exfoliantes, especialmente los químicos, pueden hacer que tu tez sea más sensible al sol. Al exfoliar por la noche, le das a tu dermis la oportunidad de recuperarse antes de exponerse nuevamente al sol.

  3. Mejor absorción de productos: La exfoliación puede ayudar a que tus cosméticos se absorban mejor. Muchas personas usan sus productos más «pesados», como las cremas de noche y los tratamientos, por la noche, por lo que exfoliar antes puede ayudar a que estos productos penetren más profundamente.

Si prefieres exfoliar por la mañana y te funciona bien, ¡sigue haciéndolo! Lo más importante es escuchar a tu dermis y hacer lo que funcione mejor para ti.

¿Cómo exfoliar?

Cómo aplicas tu exfoliante puede variar dependiendo de si estás utilizando uno físico (o mecánico) o uno químico. A continuación, te explico cómo usar cada uno:

Exfoliante físico o mecánico

Estos son los que contienen partículas pequeñas y granuladas que al frotarse sobre la piel, eliminan las células muertas. Para usarlo, primero moja tu rostro con agua tibia para abrir los poros y preparar la piel.

Luego, toma una pequeña cantidad de producto en tus manos y aplícalo en tu rostro con movimientos circulares suaves, desde el interior hasta el exterior. Evita frotar con demasiada fuerza, ya que el arrastre puede irritar.

También, evita el área alrededor de los ojos, ya que la piel aquí es especialmente delicada.

Después de exfoliar todo el rostro, enjuaga con agua tibia y seca con una toalla suave dando pequeños toques.

Descubre: Estos son los tres ingredientes naturales que actúan como exfoliantes

método para exfoliar la cara

Exfoliante químico

Los productos químicos, que contienen ácidos como AHA (alfa hidroxiácidos) o BHA (beta hidroxiácidos), funcionan disolviendo las células muertas en lugar de eliminarlas de forma manual.

Para usarlo, comienza limpiando tu rostro. Luego, aplica el exfoliante siguiendo las instrucciones del producto.

Generalmente tienen una textura líquida y hay que aplicarlo como si fuera un serum o como una mascarilla con ayuda de un pincel de abanico. Pero también los hay formato pads o en polvo (estos suelen ser los enzimáticos).

Algunos pueden necesitar ser aclarados después de un cierto tiempo, mientras que otros se pueden dejar durante la noche.

Ten en cuenta que los exfoliantes químicos pueden hacer que tu piel sea más sensible al sol, así que asegúrate de usar protector solar si vas a salir al día siguiente. Aquí nuestra recomendación

Recuerda siempre seguir las instrucciones del producto que estés utilizando, ya que cada producto puede tener diferentes recomendaciones en cuanto a aplicación y tiempo de exposición. Y, por supuesto, siempre escucha a tu dermis.

Si notas alguna irritación o molestia, es mejor parar y consultar a un profesional.

Te interesa: Te explicamos qué es el peeling y cómo puede mejorar tu tez

Frecuencia de exfoliación

La cantidad de veces que debes exfoliar tu rostro depende de tu tipo de piel.

Si es grasa o mixta, puedes exfoliarla hasta dos o tres veces por semana. En cambio, si es seca o sensible, una vez por semana o incluso cada dos semanas podría ser suficiente.

Cuidado posterior

Después de exfoliar, es importante hidratar la cara para reponer cualquier humedad que se haya perdido durante el proceso. Utiliza un serum y una crema hidratante que sea adecuada para ti.

exfoliación paso a paso

Errores comunes en la exfoliación y cómo evitarlos

Exfoliar correctamente puede marcar una gran diferencia en el aspecto y la salud de tu cutis. Pero incluso con la técnica perfecta, es posible cometer algunos errores comunes. ¿Quieres conocer cuáles son y cómo evitarlos?

  • Sobreexfoliar: Esto puede ser dañino para la piel, causando irritación, enrojecimiento y sensibilidad. Como mencionamos anteriormente, la frecuencia ideal depende de tu tipo de dermis, pero generalmente no se recomienda hacerlo más de dos o tres veces por semana para las grasas y una vez a la semana o cada dos semanas para las secas o sensibles.

  • Uso de productos demasiado abrasivos: Algunos gránulos pueden ser demasiado duros para la tez, causando pequeñas lesiones y daños. Siempre busca partículas suaves y redondeadas y evita aquellos con partículas grandes o con bordes afilados (como la sal). Si tienes sensibilidad, podrías considerar usar un exfoliante químico suave en lugar de uno físico.

  • Frotar con demasiada fuerza: Puede ser tentador frotar con fuerza para sentir que estás «limpiando» tu cutis, pero esto puede causar irritación, enrojecimiento e incluso micro-desgarros. Hacerlo más fuerte no es hacerlo mejor. 

  • No hidratar después: Después de exfoliar, tu piel puede haber perdido algo de humedad, por lo que es importante reponerla utilizando una crema hidratante.

Al evitar estos errores comunes, podrás asegurarte de obtener todos los beneficios de la exfoliación sin causar daño a tu piel.

Preguntas frecuentes sobre la exfoliación

Hemos hablado extensamente sobre la exfoliación, pero es posible que aún tengas algunas preguntas. Aquí te doy respuesta a las más comunes:

  • ¿Puedo exfoliar si tengo acné?: Sí, pero con precaución. Este paso puede ayudar a prevenir los brotes de acné al mantener los poros limpios. Sin embargo, si tienes acné activo, frotar la piel con un exfoliante físico puede irritarla y empeorar el acné. En este caso, es mejor usar un exfoliante químico suave y asegurarte de no exfoliar demasiado a menudo.

  • ¿La exfoliación hace que la piel se adelgace?: No. De hecho, puede ayudar a mejorar la producción de colágeno, que es la proteína que mantiene estructura y la firmeza.

  • ¿Puedo exfoliar si tengo la piel sensible?: Sí, pero debes hacerlo con cuidado. Opta por un exfoliante suave (generalmente químico) y no lo hagas muy a menudo. Si notas algún signo de irritación, es mejor detenerse.

  • ¿Debería exfoliar antes o después de la depilación/afeitado?: Es mejor hacerlo antes de la depilación para eliminar las células muertas y conseguir una depilación más uniforme, sin vellos encarnados. Sin embargo, deberías esperar al menos 24 horas antes de depilarte para evitar la irritación.

Esperamos que este artículo te haya proporcionado una guía clara y comprensible sobre cómo exfoliar tu rostro correctamente. Si bien puede parecer un poco complicado al principio, una vez que entiendas los fundamentos y conozcas tu tipo de piel, exfoliar se convertirá en una gran adición a tu rutina de belleza.

Con la técnica correcta, tu piel se verá más fresca, más brillante y más saludable que nunca. ¡Adelante, dale todo el cariño que se merece!

Angela

Técnico Superior en Dietética.

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