El café es, sin duda alguna, una de las bebidas más consumidas del día. De hecho, se estima que cada día se beben en torno a 66 billones de tazas de café en todo el mundo, siendo los finlandeses los que más café consumen al año, al alcanzar la cifra de los 12 kg. de café por persona y año. Se trata, como vemos, de una de las bebidas más populares, junto con el agua y el té (que también destaca por ser otra de las más consumidas en el mundo cada día).
En lo referente al café, como de buen seguro sabrás, se caracteriza por ser una bebida que se obtiene a partir de la infusión de las semillas tostadas y molidas de los frutos de la planta del café. Es decir, nos encontramos en realidad ante una infusión, que en lugar de elaborarse con hojas o raíces se prepara a partir de las semillas provenientes de los frutos de la planta del cafeto, unos arbustos provenientes de regiones tropicales del género Coffea, con frutos carnosos de color rojo o púrpura. Estos frutos cuentan con dos núcleos cada uno de los cuales poseen un grano de café, que encontramos en el interior de la baya.
Sobre sus propiedades más importantes nos encontramos sobre todo con una bebida muy estimulante, útil para activarnos y elevar nuestra capacidad de alerta, ayudándonos a disminuir la somnolencia y a mejorar la concentración por más tiempo. Además, consumirlo regularmente disminuye el riesgo de sufrir demencia en la vejez, mejora el control metabólico de la glucosa y evitar la resistencia a la insulina, y combate la celulitis.
Como vemos, se trata de una bebida saludable siempre y cuando sea consumida regularmente, y nunca en exceso. No obstante, debemos atender a las principales contraindicaciones del café para descubrir cuando su consumo no sería tan aconsejable; y más aún, cuántas tazas son aconsejadas al día como máximo.
La preparación del café es sumamente fácil y sencilla. Solo necesitas una cafetera, uno de los aparatos de cocina más comunes y más utilizados cada día, ya que nos brinda la posibilidad de disfrutar de una deliciosa taza de café en pocos minutos. Su utilización precisamente es muy sencilla: solo tienes que poner la cantidad indicada de agua en el vaso de la cafetera, tapar con el filtro y añadir la cantidad suficiente de café. Luego tapar con la cafetera en sí y colocarla al fuego, esperando entre 3 a 4 minutos. ¡Listo!.
Pero tanto si no dispones de una cafetera de filtro como si deseas optar por otras opciones de preparación, ¿sabías que también se puede elaborar un café sin cafetera? Te explicamos cómo.
Cómo preparar un delicioso café sin utilizar cafetera
Ingredientes que necesitas para preparar una taza de café:
- 2 cucharadas de café molido
- 1 taza de agua
Utensilios y elementos necesarios:
- 1 cazo o cacerola
- 1 colador
- 1 jarra
Preparación del café sin cafetera:
En primer lugar pon el equivalente a una taza de agua en un cazo o cacerola y calienta en el fuego hasta que alcance el punto de ebullición. Añade el café molido a la jarra, y cuando el agua esté lo suficientemente caliente vierte el agua directamente sobre el café.
Deja el café con el agua caliente de reposo durante 2 a 3 minutos aproximadamente. Remueve bien con ayuda de una cuchara y deja en remojo otros 3 minutos más.
Luego, cuando hayan pasado los 5 o 6 minutos en total pon el colador en la taza donde vayas a tomarlo, y sirve el café en él. Es importante que el colador sea lo más fino posible para que sea capaz de atrapar las borras del café y evitar que llegue a la taza. ¡Listo! Ya tienes tu café de cafetera preparado para tomar.
Imágenes | ISTOCKPHOTO/THINKSTOCK
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