Es bastante posible que en algún momento te hayas encontrado con este nutritivo plato como desayuno, sobre todo si en alguna ocasión viajaste a Inglaterra o a Escocia, donde se caracteriza por ser una receta tan común como característica (de hecho proviene de allí).
El conocido como porridge es una especie de papilla elaborada con avena cocida, la cual es cocinada en agua o en leche. Podemos encontrarnos con distintas variedades, en las que se sustituye la avena por trigo, harina de maíz o arroz hinchado, y también por versiones vegetarianas o veganas en las que se cambia la leche de origen animal o el agua por bebidas vegetales (por ejemplo por leche de soja o leche de arroz).
Aunque la receta básica original sólo contiene avena, una vez elaborada es bastante habitual añadirle frutas desecadas como uvas pasas y orejones (albaricoques secos), así como deliciosos frutos secos (como nueces, avellanas y almendras). De hecho, cuando se consume en el desayuno se suele servir el porridge caliente con leche o nata, y endulzado con azúcar o miel. Mientras que se si se consume como comida en el almuerzo sólo se le añade sal. No en vano, en Escocia nos encontramos con el porage, que es gachas de avena con sal.
Beneficios del porridge de avena y fruta
Lo cierto es que nos encontramos ante un plato tan nutritivo como delicioso, que se convierte en una excelente opción para el desayuno precisamente por su riqueza en nutrientes esenciales, hidratos de carbono complejos y proteínas. Es muy rico en vitaminas, destacando especialmente vitaminas del grupo B (sobre todo B1 y B2), así como vitamina E. También aporta minerales, entre los que podemos mencionar magnesio, zinc, potasio, calcio y hierro.
Es una recete sumamente energética, que por su contenido en hidratos de carbono complejos nos aporta energía lentamente, por ello resulta ideal en el desayuno, dado que nos aporta la energía que nuestro organismo necesita a lo largo de la mañana. También aporta aminoácidos, concretamente seis de los ocho aminoácidos esenciales.
En lo que se refiere a las cualidades que aporta el consumo regular de porridge de avena y frutas, se trata de un plato ideal para mantener un sistema cardiovascular sano y saludable, al ser muy rico tanto en fibra como en betaglucano; ambos ayudan en la reducción del colesterol alto, mientras que el betaglucano ayuda a absorber tanto el colesterol como los ácidos biliares del intestino. Además, aporta ácidos grasos omega-6, que ayudan a disminuir el colesterol LDL y a aumentar el colesterol HDL.
Por su contenido en hidratos de carbono complejos es una receta ideal para aportar saciedad, aportando un efecto saciante mucho más prolongado, siendo muy útil, por ejemplo, para quienes deseen controlar sus niveles de azúcar en sangre.
Por su riqueza en fibra soluble es una receta ideal contra el estreñimiento, al ayudar a facilitar y regular el tránsito intestinal, mejorándolo.
¿Cómo hacer porridge de avena y cómo tomarlo?
Ingredientes necesarios
- 4 cucharadas de copos de avena
- 1 vaso de leche
- 1 plátano
- 1 manzana
- Azúcar moreno de caña integral
Si lo deseas puedes añadir más frutas, o sustituirlas por las que más te gusten: frutos rojos, fresas, trocitos de coco, pera… También puedes acompañar de frutos secos.
Pasos para hacer el porridge de avena y frutas
- En un cazo echa la leche y calienta a fuego fuerte. Cuando alcance el punto de ebullición pero sin llegar a hervir baja a fuego medio y añade los copos de avena. Tapa y deja durante 10 minutos. Pasado este tiempo apaga el fuego.
- Mientras se enfría un poco pela el plátano y córtalo en trozos. Lava bien la manzana, córtala en trozos y añade amabas frutas a un bol. Añade ahora la avena y si lo deseas esparce por encima azúcar moreno al gusto. ¡Listo, a disfrutar!.
¿Cómo tomar el porridge de avena con frutas?
Dado que se trata de un plato sumamente completo desde un punto de vista nutricional, que además también aporta bastante saciedad, puedes consumirlo solo en el desayuno, acompañado de una taza de tu té preferido o de una taza de café.
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