Aunque el cálculo del IMC se ha venido utilizando desde hace décadas por la mayoría de médicos, nutricionistas y dietistas con el objetivo de descubrir si la persona tenía o no un exceso de peso en función de su Índice de Masa Corporal, cada vez es mayor el número de expertos que utilizan un nuevo cálculo: la medición de la circunferencia de la cintura.
Como su propio nombre indica, la circunferencia de la cintura se caracteriza por ser un índice que mide la concentración de grasa en la zona abdominal. Esto se traduce en algo aún más sencillo de entender: es un indicador sencillísimo y muy útil para conocer nuestra propia salud cardiovascular, y sobretodo, si estamos o no en riesgo de padecer alguna patología cardiometabólica.
Para ello debemos en especial atender a las diferencias en la ubicación de la grasa localizada, dependiendo de si se padece obesidad ginoide o androide. Es un índice adecuado para la medición de la concentración de la grasa abdominal.
La medición de la circunferencia de la cintura
Para medirte la circunferencia de la cintura tan solo necesitas una cinta métrica. Para ello, debes colocarte con el torso desnudo, los pies juntos y delante de un espejo (así controlarás que la medición la realizas correctamente).
Relaja el abdomen, y rodea tu cintura con la cinta métrica, a la altura del ombligo y sin presionar. Apunta la cifra. Siempre que quieras volver a medirte la cintura debes hacerlo a la misma hora.
Dependiendo del sexo de la persona los datos se interpretan de distintas formas. Así, por ejemplo:
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Mujeres: existe riesgo de padecer enfermedades asociadas a partir de los 82 centímetros. Si se sobrepasa de 88 centímetros el riesgo es muy elevado.
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Hombres: existe riesgo de padecer enfermedades asociadas a partir de los 94 centímetros. Si se sobrepasan los 102 centímetros el riesgo es muy elevado.
Como vemos, esta medición es en realidad muy sencilla y útil, que completa tanto los valores que aporta la calculadora de IMC y el perímetro cintura/cadera.
Imagen | quinn.anya
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