Si en algún momento has tomado bebidas con alcohol, y sobre todo lo has hecho de forma excesiva, es bastante probable que en las horas siguientes –o en la mañana siguiente si las bebiste por la noche- hayas sufrido los incómodos y molestos síntomas de la resaca, los cuales experimentamos después de haber tomado mucho alcohol. Es decir, es un cuadro con síntomas determinados que se sufre después de un consumo excesivo de bebidas alcohólicas. Aunque, eso sí, dicho consumo no ha sido lo suficiente como para llegar al coma profundo y el riesgo de muerte por depresión respiratoria.
Desde un punto de vista médico su nombre correcto es veisalgia, y entre los síntomas que habitualmente surgen después del consumo excesivo de alcohol podemos mencionar los siguientes: sensación de malestar general con embotamiento nervioso, dolor de cabeza o cefalea, sed intensa, dolores abdominales y musculares, y posibles flatulencias. Se puede sentir sensibilidad tanto a la luz como al sonido, irritabilidad, fatiga y ansiedad.
También pueden aparecer otros síntomas relacionados, como por ejemplo vómitos o diarreas, náuseas y amnesia o pérdida de la memoria relacionada con todo lo ocurrido durante el episodio etílico.
Las principales causas de la resaca
La causa fundamental de la resaca debemos encontrarla en una serie de sustancias residuales –conocidas con el nombre de congéneres- que se forman de forma simultánea al proceso de obtención del alcohol. Destacan sobre todo el metanol, el acetaldehído, determinados polifenoles y la histamina. En el caso particular del acetaldehído se trata de un metabolito hepático del etanol muy tóxico, el cual cuando es quemado en el proceso metabólico de nuestro cuerpo se convierte en ácido acético.
Precisamente cuando estas sustancias o compuestos se descomponen producen diversas sustancias ponzoñosas, las cuales son tóxicas y son en definitiva las principales responsables de los síntomas que luego ocurren en nuestro organismo.
Al descomponerse producen otras sustancias tóxicas, ponzoñosas y/o venenosas, las cuales son luego las responsables de la aparición de los síntomas. Estas sustancias las encontramos en mayor cantidad en bebidas alcohólicas de color más oscuro o bebidas espirituosas menos destiladas, tales como el coñac, vino tinto, ron, whisky, ginebra, vodka y vino blanco.
¿Por qué aparece la resaca y por tanto la mayoría de sus síntomas?
La aparición de la resaca la encontramos sobre todo en el consumo excesivo de alcohol, como consecuencia del proceso de deshidratación que sufre nuestro cuerpo.
Dado que el alcohol inhibe el buen funcionamiento de las vasopresinas (unas hormonas con acción antidiurética que controlan la reabsorción de moléculas de agua mediante la concentración de la orina). Cuando bebemos alcohol, el agua es eliminada al orinar en mayor cantidad y abundancia, por lo que se eliminan más sales minerales y otros compuestos importantísimos para nuestro organismo.
En este sentido, la causa la distinguimos especialmente en la presencia de unas sustancias residuales que se generan durante el proceso de obtención del alcohol, destacando sobre el metanol, la histamina, determinados polifenoles y el acetaldehído.
Sin embargo, cuando tomamos alcohol el agua es eliminada al orinar en mayor abundancia, por lo que se lleva consigo un buen número tanto de sales minerales como de otros compuestos imprescindibles para el organismo, dejándonos además sin sus reservas.
Dado que el cuerpo recurre al cerebro para obtener todos los líquidos que ha perdido, este órgano es el que más sufre tras el consumo de alcohol, de ahí que uno de los principales síntomas de la resaca sea un tremendo dolor de cabeza o cefalea, y también una sed intensa.
Aunque la resaca aparezca siempre que consumamos alcohol en exceso, debemos tener en cuenta que un consumo habitual de bebidas alcohólicas induce a mantener cierta tolerancia, elevando el umbral de resaca. El motivo lo encontramos con que aumenta la cantidad y actividad de la enzima que metaboliza el alcohol (el alcohol deshidrogenasa).
¿Cuáles son los síntomas de la resaca?
Como regla general, la resaca tiende a manifestarse como un cuadro determinado de síntomas, que pueden ser:
- Dolor de cabeza o cefalea, que aparece como consecuencia de la disminución del azúcar en la sangre (glucosa), por la dilatación de los vasos sanguíneos o por la deshidratación de las meninges.
- Sed intensa, debido a la deshidratación causada en el organismo por la degradación del alcohol.
- Problemas gástricos y digestivos, ya que las bebidas alcohólicas ocasionan una erosión de la mucosa gástrica, así como una pérdida de la vellosidad intestinal. Pueden surgir sobre todo vómitos, y de forma rara diarrea. También pueden aparecer flatulencias.
- Dolores abdominales y musculares, que cursan con sensación de debilidad y malestar general.
- Pérdida de la memoria o amnesia ligera, sobre todo durante el episodio etílico.
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