Octubre se caracteriza por ser un mes muy especial, que da paso a una nueva estación, a una época que supone la transición hacia un periodo que va desde el calor más absoluto (propio del verano), hacia los días más fríos del invierno.
Es una estación en la que se produce el conocido cambio de horario, que siempre tiende a afectar a muchísimas personas, sobretodo porque la disminución de luz causa un cambio hormonal que en muchos casos provoca la aparición de la denominada como depresión otoñal (también conocida como astenia otoñal).
Para evitar estas consecuencias, que de hecho desaparecen solo en unos días, lo recomendable es adelantarnos al cambio consumiendo frutos tan saludables como los higos, que aportan nutrientes ideales para evitar estos síntomas molestos del otoño, y tomar suplementos vitamínicos que ayuden a aumentar las defensas, y así prevenir el contagio por gripes o resfriados.
También el mes de octubre se caracteriza por la llegada de dos de los alimentos más característicos del otoño, además de los higos: las castañas y las setas, dos productos naturales tan sanos como saludables.
En el primero de los alimentos, aportan una gran variedad de beneficios y nutrientes, entre los que destacan vitaminas del grupo B e hidratos de carbono, que brindan energía. Una buena forma de consumirlas es, o bien crudas, o bien asar castañas.
Pero, en determinadas ocasiones, pelar las castañas puede convertirse en una odisea. Por ello, te exponemos a continuación un truco sencillo que te será de gran utilidad.
Consejos útiles que te ayudarán a pelar las castañas
Aunque para pelar las castañas solo se requiere un poco de maña, y sobretodo paciencia, solo es necesario realizarles un corte en su cáscara más dura con ayuda de un cuchillo.
Luego poner en un cazo agua para hervir, y cuando el agua entre en ebullición meterlas en el cazo, dejándolas en reposo tres minutos. Para pelarlas bien, es fundamental que lo hagamos antes de que se enfríen.
También hay personas que tienden a asarlas para pelarlas y comerlas mejor. El único inconveniente es que debes esperar a que éstas se enfríen (para no quemarte) y que no puedes utilizarlas en postres, dado que por regla general suelen estar algo quemadas.
Imagen / michaelaw
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