La limpieza de cutis es un tratamiento no solo de belleza, es también un tratamiento que nos ayudará a tener la piel del rostro además de limpia también saludable. Con la limpieza de cutis limpiaremos el rostro de impurezas a las que la piel de nuestro rostro está expuesta continuamente, hacemos referencia a diversos agentes externos como son, los cambios del tiempo, y la contaminación.
No cabe duda que la limpieza de cutis aportará luminosidad a nuestro rostro pero además de luminosidad y de eliminar las impurezas de los agentes externos antes mencionados debemos limpiarla también del exceso de grasa, de los puntos negros, así como de los restos de cremas y maquillajes.
Incluso aunque no utilicemos maquillaje debemos limpiar el cutis y eliminar tanto la grasa como los puntos negros y ya no solo por razones estéticas sino para evitar que estos puntos negros se infecten y se inflamen con lo que acabarían convirtiéndose en granos.
La finalidad de una limpieza de cutis es la limpieza, tonificación y la hidratación de la piel.
¿Y cada cuánto tiempo debemos hacernos una limpieza de cutis? La frecuencia con la que se debe hacer la limpieza de cutis dependerá del tipo de piel que tengamos, ya que una piel grasa por ejemplo necesita más cuidados, sobre todo sí también tenemos puntos negros, en estos casos es aconsejable una limpieza de cutis una vez a la semana.
Para otro tipo de pieles podría ser suficiente con una limpieza de cutis al menos una vez al mes.
No te pierdas: Los beneficios de lavarte la cara con agua fría y agua caliente
Es aconsejable y muy importante limpiarnos bien el rostro todas las noches y ponernos la crema nutritiva de noche.
La limpieza de cutis podemos realizarla nosotros mismos en casa o dirigirnos a un centro de belleza.
Descubre cómo hacer una limpieza de cutis en casa
Para realizar la limpieza en casa necesitaremos estos ingredientes: agua fría, un jabón neutro, discos de algodón, leche limpiadora, un exfoliante, agua caliente, un cazo o recipiente para hacer baños de vapor, gasas, un tónico purificante, una mascarilla nutritiva y una crema hidratante.
- Antes de comenzar es importante lavarse bien la cara con agua fría y un jabón neutro o un jabón adecuado a tú tipo de piel.
- Una vez que nos hayamos lavado la cara, con una toalla suave secamos el rostro.
- Cogemos un disco de algodón y le ponemos un poco de leche limpiadora.
- Con cuidado vamos pasando el disco por el rostro, así iremos eliminando la suciedad que se encuentra en la superficie del cutis.
- Seguidamente aplicamos el producto exfoliante que nos ayudará a arrastrar las células muertas así como las impurezas.
- El exfoliante lo aplicaremos con ligeros masajes que haremos con la yema de los dedos, masajeando el mentón, el entrecejo, los pómulos y el cuello.
- A continuación tonificaremos e hidrataremos la piel aplicándonos el tónico purificante, un poco de mascarilla con función nutritiva y para finalizar la crema hidratante.
Siguiendo estos consejos básicos conseguiremos limpiar la piel en casa cada día de forma fácil, rápida y sencilla. Y es que como te hemos comentado a lo largo de la presente nota, si mantenemos una adecuada limpieza de cutis no solo disfrutaremos de una buena salud en nuestra piel, sino que la ayudaremos a hidratarse de manera correcta, a cuidarla, y sobre todo a aportarle una mayor luminosidad.
Comentar