Fue el pasado 2 de agosto cuando en Europa saltaron las alarmas, aunque a nuestro país no llegaron las noticias oficialmente hasta transcurrido un día. En Holanda saltaba la alarma alimentaria por la existencia de huevos contaminados con un pesticida tóxico.
Según se alertaba desde el sistema de control alimentario holandés y responsable de la seguridad alimentaria de este país (NVWA), alertaba acerca de la existencia de una serie de partidas de huevos contaminados con fipronil, un pesticida tóxico, los cuales no fueron solo vendidos en el país sino también exportados -en un primer momento se creía solo a Alemania.
Así, en aquel momento, la propia Comisión Europea (CE) aseguraba que ya se estaban investigando el alcance de estas partidas de huevos, y que la situación estaba «bajo control», aportando la tranquilidad a los consumidores europeos, que «pueden comer huevos con seguridad».
Sin embargo, como se ha conocido en el día de hoy, ya hay 17 países europeos afectados, estudiándose si este contaminante habría también podido afectar a la carne de pollo. No obstante, para nuestra tranquilidad, la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) ha asegurado que el alimento contaminado no ha sido distribuido a España.
Sea como fuere, debemos tener en cuenta que en Holanda al comienzo existieron muchísimas dudas y una mayor alarma como consecuencia de la confusión generada por la propia agencia alimentaria holandesa, dado que en un primer momento indicó que los niveles del contaminante no suponían un riesgo para la salud, para finalmente lanzar una alerta sobre series concretas.
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¿Cuál es la partida de huevos contaminados afectada?
De acuerdo a las informaciones suministradas hasta el momento, la partida afectada son huevos blancos con etiqueta X-NL-40155XX, de manera que el gobierno holandés aconseja «no comer» cualquier huevo que tenga este etiquetado porque «su alto contenido en fipronil» podría suponer «una grave amenaza para la salud pública».
Mientras tanto, la alerta alimentaria crece en Europa por la gran cantidad de países afectados, entre los que por el momento no se encuentra España. Y es que la alarma no solo tiene que ver con los huevos blancos etiquetados con el número afectado, sino en definitiva a la llegada de huevos procedentes de granjas en las que se utilizó fipronil.
El motivo es que existen evidencias que permitirían afirmar que el uso de fipronil en estas granjas avícolas, un pesticida totalmente prohibido para la desinsectación de las aves de corral, ha sido premeditado. De hecho, las fuerzas de seguridad de Holanda y Bélgica han emprendido operaciones coordinadas en el registro de varias empresas que comercializan fipronil, mientras que en Holanda se han detenido a dos sospechosos por este caso.
¿Por qué hay tanta alarma en Europa?
El motivo debemos encontrarlo sobre todo en que Holanda es el mayor productor y exportador de huevos de la Unión Europea.
Es más, de acuerdo a datos aportados por el Centro Internacional de Comercio español, solo el pasado año España importó más de 4.500 toneladas de huevos procedentes de Holanda. Y no solo huevos frescos, cocidos o secos, sino también yemas de huevo y subproductos relacionados.
¿Qué es el fipronil? ¿Qué efectos tiene en nuestra salud y cuán peligroso es?
El fipronil es un pesticida empleado habitualmente para matar piojos y pulgas en animales, admitido de hecho en perros y gatos, pero cuyo uso está totalmente prohibido en animales que formen parte de la cadena alimentaria.
De hecho, es uno de los ingredientes que habitualmente encontramos en la composición de algunas pipetas antiparasitarias, que podemos encontrar en los supermercados y tiendas de animales para acabar con las pulgas, piojos y garrapatas de nuestras mascotas.
¿Y cómo llegó este pesticida a los huevos? Se cree que Chickfriend, la empresa encargada del control de plagas en Holanda, utilizó este compuesto para el tratamiento del ácaro rojo en las gallinas.
Este pesticida fue aplicado en el plumaje de las gallinas, pero ha terminado por pasar al huevo. Y, finalmente, dado que su cáscara es porosa, lo ha contaminado.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha catalogado al pesticida fipronil como «moderadamente peligroso», y aunque las autoridades sanitarias consideran que su riesgo para la salud es mínimo, es considerado como tóxico cuando es consumido en cantidades elevadas.
Cuando su consumo es elevado, puede causar daños en el hígado, riñones o en la tiroides. Además, puede ocasionar vómitos, náuseas y vértigos.
Encuentran en España una partida de huevo líquido contaminado
A día 12 de agosto hemos sabido que el Ministerio de Sanidad español alertó al Gobierno del País Vasco con el fin de que se llevara a cabo una inspección inmediata de una partida de 20.000 unidades de huevo líquido contaminado con fipronil en una empresa de Bizkaia, para evitar así su distribución y controlarlo a tiempo.
Se trata de la primera partida de productos contaminados por este insecticida de la que se tiene constancia en nuestro país. Y, para tranquilidad de todos, el producto ha sido detectado antes de entrar en la cadena de distribución alimentaria, por lo que no existe ningún riesgo para la salud pública, ya que será destruido en los próximos días.
Más información: El País / 20 Minutos
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