Se conoce como alimento transgénico a aquel aquello que proceden de OGM (Organismos Genéticamente Modificados) de manera directa o indirecta, los cuales se producen con el objeto de provocar una determinada característica deseada.
Se caracterizan por ser alimentos cuyas semillas han sido modificadas genéticamente, de manera que éstas no han aparecido de forma natural, sino que han sido creadas artificialmente para hacerlas más fuertes, y resistir a su vez a los diferentes insecticidas y productos químicos que habitualmente se utilizan en la agricultura.
Respecto a sus supuestos efectos negativos, aunque se han realizado algunos estudios científicos, la realidad es que nadie conoce a ciencia cierta cuáles son los efectos para nuestra salud a largo plazo cuando se introduce un gen o conjunto de genes en un determinado producto alimenticio. Esto supone, sobretodo, que estos alimentos modificados genéticamente pueden ser tóxicos o alergénicos.
¿Qué son los alimentos transgénicos?
Como te explicábamos brevemente en el apartado anterior, los alimentos transgénicos son productos y alimentos que han sido producidos a partir de un organismo que ha sido modificado mediante ingeniería genética, de manera que se le han incorporado distintos genes de otro organismo con un objetivo claro: producir determinadas características deseadas.
Esta ingeniería genética se puede llevar a cabo habitualmente con bacterias y otros microorganismos muy pequeños, o también con plantas. Es decir, brinda la posibilidad a los científicos de pasar un gen deseado de una planta o animal a otro completamente diferente.
De esta forma, se pueden obtener alimentos más nutritivos y apetitosos, productos con características más deseables, alimentos con cualidades medicinales (que podrían usarse en medicamentos o como vacunas), plantas resistentes a las enfermedades y a las sequías (con un uso menor de recursos ambientales), disminuir la utilización de pesticidas, o un crecimiento mayor de plantas y animales.
Principales productos transgénicos (y alimentos transgénicos)
En muchos países nos encontramos con una serie de alimentos que destacan precisamente porque su cultivo transgénico es muchísimo mayor. Es el caso del algodón, la soja y el maíz. Así, podemos mencionar productos transgenicos comunes como el jarabe de maíz, usado como edulcorante, el almidón de maíz, usado en salsas y sopas, el azúcar de remolacha o los aceites de soja y maíz.
En el caso del maíz y la soja podemos mencionar algunos ingredientes y aditivos sospechosos de tener un origen transgénico. Son los siguientes:
- Soja: en especial aceites y grasas, harina y proteína. Podemos encontrarnos bajo la denominación de aceites/grasas vegetales, además de emulgentes (lecitina-E322), mono y diglicéridos grasos (E471) y ácidos grasos.
- Maíz: en especial harina, aceite, sémola, almidón, glucosa, jarabe de glucosa, dextrosa, maltodextrina, isomaltosa, fructosa, caramelo (E150), grits o sorbitol (E420).
Pero no son los únicos, ya que también podemos encontrar cultivos de ingeniería genética que incluyen manzanas, calabaza, papaya y patatas.
¿Cuáles son los alimentos transgénicos que puedo encontrar en el supermercado?
Lista de alimentos transgénicos
Aunque no existe transparencia por parte de empresas y multinacionales de la industria alimentaria para indicar a sus consumidores qué productos contienen ingredientes modificados genéticamente, a lo largo de los años determinados grupos ecologistas como Greenpeace o diversos estudios científicos han podido identificar algunos de estos alimentos.
En esta ocasión, desde hace algunos años Greenpeace publica un informe titulado “Guía roja y verde de alimentos transgénicos” en el que recoge aquellos productos libres de transgénicos y otros para los cuales la organización ecológica no puede garantizar que no contengan transgénicos. Son los siguientes:
- Cereales: Nestlé (Chocapic, Estrellitas, Cheerios, Crunch, Fitness, Golden Grahams), Kellogg’s (todos sus productos).
- Aceites y grasas: Carbonell, Koipe, Koipesol, RACSA, Tecen, Dacil, Soy Plus.
- Margarinas: Flora, Ligeresa y Tulipán.
- Alimentación infantil: Nestlé (todos sus productos), Danone (Almirón, Blédina, Milupa, Dumez, Mellin y Cow&Gate).
- Salsas: Chovi, Koipesol, Asua, Procer, Louit, Calvé, Ligeresa, Knorr, Hellmann’s, mayonesa Tre, Mayonesa Cosami y Hunt’s.
- Mermeladas: Ligeresa, Zahor, Delaviuda, Fripan y Tre.
- Chocolates y golosinas: Nestlé (Milkybar, Crunch, After Eight, Kit-Kat, Nesquik, Blues, Dolca), Zahor (Zahor, Hurry Up), y Delaviuda.
- Galletas: Flora, Pastelería Conde y Medina (galletas integrales de cereales), Kellog’s (todos sus productos).
- Helados: Nestlé (Extreme, La Lechera, Maxibon, Nestlé), Frigo y Ben&Jerry’s.
- Patatas fritas y aperitivos: Crecs (Crecs), Facundo Blanco (Facundo), Matutano, Lay’s, Doritos, Bits, Cheetos, Santa Ana, Ruffles y Pringles.
- Productos congelados: Nestlé (Buitoni, La Cocinera).
¿Cuáles son los peligros y riesgos de los alimentos transgénicos?
Organizaciones de reconocido prestigio como podría ser el caso de Greenpeace están en contra del cultivo de productos transgénicos porque, entre otros aspectos, «supone incremento del uso de tóxicos en la agricultura, contaminación genética, contaminación del suelo, pérdida de biodiversidad, desarrollo de resistencias en insectos y ‘malas hierbas’, riesgos sanitarios y efectos no deseados en otros organismos.»
De acuerdo a un documento publicado en el año por esta organización, y que de hecho puedes consultar al final de esta nota, estima que los riesgos sanitarios a largo plazo del consumo de alimentos y productos transgénicos presentes en nuestra alimentación, no han sido evaluados de forma correcta, de manera que su alcance continúa siendo desconocido, con riesgo constatable de efectos inesperados, aparición de nuevos tóxicos o la pérdida de eficacia de ciertos medicamentos.
Consulta: Guía roja y verde de alimentos transgénicos (Greenpeace)
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