Probablemente nos encontremos ante una duda que seguramente nos habremos cuestionado o preguntado en algún momento, al igual que si estar cerca de un microondas en marcha es negativo para nuestra salud: ¿de verdad es malo dormir cerca de aparatos eléctricos?.
Es común y habitual que en la habitación donde descansamos y dormimos cada noche tengamos en la mesilla de noche lámparas, radiodespertadores y teléfonos inalámbricos; e incluso contar con televisores u ordenadores.
De hecho, ¿cuántas veces no hemos dormido con el teléfono móvil encendido al lado? Incluso es habitual utilizar el teléfono móvil como despertador, y colocarlo bajo la almohada para escucharlo.
Lo cierto es que los aparatos eléctricos que tenemos en nuestra habitación donde dormimos emiten campos electromagnéticos, los cuales a largo plazo tienden a crear síntomas muy dispares, que van desde fatiga hasta disfunciones en el sistema inmunológico.
Como manifiestan algunos expertos de la Fundación para la Salud Geoambiental (FSG), no podemos olvidarnos que los órganos vitales funcionan mediante pulsos eléctricos, de ahí que cuando nos encontramos sobreexpuestos a radiaciones tanto artificiales como naturales interfieren en nuestros ritmos biológicos, afectando a nuestra salud. Más aún, si esos aparatos eléctricos los ponemos cerca de nosotros mientras dormimos cada noche.
Pongamos un ejemplo: una simple lámpara como las que colocamos en la mesita de noche, y apagada, provoca que nuestro cuerpo emita señales de hasta 30 voltios, cuando de manera natural no llegaría a 1. Lo mismo ocurre con el televisor, que aunque no tiene por qué ser malo tenerla en la habitación (aunque muchos expertos aconsejan no ver la tele justo antes de irnos a la cama, o incluso estando en ella), sí puede ser negativa si la apagamos pulsando el botón de apagado del mando, y la dejamos en stand by.
En relación a los síntomas, varían mucho de persona a persona, pero es habitual que tendamos a no dormir bien, que nos cueste conciliar el sueño, o que incluso luego de levantarnos no nos sintamos descansados (precisamente porque no hemos descansado bien).
Por tanto, motivos como éstos pueden hacernos plantear si en realidad no es malo dormir cerca de este tipo de aparatos: optar por un despertador a pilas y no contar con ningún tipo de aparato eléctrico en la mesita de noche podrían ser una buena idea.
Imagen | me and the sysop
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