Las toxinas se acumulan en nuestro organismo cada día, y existen muchos factores externos que contribuyen a que nuestro propio cuerpo las asimile y las acumule. Como consecuencia de ello, tendemos a tener un riesgo mayor de sufrir determinadas patologías o enfermedades. Por suerte, seguir una alimentación equilibrada especialmente rica en frutas y verduras frescas es la mejor forma a la hora de depurarnos internamente, y sobre todo, útil para eliminar esas toxinas naturalmente.
Mantener una dieta variada, nutritiva y equilibrada es la mejor forma de asegurarnos no solo de que nuestro organismo obtenga todos los nutrientes que necesita, sino de que optamos por alimentos naturales especialmente ricos en antioxidantes naturales, así como sustancias diuréticas y depurativas que ayudan a reducir toxinas naturalmente.
Y es que de la misma manera que la alimentación natural nos ayuda a reducir toxinas, seguir una alimentación poco equilibrada y rica en grasas saturadas y azúcares, hace todo lo contrario, especialmente si consumimos con regularidad comida chatarra, dulces y alimentos refinados.
¿Cuáles son las mejores frutas depurativas?
Entre esos alimentos que nos ayudan a eliminar toxinas encontramos los siguientes:
1. Sandía
La sandía es un buen desintoxicante al tener una interesante acción diurética. Además, aporta muy pocas calorías y muy pocos azúcares, por lo que puede ayudar incluso a calmar tanto la sed en sí como el hambre.
Podemos encontrarla durante los meses de verano. Y podemos disfrutarla sola después de las comidas o como tentempié en los días de playa.
2. Piña
Cuenta con importantes propiedades diuréticas gracias a su elevado contenido en minerales. Además, ayuda a evitar la retención de líquidos, y su contenido en bromelina la convierten en una fruta realmente digestiva.
Al igual que la piña, podemos encontrarla durante los meses de verano, ya que se trata de un alimento de temporada. Es excelente consumida después de comer, sobre todo si hemos consumido carne, ya que ayuda a digerir mejor las proteínas de la carne.
3. Fresas
Las fresas son una de las frutas más ligeras. Favorecen la buena circulación, y a su vez son ricas en vitamina C y antioxidantes, de manera que ayudan a eliminar toxinas, depurando nuestro organismo y reducir la acción de los radicales libres. Y todo ello de forma natural.
Podemos consumirlas enteras o cortarlas en trozos y acompañarlas con un yogur. Es una forma excelente de disfrutar de un postre nutritivo, refrescante y delicioso.
4. Cerezas
Gracias a su contenido en fibra y potasio, las cerezas son unos muy buenos aliados en el proceso de depuración, ayudando a nuestro organismo en la eliminación de toxinas.
Es ideal, por ejemplo, comer cada día un puñado de cerezas. Es la forma más sencilla y simple de disfrutar de sus beneficios.
5. Albaricoque
El albaricoque es una fruta muy buena en verano, ya que al contener betacaroteno, permite conseguir un bronceado realmente bonito, y ayuda a su vez a depurar nuestro cuerpo.
La temporada de albaricoques oscila entre los meses de mayo a agosto, así que durante esta época podemos disfrutar de sus diferentes cualidades depurativas.
¿Qué son las toxinas y por qué tienden a acumularse en nuestro organismo?
Las toxinas son proteínas (concretamente lipopolisacáridos) que entran en nuestro organismo a partir de los alimentos que consumimos cada día, así como también a través de distintos elementos que también las contienen, como por ejemplo podría ser el caso del tabaco, el alcohol o las drogas.
En lo que se refiere a las toxinas que entran en el cuerpo a través de la alimentación, si bien es cierto que todos alimentos contienen estos lipopolisacáridos, determinamos hábitos de cocción como por ejemplo freírlos a temperaturas elevadas, o algunos tipos de comida (como la comida rápida o chatarra y los procesados de forma industrial), influyen de manera muchísimo más directa en que estas toxinas se acumulen de forma excesiva en el organismo.
Estas toxinas se acumulan por distintas causas o motivos. Por ejemplo, mientras que tanto el hígado como los riñones son los órganos encargados de filtrar estas toxinas y eliminarlas, cuando existe algún tipo de patología o trastorno que los afecta, pueden no ser del todo capaces de cumplir con esta importantísima función. Como consecuencia de ello, las toxinas se acumulan.
Además, también tienden a acumularse cuando existe cierto exceso en la alimentación y consumimos muchos alimentos refinados o acidificantes (como alimentos ricos en azúcares o sal); especialmente cuando la dieta es poco equilibrada y saludable.
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