El estrés, la ansiedad y los nervios pueden tener un efecto ciertamente muy negativo no solo en nuestra salud, sino particularmente en nuestro peso. De hecho, cuando estamos estresados, nerviosos o ansiosos se activa el sistema nervioso autónomo, que entre otros aspectos controla los distintos músculos involucrados en la digestión.
Por este motivo, es muy habitual que mientras que a algunas personas cuando están nerviosas o estresadas sienten un menor apetito y parecen encontrarse en una sensación de saciedad constante, a otras ese apetito aumenta de forma voraz, de manera que tienden a calmar los nervios comiendo.
Pero lo habitual no es comer más, optando por alimentos saludables. Al contrario: se come más, pero los nervios tienden a influir en que los alimentos elegidos sean altamente calóricos, ya sea muy ricos en azúcares o en grasas (bollería, galletas, hamburguesas o pizzas, aperitivos salados…).
Nuestra salud, tanto física como mental, depende en gran medida del tipo de alimentación que cada cual siga. De ahí principalmente deriva la importancia de la dieta en el tratamiento y la prevención del estrés. Es decir, existen alimentos cuya composición nutritiva puede ayudar enormemente en el control -y reducción- de los síntomas que aparecen cuando estamos estresados/as.
Entre otros aspectos, el sistema nervioso es especialmente vulnerable ante la falta de una rutina alimentaria ciertamente adecuada, que estimule el buen funcionamiento de las diferentes y diversas células nerviosas. Para poder mantener una salud mental sana, es necesario mantener una alimentación equilibrada, rica tanto en carnes como en pescados a la plancha o cocidos, frutas, verduras, legumbres, cereales y frutos secos.
No en vano, en investigaciones recientes se ha podido demostrar que la dieta puede ser un factor muy importante a la hora de que una persona pueda actuar de una y otra forma ante una situación de estrés. Dicho de otra forma: una dieta equilibrada ayuda no sólo a que mantengamos una buena salud física, sino a que, en cierto sentido, podamos responder mejor ante las diferentes situaciones que nos ofrece el día a día.
¿Por qué el estrés puede hacer que engordemos más fácilmente?
Si en algún momento has sufrido un periodo o época de estrés que más o menos ha durado en el tiempo, es bastante probable que hayas comprobado en tus propias carnes cómo la báscula ha variado enormemente, y más posiblemente, de forma negativa, aumentando tu peso.
Lo cierto es que aunque a algunas personas el estrés y los nervios pueden ocasionar que su estómago se les «cierre», lo más habitual es que ocurra todo lo contrario: es decir, para calmar esa tensión nerviosa y esa sensación de angustia, tendemos a comer más eligiendo para ello alimentos con un mayor contenido en azúcares y grasas (y por tanto en calorías).
Existen distintos motivos que explican por qué el estrés puede hacer que engordemos, y además de manera más fácil:
- Aumento de la segregación de cortisol: O, lo que es lo mismo, nuestro organismo tiende a almacenar una mayor cantidad de grasas. ¿Por qué? Cuando nos sentimos estresados o ansiosos, nuestro cuerpo segrega cortisol, una hormona que envía distintas señales al cuerpo para que se libere glucosa a la sangre. Sin embargo, como en realidad no necesitamos utilizar ese volumen extra de glucosa, terminamos por almacenarla en forma de grasas, en especial en zonas como la cintura y el abdomen.
- Comemos más: En muchas ocasiones a la hora de aliviar esa tensión y esa angustia, es muy habitual que nuestro apetito aumente de manera voraz y comamos más, eligiendo para ello alimentos en realidad poco saludables. Si por un lado tendemos a comer más, y por el otro, escogemos además alimentos con elevado contenido calórico, es evidente que tenderemos a aumentar de peso, sobre todo si no lo quemamos practicando ejercicio físico.
- Mayor hinchazón: Aunque no lo creas, el estrés también puede ser una causa de estreñimiento. Esto es debido especialmente a los alimentos que escogemos cuando estamos estresados. Como te hemos comentado, es más habitual optar por alimentos más calóricos, dejando a un lado opciones más saludables como las frutas y las verduras. Además, tendemos a beber menos líquidos (en particular agua). Como resultado de ello, se reduce el aporte sanguíneo al tracto intestinal.
La mejor alimentación contra el estrés: alimentos beneficiosos muy adecuados
Alimentos con alto contenido en vitamina C
Tal y como han demostrado distintos estudios científicos, en situaciones de estrés y de ansiedad las necesidades de vitamina C por parte de nuestro organismo aumentan de forma considerable. Además, se ha demostrado que esta vitamina es capaz de reducir los efectos negativos del estrés tanto en la salud física como mental.
Por este motivo, en épocas de estrés, lo más adecuado es seguir una dieta rica en alimentos con vitamina C, como es el caso de los cítricos, piña, kiwi, fresas, tomate, lechuga, pimientos, kale, brócoli o guayaba, entre otros.
Alimentos ricos en hidratos de carbono
Aunque demonizados en muchas dietas (muchas de ellas en realidad poco nutritivas y poco adecuadas), lo cierto es que los hidratos de carbono son fundamentales para nuestro organismo, e imprescindibles en cualquier dieta variada, saludable y equilibrada.
Es fundamental a la hora de evitar comer de forma compulsiva cuando estamos estresados, dado que mantener una dieta rica en hidratos de carbono es la mejor forma para garantizar el adecuado suministro de glucosa al cerebro.
Se aconseja consumir entre 5 a 6 raciones de hidratos de carbono, en especial hidratos de carbono complejos, que encontramos en alimentos como los cereales integrales, las legumbres y las patatas.
Alimentos ricos en vitaminas del grupo B
En épocas de estrés, con las vitaminas del grupo B ocurre prácticamente lo mismo que con la vitamina C: nuestro organismo las consume con mayor rapidez, de manera que durante estas épocas se refiere un mayor aporte de estos nutrientes. Además, debemos tener en cuenta algo fundamental: son imprescindibles a la hora de mantener en un estado óptimo a nuestro sistema nervioso.
¿Los mejores alimentos? Destacan los cereales integrales, frutos secos, legumbres, frutas, levadura de cerveza, huevos y el germen de trigo.
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