La leche forma parte de nuestra alimentación desde hace milenios. Fuente de calcio, grasas, vitaminas, proteínas de buena calidad y minerales, se ha convertido desde siempre en el alimento por excelencia; en el alimento base en la alimentación de muchos pueblos y civilizaciones.
Es, como veremos, una de las fuentes de calcio más destacadas, por lo que los especialistas recomiendan tomar leche diariamente desde el nacimiento, para ayudar a que se forme y se mantenga la masa ósea en nuestros hijos.
El porcentaje de grasa de la leche varía dependiendo de la estación del año en que es obtenida, puesto que posee un 2.9% en verano y un 4.9% en invierno aproximadamente.
Aunque si tiene suficiente grasa existen procesos que ayudan a reducirla y a utilizarla para elaborar otros productos. Si bien existen diferentes tipos de leche dependiendo de su tratamiento (cuestión sobre la que nos haremos eco en un futuro no muy lejano), la más común es la leche entera, al ser la que habitualmente se vende en tiendas e hipermercados.
Beneficios nutricionales de la leche
Alto contenido en proteínas de alto valor biológico
Cuando hablamos de que un determinado alimento -o bebida- aporta proteínas de alto valor biológico (o de buena calidad), significa que contiene todos los aminoácidos esenciales, que son aquellos que nuestro organismo no es capaz de producir o sintetizar por sí mismo, y es necesario aportarlos mediante la alimentación.
En el caso particular de la leche, se trata de un alimento que aporta precisamente todos los aminoácidos esenciales. Entre ellos destaca la presencia de leucina, que promueve la cicatrización de la piel, huesos y tejido muscular, lisina, útil para la producción de anticuerpos y para la formación de colágeno, e isoleucina, fundamental para estabilizar y regular los niveles de glucosa y de energía, y la formación de hemoglobina.
Elevado contenido en calcio
La leche es considerada como la principal fuente dietética de calcio, gracias fundamentalmente a la presencia de otros componentes naturalmente presentes en ésta (como las proteínas, la lactosa o el fósforo), que brindan la posibilidad de que posea una elevada biodisponibilidad; y por su elevado contenido de este mineral.
Aporta péptidos bioactivos
Los péptidos bioactivos que encontramos en la leche parecen ejercer un papel importante en la regulación y modulación metabólica, pudiendo tener, sobre nuestro organismo, cierta actividad beneficiosa contra la hipertensión arterial (antihipertensiva), contra los niveles elevados de colesterol (hipocolesterolemiante), además de ser antioxidante, antimicrobiana e inmunomoduladora.
Es decir, los péptidos bioactivos que contiene la leche aporta interesantes propiedades con beneficios sobre nuestro sistema inmunitario, digestivo y cardiovascular.
Aporte interesante de vitaminas
Además de vitamina D, se convierte en una buena fuente de vitamina A y vitaminas del grupo B, destacando la presencia de vitamina B12 y rivoflavina. Las vitaminas del complejo B son fundamentales para nuestro sistema nervioso, participando en la síntesis de hormonas y en la obtención de energía.
Mientras que, la vitamina A, es fundamental para nuestro sistema inmunológico, para el crecimiento y el desarrollo, así como para la salud ocular.
Su importancia en niños y adolescentes
Siempre y cuando el pequeño no esté tomando leche materna (la Organización Mundial de la Salud aconseja la lactancia materna exclusiva durante al menos los 6 primeros meses de vida, y a ser posible, durante los 2 primeros años o más), la leche es un alimento básico para niños y adolescentes.
El Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría publicó en el año, y junto a la Fundación Española de la Nutrición (FEN) y la Fundación Iberoamericana de Nutrición (FINUT) un decálogo sobre la Importancia de la leche en la etapa infantil, recogiendo un total de 10 puntos sobre por qué la leche es considerada un alimento básico en la alimentación infantil:
- Alimento básico dentro de una dieta equilibrada y variada.
- Contiene proteínas de alto valor biológico, las cuales contribuyen a un crecimiento y desarrollo adecuados.
- Principal fuente dietética de calcio para unos huesos fuertes.
- Permite alcanzar una ingesta adecuada de determinadas vitaminas y minerales.
- Aporta ácidos grasos.
- Existe cierta relación entre el consumo de leche y la estatura física en niños y adolescentes.
- Su valor nutricional no puede ser sustituido por bebidas vegetales.
- Existen muchos falsos mitos sobre la leche.
- Una alimentación adecuada permite corregir las ingestas de nutrientes deficitarias.
- Las leches de crecimiento se convierten en una alternativa complementaria útil en la dieta para alcanzar las ingestas recomendadas de nutrientes esenciales en la infancia.
Estudios científicos recientes y completos, como por ejemplo es el caso de Drinking flavored or plain milk is positively associated with nutrient intake and is not associated with adverse effects on weight status in US children and adolescents, remarcan la importancia -y la necesidad- de la introducción de la leche en la alimentación de niños y adolescentes, ya que en caso de no hacerlo, sufrirían una falta de aportes de vitaminas y minerales.
Además, entre otros importantes beneficios en la alimentación infantil, gracias a su elevado contenido en calcio y vitamina D, la leche previene el raquitismo, además de la artritis, la osteoporosis y otros problemas relacionados de manera directa con la desmineralización de los huesos.
En el caso del calcio, por ejemplo, se ha demostrado que una ingesta adecuada es fundamental para el correcto desarrollo y crecimiento de los huesos durante la etapa infantil. De hecho, la propia Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda un consumo de entre 2 a 4 raciones de productos lácteos al día.
Cuántos vasos de leche deberíamos beber al día (y cuántas raciones de lácteos)
Como te comentábamos en el apartado anterior, la Organización Mundial de la Salud recomienda un consumo de entre 2 y 4 raciones de productos lácteos al día. No obstante, dependiendo de la edad y el estado fisiológico que tenga cada persona, su consumo debería ser mayor o menor.
Por ejemplo, no es lo mismo la cantidad diaria recomendada de lácteos para niños o adolescentes, que durante el embarazo y la lactancia, o en mayores de 60 años. En todas estas etapas, de hecho, las necesidades nutricionales de calcio son evidentemente mucho mayores.
Es posible establecer las siguientes cantidades aconsejadas:
- De 0 a 6 años (Primera Infancia): 2 raciones de lácteos al día.
- Escolares (de 6 a 11 años): de 2 a 3 raciones.
- Adolescentes (de 11 a 14 años): de 3 a 4 raciones.
- Embarazo: de 3 a 4 raciones.
Durante cualquier otra etapa es suficiente con consumir de 2 a 3 lácteos al día. Evidentemente, no solo leche, sino otros productos lácteos como queso, yogur, mantequilla…
Propiedades de la leche, en resumen
- Contiene vitaminas tanto hidrosolubles como liposolubles, entre las que encontramos vitaminas del grupo B, C, A, niacina y riboflavina.
- Contiene además calcio, hierro y proteínas.
- Según estudios tomar leche diariamente reduce en un 60% el riesgo de sufrir cáncer de mama, especialmente en mujeres.
- Es recomendada en casos de gastritis, ya que es capaz de neutralizar la acidez. En este caso es mejor tomarla descremada.
Imágenes de Istockphoto.
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